Belén Arrojo: de promesa a realidad
Tiene 21 años y es la mejor deportista femenina granadina | Cumplió un sueño debutando con la Selección Española de baloncesto | Su ambición no tiene fronteras
Algo más de una semana ha pasado desde que la Asociación de la Prensa Deportiva Española de Granada celebrara su noche de fiesta en el Auditorio de Caja Granada. Buenos y grandes deportistas acudieron a esta gala con Granada y el deporte como el centro de atención. Sin embargo, una chica de apenas 21 años sobresalió por encima de todos.
Obtuvo el premio a mejor deportista femenina de Granada en el año 2015. Ella es Belén Arrojo y destacó no sólo por su 185 centímetros de estatura. Su sonrisa innegociable y las continuas muestras de agradecimiento a su tierra por darle tal honor le hacían especial. A pesar de tratarse de una deportista de élite, ella es una granadina más. Sus competidores, los finalistas del galardón, eran Rocío Martín y María Jesús Dávila, campeonas del mundo en sus disciplinas.
“No me esperaba el premio, estaba nominada con otras dos muy buenas deportistas, y pensaba que no me lo darían, pero ha sido una sorpresa y estoy muy contenta porque se ve todo el trabajo que hay detrás de todos los años anteriores”.
Son palabras de Belén Arrojo a Granada Digital. Y es que con motivo de ser la mejor deportista femenina de Granada no podíamos dejar escapar la ocasión de compartir una conversación con ella.
Cuando tratas de cerca con Belén se te olvida en ocasiones que lleva tres años jugando en la máxima liga femenina del baloncesto español, que ha pasado por todas las categorías inferiores de la selección española y que ya ha debutado con la absoluta.
Tras algunas dificultades para llegar a nuestras oficinas, Belén Arrojo se sentó con Granada Digital puntualmente. Una mañana de un miércoles, una charla en la que tratamos toda su trayectoria desde que salió con catorce años de su casa, su crecimiento como jugadora o su situación actual tras finalizar temporada con La Seu.
(P): ¿Cuáles crees que son los motivos por los que te han dado el premio a mejor deportista femenina de Granada en 2015?
(R): “Yo creo que por todo el trabajo que hecho durante todos estos años. Me fui con trece años de mi casa, y la gente que me conoce lo sabe. He dejado muchas cosas atrás, mi familia, mis amigos… lo he hecho porque quiero lograr un sueño, es un sacrificio todo lo que estoy haciendo”.
Belén Arrojo ya era conocida por los periodistas deportivos de esta asociación. Hace dos años, Belén ya sonaba cuando juntabas deporte y Granada. Por aquel entonces tenía 18 años y ya prometía llegar lejos. “De la asociación de la prensa me dieron hace dos años el de mejor promesa. Y el año pasado me dieron un premio de imagen de Granada”. De promesa a realidad.
(P): Debe ser un orgullo que te den el premio a mejor deportista cuando hace dos te dieron la mejor promesa…
(R): “Yo pensaba que no me lo iban a dar porque estaba compitiendo con Rocío Martín y Dávila, chicas que eran campeonas del mundo en su deporte. También se puede ver que hay baloncesto y otros deportes… El baloncesto femenino en Granada ahora está un poco mejor. Pero se ve que ahora hay otros deportes femeninos en la que son campeonas del mundo…
(P): ¿Cómo está el baloncesto femenino, concretamente, en Andalucía y Granada?
(R): “El baloncesto femenino en Andalucía para ser lo que es Andalucía hay muy poco. En liga femenina sólo está Conquero (Huelva) y en liga dos sólo está Almería. Hacen falta equipos más profesionales… cada vez hay más gente que se une pero lo malo son los patrocinadores. Si Raca (Granada) sube a liga dos no hay patrocinadores… no hay casi en liga uno. Hay equipos que lo están pasando mal y están desapareciendo. Yo estuve un año en Burgos y al año siguiente desapareció”.
(P): ¿Hay algún secreto para que todos esos niños que empiezan tan pequeños lleguen a triunfar?
(R): “Cuando me fui con trece años, yo pensaba que era una oportunidad y quería aprovecharla. Podía ser una gran deportista y llegar al máximo nivel. Me fui un poco con miedo, pero vas aprendiendo de la vida, que te va enseñando… Estás sola en una residencia con trece años, sí que lo pasé mal pero… al final te vas acostumbrando. No hay ningún secreto, se hace trabajando. En la residencia te enseñan a estudiar y combinar las dos cosas y te haces más madura. El baloncesto no lo es todo y cuando se acabe tienes que tener unos estudios y empezar a trabajar fuera del ámbito de baloncesto”.
En apenas tres preguntas, Belén no ha cambiado su discurso, sigue mostrándose tal y como es, sin adoptar las típicas respuestas automáticas del gran deportista.
Tiene claro que estudiar es fundamental y cuáles son sus prioridades. Piensa en el futuro, conjugándolo con el baloncesto profesional. “Ahora estoy estudiando INEF a distancia. Me gustaría hacer fisio, pero con las prácticas es más complicado, así que hago INEF que luego me convalidad bastantes”, nos comenta con seguridad.
Ha quemado etapas pisando el acelerador, metiendo la sexta marcha, pero con la seguridad y la eficacia que te da la responsabilidad del deporte. Ella no la desechó y la acogió. Un crecimiento continuo.
“Tanto en baloncesto como personalmente, he crecido en el tema de la madurez, la responsabilidad… En la residencia nos enseñaron a ser muy responsables, tener claro los objetivos, y cumplirlos… Yo con catorce años estaba jugando con gente mayor que yo, te haces más dura, más fuerte, también psicológicamente”.
‘Lo que aprendes en el deporte lo utilizas en la vida y lo que aprendes en la vida lo utilizas en el deporte’ es una frase en la que se puede resumir el camino andado por Arrojo. Entrenar, estudiar, y vuelta a empezar. Belén no nació en la cima, pero estaba destinada a tocarla. Ella misma lo ha provocado a base de mucho trabajo y sacrificio.
“Yo a las siete de la mañana estaba entrenando, pero es que a las nueve y media o diez tenía colegio. Te tenías que organizar porque levantarte a las seis y media para irte a entrenar a las siete te tenías que acostar temprano. De cuatro y media a seis y media entrenabas y luego tenías que estudiar… te tenías que organizar muy bien, yo no tenía a mi madre para decirme “venga, Belén, estudia”, al final te lo sacas porque sabes que es lo mejor para ti”.
La trayectoria de Belén empieza en el colegio Regina Mundi y posteriormente al Club Ramón y Cajal, donde tras destacar fue becada por el Siglo XXI, donde se incorpora en la temporada 2009-2010.
Comienza su andadura en liga femenina uno en Ciudad de Burgos, a la siguiente temporada firma por el Mann Filter Zaragoza y este año firmó por La Seu. Una auténtica trotamundos del panorama de la canasta española. Con la temporada finalizada, se muestra tranquila respecto a dónde pueda estar el próximo curso.
(P): ¿A qué se ha debido tanto cambio?
(R): “En Burgos nos debían meses por pagar, denunciamos al aval y ya estaban muy mal y al año siguiente desapareció. No iba a seguir en un equipo que no pagaban. Al año siguiente estuve en Zaragoza, estuve muy a gusto, pude repetir pero me ofrecieron La Seu, era un equipo muy joven y tenía ganas de probar ese modelo de equipo. El año que viene a ver… me gustaría seguir pero nunca se sabe. Yo voy firmando año a año, si el año que viene me ofrecen algo mejor… si tengo dos años de contrato pues es más complicado. Ahora como están las cosas normalmente se firma año a año”.
Belén reconoce que no le importaría volver a su casa, estar con su gente, en su tierra, pero el mapa se engrandece en su boca y toma caminos que no contemplan volver a casa. Belén mira lejos, tanto en el baloncesto como en su experiencia como persona dentro de este deporte.
“En Granada es complicado, pero sí que me gustaría, aunque ya estoy acostumbrada a estar fuera durante siete meses, no me veo ahora en mi casa; A ver yo encantada, por estar con mi familia, mis amigos… pero ya estoy acostumbrada a venir los fines de semana, la vida de fuera… de pequeña sí que lo pasé bastante mal igual que mi familia…” reconoce.
(P): ¿Es lo que más te costó?
(R): (entre risas) “Con mis amigas de la residencia, llegaba la noche o estabas ‘malica’ y echabas de menos los mimos de tu madre, de tu padre… no sólo yo, mis compañeras también, y llorábamos todas juntas”.
(P): ¿Cuál es la mejor virtud de Belén Arrojo dentro de la cancha?
(R): (se lo piensa) “En el rebote, el uno contra uno, sobre todo en el juego sin balón, puertas atrás, los cortes…”.
La granadina mejora cada temporada sus registros y estadísticas. Ella no presta demasiada atención a si mete más o menos puntos, pero es consciente de cuándo mejora como jugadora. Ese es su mayor objetivo. Cada día, cada mes, cada año, ser mejor jugadora, por ella y por sus compañeras. Crecer y sumar con cada experiencia vivida.
Cuando le preguntas por sus objetivos, ella no duda: “El año que viene, esté donde esté, hacer mejor temporada, mejorar, el hecho de que yo diga “he dado un paso adelante como jugadora””.
A largo plazo, una cosa lleva a la otra, paso a paso, pero sin poner barreras a la ambición. “Si cumplo ese objetivo, a lo mejor estoy cada año en un equipo mejor. Me encantaría jugar fuera de España en un equipo de Euroliga y ya si llego a la WNBA (la liga profesional de baloncesto femenino en EEUU)… mejorar y convertirme cada año en una mejor jugadora”.
El último año en la academia del Siglo XXI tiene mucho que ver en esta circunstancia. En esta residencia, a la que llamaban la ‘Blume’, una especie de ‘masía’, “el entrenador machacaba mucho a las de último año y mi primer año en Burgos me costó más porque a lo mejor tenía más miedo a ver si fallaba… el último año de la ‘Blume’ fue muy duro psicológicamente”.
(P): ¿Sigues a la Fundación CB Granada?
(R): “Sí, el otro día fui al partido. Siempre que vengo, voy a verlo. Cuando yo estaba aquí estaban en ACB y siempre iba a verlo”.
(P): Y con la selección española… ¿Qué tal?
(R): “Muy bien, ya no tengo más categorías inferiores, el año pasado ya terminé con la U20”.
(P): Hay por ahí unos Juegos Olímpicos… ¿No?
(R): (entre risas) “Está complicado, no sé si a lo mejor voy a la concentración”.
(P): ¿Cuándo te dicen algo?
(R): “Se empieza en mayo, si me dicen algo me lo dirán diez o cinco días antes. Hay preolímpico en junio, hacen concentración en mayo, y en julio es la concentración para los Juegos Olímpicos, que son en agosto. Eso si se meten, claro”.
(P): ¿Qué me cuentas de tu debut?
(R): “Sin palabras… al final es … ‘puff’, jugar en el mejor equipo… Es un sueño, al final todos queremos jugar en la selección, debutar... Jugué un partido amistoso y uno del preeuropeo. Hay jugadores que son las mejores del mundo, Alba Torrens, Ana Cruz… es muy difícil”.
(P): ¿Y el futuro?
(R): “Me gustaría hacer fisio, pero seguir vinculada al tema del deporte, algún club, seguir en contacto. Si termino INEF y soy preparadora física, me puedo ir a algún equipo de baloncesto y seguir ligada”
(P): ¿Y entrenadora?
(R): “No lo descarto. Entrenar a niños pequeños me encantaría, me gustan los niños pequeños y sí que me gustaría, pero más como hobbie. Trasladar mi experiencia a los niños más pequeños”.
Media hora de charla que se hizo muy corta y en la que Belén Arrojó se sinceró con Granada Digital. Se fue de Granada siendo una niña, y después de siete años se ha acostumbrado a estar de norte a sur durante todo el año.
Ahora vuelve a su tierra para recoger premios, con algún que otro sueño cumplido, y otros tantos por cumplir. Pero sobre todo, sin miedo a seguir creciendo. En su día, fue promesa, ahora es una realidad. De Granada para el mundo, Belén Arrojo promete seguir dando mucha guerra en el baloncesto mundial.