Baskonia, un proyecto al ralentí al que se le atraganta la doble competición
Los de Pablo Laso se ven con el agua al cuello tanto en la ACB como en la Euroliga y requieren de una reacción o intervención inmediata
Baskonia llegará este domingo al Palacio de Deportes en situación de emergencia máxima. Los vascos afrontan un año sumamente complicado en el que su apuesta no terminar de cuajar ni en la ACB ni en la Euroliga. Una situación de irregularidad y falta de liderazgo en la pista que los lleva a verse con el agua al cuello si quieren entrar en la Copa el Rey y, un momento, que el Covirán Granada tratará de aprovechar para sumar su cuarta victoria consecutiva, la quinta de la temporada.
En una situación normal, la lógica hablaría de un claro triunfo para el plantel dirigido por Pablo Laso. Algo de esa imperiosa evidencia de la diferencia de presupuesto y del renombre del equipo aun impera en la actualidad. Pero lo cierto es que si hay una oportunidad de oro para adelantar las campanadas y dar el gordo de Navidad antes de tiempo es esta. Los de Vitoria viven la que puede ser una de sus peores temporadas en los últimos años, una campaña en la que la derrota se ha convertido en un indeseable, pero habitual compañero de viaje. Tanto así que aparecen por debajo de Covirán Granada en la clasificación debido a la diferencia de average.
La etapa de Laso en el Baskonia arranca con cuatro victorias en la ACB y seis derrotas, habiendo caído ante rivales tan importantes como La Laguna Tenerife, Dreamland Gran Canaria o Valencia Basket. El Buesa Arena ya no es el fortín que era antes. De los cinco partidos disputados en tierras vascas, solo ha logrado la victoria en dos de ellos, mismo balance que firma a domicilio. Unos números que dejan claro que el dominio de Baskonia ya no es el que era antaño. La situación de los de Laso es tan alarmante que el pleno de victorias en lo que queda de primera vuelta se antoja como la única solución viable, que no factible, para entrar en la Copa del Rey.
El desempeño es similar en la Euroliga. En la competición europea ya se han disputado 15 partidos, de los que Baskonia ha vencido en tan solo seis colocándose así en la décimo cuarta posición, un lugar demasiado lejano de los puestos de Playoffs e incluso de Play-in. El mal momento de los vascos es tal que este pasad jueves en su encuentro con la Virtus perdió en el último segundo tras un 3+1 provocado por Chima Moneke. Una muestra más de que el equipo requiere de una reacción, o más bien una intervención inmediata.
Sedekerskis y Forrest como capitanes de un barco que parece hundirse
La llegada de Pablo Laso al banquillo vitoriano trajo consigo un nuevo aire de ilusión a la afición baskonista tras un año en el que el movimiento en el banquillo fue demasiado habitual. Con la entrada en acción de quien ha sido uno de los entrenadores más laureados del Real Madrid y cuya experiencia habla por si sola, llegó un periodo de cambios en el vestuario. Salieron Chris Chiozza, Vanja Marinkovic, Miller-McIntyre, Matt Costello o Maik Kostar y continuaron quienes se configuran este año como las piedras angulares del proyecto: Nikos Rokavopoulos, Sander Raiste, Kalipha Diop, Markus Howard, Chima Moneke y Tadas Sedekerskis. A ellos se unen los fichajes de Trent Forrest, Kamar Baldwin, Ognjen Jaramaz, Pavel Savkov, Thimothé Luwawe-Cabarrot y Donta Hall.
En base a lo visto el pasado año cabía esperar que Moneke y Howard liderasen al nuevo Baskonia, pero la realidad es que ninguno de los dos ha arrancando la temporada con el dominio y, sobre todo, la continuidad que se esperaba de ellos. Si bien es cierto que el ala-pívot nigeriano, envuelto en algún que otro rumor que lo coloca en la rampa de salida (juego al que él mismo se presta con sus publicaciones incendiaras en las redes sociales), brilló en la victoria ante Bilbao Basket siento el máximo anotador y reboteador del equipo, así como el mejor valorado con 34 puntos. Sin embargo, esta posición de líder, al menos en el plano ofensivo, no se veía desde la jornada 1 donde anotó 20 puntos. Eso sí, aunque sin actuaciones de MVP, Moneke es junto a Forrest y Sedekerskis uno de los jugadores menos irregulares de Baskonia.
En una situación similar o incluso peor se encuentra Markus Howard que 'solo' hizo de las suyas ante Hiopos Lleida donde sus 38 puntos sirvieron a su equipo para sumar la tercera victoria del año. No se le pueden exigir anotaciones desorbitadas cada semana, pero es evidente que su protagonismo en la pista ha bajado. El escolta estadounidense es actualmente el octavo jugador mejor valorado del equipo. Su anotación media se sitúa en los 13'2 puntos mientras que el pasado año acabó la temporada con 19'4 puntos. Se resiente también en el tiro exterior, su gran arma y sino que se lo recuerden a Covirán Granada. El pasado año promediaba casi cuatro triples por encuentro, mientras que el presente se queda en los tres.
Quienes sí parecen los salvadores de este Baskonia son Tadas Sedekerskis y Trent Forrest. Ambos se presentan como los dos jugadores mejor valorados hasta el momento con 18'9 y 18'6 puntos, respectivamente. Entre los dos suman, además, más de 25 puntos de media por encuentro y capturan 11'4 rebotes. Más allá de los números, las alarmas saltan en Baskonia por las sensaciones. El proyecto de Laso aparenta no ser demasiado sólido y la plantilla se queda corta para afrontar ambas competiciones. Este domingo se comprobará si la opción de revertir la situación es factible.
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