Barrios invisibles
El concejal socialista Eduardo Castillo aboga por contar con los barrios para resolver los problemas de Granada y critica la "falta de respeto que les demuestra el equipo de gobierno
Los barrios tienen una importancia vital en la cohesión de la ciudad. La idiosincrasia de cada uno de ellos, determinada por su historia, la posición socioeconómica de de sus habitantes o sus peculiaridades geográficas, dotan a Granada de una diversidad y de una riqueza que debemos preservar. El respeto a cada barrio es el respeto a nuestra historia y a nuestra identidad. Para poder preservar esa variedad hay que combatir fenómenos más o menos recientes como la gentrificación o la insuficiente regulación de los apartamentos turísticos. Es imprescindible que cada uno de los barrios cuente con servicios que atiendan a sus necesidades mediante un reparto equitativo de los recursos públicos.
Existen problemas como la calidad del aire o la limpieza, que afectan a toda la ciudad pero deben afrontarse desde cada uno de los barrios. Detectar las amenazas reales al bienestar de los granadinos y granadinas y las inquietudes y deficiencias percibidas por la población es indispensable para elaborar un diagnóstico de la situación de la ciudad y tomar las medidas necesarias para dar una respuesta efectiva. Para ello, es indispensable compatibilizar las herramientas de participación tradicionales con las nuevas formas de participación que agilizan y facilitan la implicación de la ciudadanía.
Lo contrario, normalizar lo anómalo o hacer diagnósticos sesgados de problemas muy graves sin contar con la participación de vecinos y vecinas -los realmente “sufridores” de estos problemas-, debilita la credibilidad del Ayuntamiento y cuestiona la capacidad de sus dirigentes para resolver los problemas. Es el caso de los cortes de luz de norte. Que el gobierno de las derechas, PP y C´s, achaque exclusivamente a un problema de seguridad ciudadana la falta continuada de suministro eléctrico en la zona norte es de una injusticia insoportable. Criminalizar a una comunidad que está sufriendo las consecuencias de esta situación es impropio de la responsabilidad y sensibilidad que debe tener un servidor público.
Otra. En casi cinco meses de gobierno han sido incapaces de continuar las actuaciones correspondientes a los millones de euros que se concedieron a la ciudad para proyectos de Estrategias para el Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi). Proyectos gestionados y materializados, en muchos casos por el anterior gobierno socialista, y que el gobierno de Partido Popular y Ciudadanos tienen, hoy por hoy, paralizados. Estos proyectos, orientados a mejorar la calidad de vida en nuestros barrios, deben llevarse a cabo en un tiempo determinado y, hoy por hoy, corren serio peligro de poder ser ejecutados por la dejadez e ineptitud del gobierno de las derechas.
Y una más. Seis meses sin convocar juntas municipales de distrito, el principal órgano de participación ciudadana, que permite a vecinos y vecinas trasladar sus inquietudes, demandas y exigencias a sus representante públicos de una forma directa, sin intermediarios. Una falta de respeto más a los barrios de Granada y a las necesidades ciudadanas.
La burbuja de resonancia en la que vive instalado el gobierno de Partido Popular y Ciudadanos, Luis Salvador y Sebastián Pérez, los hace impermeables a cualquier reivindicación ciudadana; pendientes, como están, de sus respectivos ombligos. Instalados ambos en una Granada paralela, sólo se preocupan de lo que les conviene o de lo que creen que les conviene. Mal comienzo para un mal gobierno que, salvo alguna excepción con objetivos electoralistas, mira a los barrios con desdén.