Bárbara Rey, la reina de la fiesta en el viejo Los Cármenes

La mujer que protagoniza portadas en nuestro país en 2024 se coló en la celebración del ascenso del Granada CF, en 1987, siendo la protagonista del saque de honor previo al comienzo del partido entre el equipo rojiblanco y la UD Alzira valenciano.

Ese golpeo al esférico de "la vedette más deseada" en el viejo estadio nazarí nos remonta a uno de los grandes hitos de la historia del club de fútbol granadino. Tras varios años de intentos y fracasos, el equipo entrenado por Joaquín Peiró disputaba una reformada Segunda División B, que presentaba un nuevo formato y en la que los cuatro mejores equipos de la liga regular alcanzarían el sueño de jugar en la segunda categoría del fútbol español al año siguiente.

42 extenuantes jornadas, en la que los rojiblancos se enfrentaron a equipos como Tenerife, Córdoba, Lugo, Eibar o la extinta UD Salamanca y en la que, además, tuvieron que sobrevivir a incidentes como el ocurrido en La Puebla de Mallorca, tras una polémica victoria ante la UD Poblense.

El sueño del noveno ascenso en la historia del club estaba al alcance de la mano. Tras un empate en casa ante el Ceuta en la jornada 40, los resultados de la penúltima jornada daban la posibilidad de lograrlo una jornada del final de temporada. Esa posibilidad pasaba por ganar en La Romareda al Deportivo Aragón, filial del Real Zaragoza que ya tenía la salvación garantizada y que poco se jugaba, más que el honor. Los granadinos se impusieron por 0-2, con goles de Javi y Miguel, dando la última alegría del siglo XX a los aficionados del Granada CF.

Corpus, música y Bárbara Rey en Los Cármenes

Tras una escueta celebración a la llegada del equipo a Granada, en la que se realizó una ofrenda floral a la Virgen de las Angustias, desde el club vieron necesario darle más que relevancia a la última cita con la afición tras el ascenso. Con esa idea comenzó a gestarse la fotografía que encabeza esta historia.

Se venía una semana grande y una fecha más que señalada. La ciudad daría ese 14 de junio el pistoletazo de salida a sus fiestas del Corpus con una serie de eventos que invitaban a salir a la calle y disfrutar del día en varios puntos de la ciudad. En la plaza de toros tocaban El Último de la Fila y Radio Futura con los granadinos Sesión de Noche como teloneros, mientras que en otro punto de la capital el Circo de Bárbara Rey y Ángel Cristo colgaban el cartel de "No hay entradas" en su carpa durante varios días consecutivos.

Es aquí donde aparece la figura de Alfonso Suárez, presidente por aquel entonces del Granada CF. El dirigente granadino propuso a la vedette ser quien abriese el último partido del Granada de la 86/87 en casa y poner al estadio a sus pies. Una imagen de lo que "realmente" era el fútbol en nuestro país.