Auto-trasplantes de grasa cada vez más usados en cirugía estética

La Unidad de Cirugía Estética y Reparadora del Hospital HLA Inmaculada realiza esta técnica para aumentar pómulos, labios y rellenar depresiones

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Actualmente los tratamientos más demandados en cirugía estética son el aumento de pecho (un 28%) y la liposucción con un 21% sin embargo, y según asegura la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre), la demanda de técnicas de rejuvenecimiento facial no quirúrgicas se ha incrementado un 10% entre 2015 y 2016. Las intervenciones de cirugía estética de la cara o cirugía facial crecen un 40% en España después del verano, sobre todo en pacientes mayores de 45 años siendo casi el 84%. En este periodo del año los tratamientos más demandados son la corrección de arrugas y líneas de expresión, siendo uno de los tratamientos más demandados es el auto-trasplante de grasa.

El injerto de grasa o auto-trasplante es una técnica que consiste en extraer grasa de la misma persona a la que más tarde se le rellenarán ciertas zonas faciales. “Los injertos de grasa autóloga se utilizan para aumentar pómulos, labios o rellenar depresiones como mejillas hundidas, etc” asegura el doctor José Miguel Labrador, cirujano plástico de la Unidad de Cirugía Estética y Reparadora del Hospital HLA Inmaculada.

La grasa del injerto se extrae de otras zonas del cuerpo como el abdomen o el muslo para su  proceso y filtrado con la finalidad de obtener un tejido graso líquido y puro que más tarde se inyectará en la zona determinada. Este tipo de intervenciones suelen ser ambulantes y en pocos minutos el paciente abandona el hospital. Los efectos secundarios en la zona inyectada pueden ser hematomas, hinchazón o hipersensibilidad, consecuencias que por lo general desaparecen entre 7 y 10 días después de la intervención.

La Unidad del hospital granadino del Grupo HLA también utiliza los injertos, en este caso de piel, para cubrir la pérdida de sustancia como en las quemaduras, “la indicación en este caso se reserva para pacientes que presentan heridas o úlceras grandes que no cicatrizan de forma espontánea. La intervención consiste en tomar una lámina de piel muy delgada de una zona del cuerpo que esté sana y transferirla a la zona que no tiene piel. El injerto debe ser muy delgado para permitir que la zona de donde ha sido tomado pueda epitelizar espontáneamente” indica el Dr. Labrador. Debido a la gran inmunogenicidad de la piel, los injertos deben ser de la misma persona ya que existe la posibilidad de perder el injerto, en estos casos habría que aportar uno nuevo. “Los resultados obtenidos en nuestra unidad han sido de un 85% de éxito” asegura el Dr. Labrador.

Durante este año 2017 el Grupo Hospitalario HLA dedica un mes a diferentes causas con el objetivo de apoyar la vida saludable y la mejora de la salud como prioridad vital, en este sentido mayo está dedicado a la belleza comprometiéndose con los procesos de más alto nivel empleados en las unidades del Grupo HLA.