Balones a Carcela
El Granada tiró la primera mitad, mejoró en la segunda y se fue otra vez sin la victoria. El estilo de juego que busca Jémez aún requiere de tiempo. Mientras, Carcela es la esperanza
Cinco jornadas después, el Granada CF de Jémez sigue siendo el Granada de siempre. Sufrir es la forma de vivir del conjunto nazarí, que volvió a irse sin el triunfo ante el Athletic Club. Se mejoró, sobre todo en la segunda mitad, pero el objetivo de juego que persigue Jémez está aún muy lejos. La defensa está blanda, el centro del campo, perdido, y arriba Mehdi Carcela-González, con la ayuda de Andreas Pereira, sostiene a un equipo que empieza a desesperarse por encontrar su primera victoria.
Carcela ha necesitado poco para alcanzar el estatus de imprescindible, y eso que aún le faltan minutos para llegar a su ideal físico. Fue el mejor ante el Athletic Club hasta que le aguantó la gasolina. El ex del Benfica ya demostró su condición de ‘crack’ ante el Real Betis, y no ha sido menos en su segundo partido como titular. Ante el Athletic Club marcó el gol del empate, su segundo tanto de la temporada, y monopolizó casi todas las jugadas de peligro del equipo. Cuando más buscaba el equipo el segundo tanto, todos los balones iban a parar a él. Le faltan socios que le acompañen en la guerra.
A CONTRACORRIENTE
Con el gran comienzo que el equipo mostró ante el Betis, poniéndose 0-2 en el marcador, Los Cármenes esperaba un inicio arrollador de su equipo, espoleado por el calor de su gente. Pero no. Como en anteriores capítulos, el Granada volvió a tirar la primera mitad y tuvo que remar a contracorriente, con el marcador adverso y la obligación de al menos meter dos goles para llevarse los tres puntos. Mucho pedir para un equipo en pleno desarrollo.
DEFENSA ASFIXIADA
Sin aliento. Así terminan los defensas rojiblancos cada partido. Los centrales tienen un desgaste mental en cada intento de salida de balón. El primer gol de los vascos vino de un errático pase de Gastón Silva. Lo demás corrió a cuenta de la genialidad de Raúl García. A pesar del fallo, Gastón es el central más fiable que tiene Jémez. El uruguayo es rápido y tiene buen trato de balón. Uche volvió a cumplir como central, aunque sigue teniendo despistes que pueden costar muy caros. Se prevé que Vezo volverá. Es urgente encontrar una pareja de centrales fija.
Los laterales intentan asumir el papel de todoterreno en sus bandas, lo que acaba pasando factura. Ante el Athletic, esto se evidenció en Foulquier, que acabó con problemas musculares en su pierna derecha. El francés intentó volver al campo, pero no podía ni andar y acabó dejando al equipo con diez. Se ganó la ovación del público por su esfuerzo.
ANGBAN Y SAMPER, PERDIDOS
El centro del campo empieza a ser algo muy preocupante. Samper está muy lejos de ser capaz de convertirse en el eje creador del equipo, y Angban está muy verde para asumir un papel como titular. Jémez sigue probando efectivos en esta zona. Krhin-Márquez, Krhin-Samper, Uche-Samper, Krhin-Andreas y Angban-Samper. Esas han sido las parejas que han jugado las cinco jornadas de liga disputadas hasta ahora, respectivamente. Quizás la que mejo sensación dio fue la formada por Krhin y Andreas.
Precisamente Andreas Pereira es una de las notas positivas de este inicio de temporada. Quizás se exceda a veces de ‘chupón’, pero el belga ha demostrado tener mucha personalidad a sus 20 años. En cada balón intenta algo que marque la diferencia. Ofrece desparpajo, atrevimiento y mucha calidad. Se adapta tanto a banda como al doble pivote. Jémez lo ha convertido en fijo.
En la delantera ni Kravets ni luego Ponce dieron la talla. El ucraniano tuvo dos ocasiones. La primera fue a parar al muñeco, la segunda pasó entre sus piernas tras un centro exquisito de Carcela. El joven Ponce entró a ver si corría mejor suerte, pero se le vio acelerado, con muchas ganas de agradar pero un exceso de precipitación en todas sus acciones.