La logopedia en adultos, imprescindible para superar dificultades de comunicación

Los logopedas son rehabilitadores y cualquier persona que tenga un problema en su voz, deglución, audición, lenguaje o habla es susceptible de necesitar tratamiento logopédico, destaca la directora de BlaClinic

Eva Tarancón - BaClinic Logopedia
Eva Tarancón, directora de Bla Clinic, Logopedia Clínica | Foto: Remitida
María José Ramírez
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La logopedia es un conjunto de métodos para la reeducación y el tratamiento de los trastornos relacionados con el lenguaje que la mayoría de la gente vincula a problemas en el habla o en la comunicación en niños, pero nada más lejos de la realidad. "El logopeda es un profesional sanitario que no entiende de edades. Es como si a un enfermero lo asocias solo con pediatría. La logopedia es una profesión aún muy desconocida y, de hecho, aún son muchas la dudas entre la población de a qué profesional acudir en caso de tener alguna dificultad relacionada con la comunicación, la audición, la deglución, la fonación o la lectura y escritura", asegura Eva Tarancón, directora de BlaClinic, Logopedia Clínica.

Los logopedas se encargan de la "habilitación y rehabilitación de funciones tan importantes como el lenguaje, el habla, la deglución, la fonación, el lenguaje escrito y las alteraciones del sistema estomatognático, responsable de aspectos tan vitales como comer, hablar, respirar, pronunciar, masticar, deglutir, tener expresión facial o succionar".

Un logopeda puede atender pacientes desde la prevención o con la presencia de una patología. "Cualquier persona que tenga un problema en su voz, en su deglución, en su audición, en su lenguaje o en su habla es susceptible de necesitar un tratamiento logopédico independientemente del grado de severidad que será establecido por el logopeda", apunta Eva Tarancón.

Según un estudio realizado por el Consejo General de Colegios de Logopedas, el 15,2 % de la población española es susceptible de necesitar un tratamiento por parte de un logopeda en algún momento de su vida.

A un logopeda se debe acudir cuando la voz falla; cuando se tengan problemas para deglutir, tragar o masticar; cuando haya una alteración en la respiración; cuando se tengan dificultades en la comunicación; cuando se pierda el lenguaje comprensivo o expresivo por daño neurológico; si se padecen ronquidos o apneas por la noche; si se quiere tener una mejor articulación; si se quiere preparar un examen oral o una entrevista de trabajo; si alguna enfermedad afecta a la musculatura del habla; si te han puesto un implante coclear y/o audífono y tienes que entender el habla a través de el; si se tienen bloqueos al hablar o tartamudez o si la audición afecta a la comprensión o lenguaje o si tienes dificultades en la lectura/escritura y comprensión lectora.

Muchos adultos desconocen que el logopeda "es el profesional sanitario al que deben acudir cuando tienen ciertas dificultades". Cuando esas dificultades "les condicionan personal, profesional y socialmente es cuando solicitan una consulta, porque realmente ya tienen un grado de malestar importante que les hace tomar acción", resalta la logopeda Eva Tarancón. "Es importante que la gente entienda que somos rehabilitadores, pero no magos. En ocasiones, un diagnóstico tardío conlleva un pronóstico reservado. Eso ocurre y lo vemos a diario también en el campo infantil. Cuanto más tarde acudas a un especialista, peor serán los resultados. Eso es un hecho. No es algo diferente que no ocurra en la medicina en general", asegura.

En el ámbito infantil, todo lo que se pueda atender entre los 2 y los 3 años va a tener "un pronóstico y evolución mucho más favorable", según Tarancón, mientras que en el ámbito de los adultos igualmente es fundamental "basarse en los primeros síntomas para consultar a un especialista logopeda".

Un logopeda puede ayudar a "rehabilitar la disfagia orofaríngea, una patología que conlleva la muerte y que está muy de moda actualmente aunque lleva pasando toda la vida", según apunta Eva Tarancón.

En la sanidad pública, el número de logopedas es "sumamente ridículo" y "es imposible cubrir la demanda que existe". "Las listas de espera son interminables y la atención y recursos muy limitados en nuestro ámbito", afirma Tarancón.

Son muchas las personas que tienen dificultades para comunicarse y acudir a un logopeda a tiempo es primordial para solucionar estos problemas. "Somos personas. Lo que nos diferencia de los animales es que poseemos un lenguaje y una comunicación interpersonal y social. Se asume que el lenguaje es algo que se adquiere, pero no somos conscientes de lo que supone neurológicamente hablar. No somos conscientes de cómo debe funcionar el lenguaje desde que lo escucho, lo comprendo y soy capaz de emitir una respuesta motora que, además, debe ajustarse a unas reglas sociales. Si falla el lenguaje, falla todo: tus relaciones sociales, tu vida familiar, tu vida laboral y tu autoestima. Lo que ocurre es que muchas veces no somos conscientes de que hay una dificultad. Hay que empezar a diferenciar entre lo que es emitir frases y/o tener una comunicación eficaz", explica Tarancón.

"Si hablamos de este sistema con un nombre tan largo y complicado del que nos encargamos -sistema estomatognático-, cualquier persona creo que puede llegar a hacerse una idea de lo que supondría morirse por no tener una deglución segura, una voz que no te permita cumplir con un trabajo, una parálisis de cuerdas vocales, un cáncer de lengua, laringe, una ELA, un parkinson, etcétera", añade.

El tratamiento logopédico es rehabilitador. "No recetamos una medicina que te cura. Nuestro trabajo consiste en ayudar, pero es imprescindible la adherencia a los tratamientos, la constancia y el trabajo. Muchos pacientes acuden pensando que esto es cosa de dos o tres sesiones y no, por desgracia no. El tratamiento logopédico, dicho en palabras sencillas, hay que currárselo", explica.

Cada vez existen más recursos tanto en nuevas tecnologías como aparatología en logopedia, pero en España "queda mucho camino por recorrer", según Tarancón. "Primero en fabricación e importación y segundo en que no todo el mundo es capaz de gastarse 6.000 euros en un recurso, por ejemplo. Si queremos ofrecer los mejores tratamientos profesionales es fundamental invertir en recursos", afirma.

Para elegir un logopeda para adultos adecuado es importante, como en el caso de cualquier otro profesional sanitario, que éste tenga "profesionalidad y experiencia". "El logopeda debe tener un número de colegiado y el centro debe estar certificado por la Junta de Andalucía. Existe muchísimo intrusismo en nuestra profesión por parte de los propios logopedas y por otras profesiones", comenta Eva Tarancón, quien destaca que los logopedas tienen "la misma titulación de grado que otros profesionales como los psicólogos, ingenieros, abogados, etcétera" y, sin embargo, parece que ellos están "obligados a vender" sus servicios profesionales "como si fueran clases particulares o algo así". "Así se nos percibe todavía. Como cualquier empresa, debemos pagar impuestos, rentas, sueldos, etcétera y, sin embargo, si cobrásemos lo mismo que un psicólogo se nos entendería como 'caros'", indica la directora de BlaClinic.

Actualmente, los precios de mercado de un logopeda "son más bajos que los de un psicólogo, por ejemplo", pero Tarancón lamenta que si los propios compañeros logopedas "salen de la carrera y se ponen a dar "clases" por las casas a diez euros, perjudican gravemente a la profesión porque no son tratamientos profesionales ni efectivos". "Los precios deben equipararse a la titulación y categoría profesional", sentencia.