Las bicicletas urbanas podrían evitar más de 200.000 muertes para 2050
Un estudio de la Universidad Estatal de Colorado ha calculado por primera vez los beneficios para la salud del ciclismo urbano en 17 países
Un nuevo estudio ha calculado por primera vez los beneficios para la salud del ciclismo urbano en 17 países y ha concluido que se podrían evitar más de 200.000 muertes al año para 2050 en todo el mundo solo con que los países apoyasen más la bicicleta urbana, según publican en la revista Environmental Health Perspectives.
Concretamente, según el equipo de investigación, dirigido por la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos, podrían evitarse hasta 205.424 muertes prematuras al año si los países apoyan niveles elevados de uso de la bicicleta urbana.
El estudio modeló los beneficios de promover el ciclismo urbano hasta 2050 y si el 100% de los viajes en bicicleta sustituyen a los viajes en coche.
El doctor David Rojas-Rueda, de la CSU, que dirigió el proyecto de investigación en colaboración con científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona y es el autor principal del estudio, explica que el equipo descubrió que las políticas globales de uso de la bicicleta pueden proporcionar importantes beneficios de mortalidad en los próximos años.
"Este estudio debe verse como un llamamiento para aplicar políticas que apoyen la movilidad sostenible y un diseño urbano saludable --subraya--. Las políticas actuales repercutirán en nuestro futuro y en la salud de las generaciones futuras".
El estudio comparó las tendencias actuales del uso de la bicicleta con los altos niveles de ciclismo urbano en 17 países, entre ellos Alemania, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos, Reino Unido y Rusia.
Los escenarios de alto uso de la bicicleta en 2050 se basaron en políticas que han demostrado un rápido aumento de los niveles de uso de la bicicleta, como retrofittar la infraestructura ciclista en las carreteras existentes para crear redes en las calles arteriales, las pequeñas calles residenciales y las carreteras interurbanas, la implantación de sistemas de bicicletas compartidas en las grandes ciudades o reformar las leyes y las prácticas de aplicación para proteger mejor el transporte activo.
Además, recomienda la inversión en instalaciones para caminar y transporte público para ofrecer viajes que puedan combinarse con viajes en bicicleta; eliminar las políticas que apoyan el uso adicional de vehículos motorizados, como el aparcamiento gratuito y las subvenciones al combustible, y establecer tarifas de congestión, tarifas de viaje y tarifas de impacto de desarrollo para cobrar un precio por conducir.
El equipo de investigación utilizó una metodología cuantitativa de evaluación del impacto en la salud, que tuvo en cuenta los beneficios de la actividad física y los riesgos asociados a las muertes por tráfico y la inhalación de contaminación atmosférica durante el viaje en bicicleta. También se centraron en la población adulta de los 17 países e incluyeron el impacto de las bicicletas mecánicas y eléctricas.