Bob Dylan da un recital mágico en el Generalife

Bob Dylan encandiló en un enclave mágico como es el Teatro del Generalife. El artista estadounidense se subió al escenario, acompañado de sus cinco músicos, para que los más de 1.500 asistentes pasaran una velada inolvidable con su música, que le ha convertido en una leyenda. Con su voz rasgada, Bob Dylan deleitó a los asistentes a un concierto que forma parte de su gira 'Rough and Rowdy Ways', que es el segundo extraordinario de la 72 edición del Festival de Música y Danza de Granada, coproducido con ‘1001 Músicas – Caixabank’.

La fusión del cantautor y poeta con la Alhambra a través de la música fue maravillosa en un concierto lleno de matices en el que sonaron distintos géneros como el blues, el rock, el folk y algo de swing. Canciones, en su mayoría, de su último disco 'Rough and rowdy ways' (2020), el trigésimo noveno que ha publicado. El peculiar artista de Duluth, de 82 años, ataviado con traje negro y camisa roja, ofreció sentado al piano y rodeado muy cerca por sus cinco músicos un elegante show.

Las cabezas del público se movían al ritmo de la música, especialmente en las canciones más roqueras, que fueron de las más aplaudidas. Bob Dylan ofreció canción tras canción a un público que disfrutó de su música sin ninguna distracción, como así el artista lo ha pretendido con un espectáculo 'phone free show', es decir, en el que los dispositivos móviles no estaban permitidos durante el concierto. Todos los asistentes tuvieron que guardar sus teléfonos en las fundas herméticas que les proporcionaron a la entrada. Ninguna foto ni vídeo durante el espectáculo, como en los conciertos anteriores a la era digital. Para disfrutar plenamente del mismo.

El estadounidense, el único Premio Nobel de Literatura que ha dado la música, se levantó en algunas canciones para tocar el piano de pie. Pudo ver entonces mejor a todo el público que llenó las butacas del Teatro del Generalife, al que no se dirigió hasta pasada la hora de concierto, cuando alguien entre el público le dijo algo al artista justo al finalizar unos aplausos, a lo que contestó con ‘All right’ – todo bien-. Dylan solo dijo “thank you” a los asistentes casi al final del concierto, cuando también apuntó que era "un hermoso lugar para tocar". "Ojalá todas las noches fueran así", dijo justo antes del momento de presentar a sus músicos, que se llevaron un caluroso aplauso.

El momento más aclamado por el público fue justo después, cuando Bob Dylan hizo sonar su instrumento fetiche, una armónica que evocaba a sus comienzos. La cuarta actuación de Bob Dylan en Granada, como no podía ser de otra manera, no defraudó. Todo lo que se vio y sonó sobre el escenario del Teatro Generalife se queda allí y en la memoria de los asistentes a un concierto que ya forma parte de la historia musical de Granada.