¡Basta ya!
Ha habido canciones tituladas Basta ya como la que cantaba Olga Tañón diciendo que “Desde hoy. He prohibido a mis ojos. El mirarte de nuevo a la cara. Tienes algo que acaba conmigo….” También ha habido movimientos de médicos de Atención Primaria que trabajan en la Sanidad Pública de la provincia de Málaga que decidieron decir BASTA YA, haciendo público lo que pasa, la realidad de la asistencia sanitaria, de lo que sufren los pacientes, de lo que sufren ellos y ellas…. ¡Basta Ya! también era una iniciativa ciudadana española que en su formación unía a personas de diversas ideas políticas, con el triple propósito de oponerse al terrorismo en cualquiera de sus formas, apoyar a sus víctimas y defender el Estado de Derecho, la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía del País Vasco.
Y nosotros decimos que:
- Basta ya de mujeres que mueren por parte de hombres, debido a la violencia machista
- Basta ya de que no haya suficientes enfermeras en este país trabajando en los cuidados
- Basta ya que los profesionales sanitarios no tengan sueldos más justos
- Basta ya de profesionales que tienen que irse a trabajar al extranjero
- Basta ya que las enfermeras sean tan poco valoradas siendo licenciadas como los/as médicos/as
- Basta ya de sentir falta de respeto por parte de los/as jefes/as
- Basta ya de trabajar sin tener los recursos suficientes
- Basta ya de actuar sin tener evidencia científica de lo que nos plantean
- Basta ya que haya tantos profesionales que se van al extranjero a trabajar
- Basta ya que los/as investigadores/as se pierdan en este mundo de la investigación tan castigado en este país
- Basta ya de jefes/as que no sean buenas personas, base para ser un buen profesional
- Basta ya de los que usan la mentira como manera de comunicarse
- Basta ya de no sentirse escuchado en la vida, en el trabajo,.....
- Basta ya de profesionales que no tienen ni se plantean tener ética en sus actuaciones
- Basta ya de jefes/as sin visión ni estrategia en sus organizaciones
- Basta ya de políticos de miras cortas
- Basta ya de profesionales que no le ponen Pasion a lo que hacen
- Basta ya de profesionales que dicen que lo hacen así porque siempre lo han hecho así
- Basta ya de organizaciones sin estrategia
- Basta ya
Y podríamos seguir diciendo basta ya en otros campos:
- Basta ya que de maltrato animal
- Basta ya de incendios provocados por el hombre
- Basta ya de no cuidar nuestro medio ambiente
- Basta ya de corrupción
- Basta ya de prohibir por prohibir
- Basta ya de violaciones machistas
- Basta ya de jueces que no ejercen una justicia justa
- Basta ya de asesinatos
- Basta ya de jóvenes y menos jóvenes y menos jóvenes que se machacan con las drogas
- Basta ya de la falta de equidad
- Basta ya de desigualdades
- Basta ya de elecciones cada medio año
- O Basta ya! de políticos incapaces
Basta ya de tanta tontería decía la canción. Y nosotros decimos muchas veces, basta ya de corrupción, basta ya de violencia machista, basta ya de situaciones que nos hacen perder el tiempo y la vida. También basta ya de no tener recursos para hacer los proyectos que tenemos en marcha. O basta ya de esperar tanto para obtener lo que esperamos.
Y es que las buenas personas tenemos derecho a decir basta. Las buenas personas no cerramos por vacaciones. Nadie nos recompensa por lo que hacemos. Somos de un material poco usual, pero es de este modo como entendemos la vida, y es así como nos habla nuestro corazón. Ahora bien, ser bueno no es ser ingenuo, sino que es tener unos valores propios por los que luchar y que, a la vez, nos definen.
Cuando percibimos la invasión de segundas personas en nuestros espacios personales, solemos desplegar las clásicas estrategias defensivas para protegernos. Y aún más, responsabilizamos a los demás de ese agravio. Ahora bien, en el caso de las buenas personas, esto no siempre sucede de este modo. Las buenas personas suelen girar la cabeza hacia ellas mismas responsabilizándose de esa intrusión. Se ven a sí mismas como demasiado confiadas, llegando a pensar que si alzan la voz, se perderá parte de lo que son, dejarán de estar en equilibrio con sus principios. Ahora bien, debemos tener claro que todos nosotros necesitamos tener un espacio de control, un límite personal tras el cual, es obligatorio a alzar nuestras voces para que no se nos vulnere. Para convencernos aún más sobre ello, es importante que tengamos en cuenta estos sencillos aspectos:
- Poner límites NO nos va a alejar de los demás. Las buenas personas tienen todo el derecho a decir basta sin que las llamen egoístas. Sabemos que quienes nos rodean están más que acostumbrados a que siempre digamos sí, a que estemos disponibles y que les recibamos con una sonrisa. En esta vida nos basta con poco, pero ese poco debe llenarnos el alma.
- Para ser felices, a veces, nos basta con MUY POCO. Ahora bien, ese poco no son migajas ni las sobras que otros dejan para alimentar un amor interesado. Ese poco debe llenarnos el alma, debe dignificarnos como personas y por ello, jamás nos conformaremos con los pedazos rotos que otros nos regalan como si fueran regios palacios.
Sabemos que en la actualidad, están en auge esos enfoques, donde se enfatizan la necesidad de aprender a valorar las pequeñas cosas o a ser felices con poco, con lo más elemental. En primer lugar debemos tener muy claro que no es una buena idea conformarnos con menos de lo que merecemos. A veces, convencernos de que «lo mínimo es suficiente» puede hacer que nos quedemos encallados. Hay quien se dice a sí mismo que la tierra es buena, y que tarde o temprano germinarán semillas de las que saldrán flores espectaculares. Sin embargo, a menudo nuestra vida se transforma en una antesala de los sueños que nunca llegan, de los objetivos que nunca se cumplen, de las flores que jamás germinaron. Conformarnos con lo poco no es vivir de migajas, y la felicidad no será nunca «convencernos de que nada es demasiado importante». De hecho, es todo lo contrario: debemos tener muy claro QUÉ es lo importante.
Es necesario reformular algunos aspectos. Podríamos decir que nos hemos acostumbrado a vivir con mucho menos de lo que merecemos. Porque no se trata de ser felices con poco, es saber cuáles son nuestras prioridades, cuáles nuestros propósitos vitales, cuáles nuestros valores, y solo entonces, aprender a sintonizarnos con esa música interna. Sin ruidos del entorno, sin artificios. Porque lo poco, si es bueno, pesa menos.
Basta ya. La ciudadanía está harta de estar harta.
Y ¿cuáles son tus basta ya? Por favor, me gustaría que los escribieras en los comentarios de este artículo.
Comentarios
4 comentarios en “¡Basta ya!”
Miguel angel alfaro
25 de septiembre de 2019 at 23:28
Basta ya de no mirar a los ojos cuando hablamos!!!
Joan Carles March Cerdá
30 de septiembre de 2019 at 23:22
Basta ya!!!!
Araceli Muñoz
26 de septiembre de 2019 at 16:08
Basta ya de utilizar la “ecología emocional” como herramienta para manipular
Basta ya de etiquetas sociales
Basta ya de quejarse y mirar hacia otro lado
Basta ya de postureo
Joan Carles March Cerdá
30 de septiembre de 2019 at 23:25
Basta ya!!!