Los bombones más comprados suspenden en calidad según la OCU
Los chocolates que siempre se han podido hallar en cualquier hogar por su gran fama sorprenden al suspender en composición

Con una explosión de sabor e intensidad, los bombones son la opción preferida para muchos de los amantes del chocolate. Ya sea por Navidad, por San Valentín o por otra fecha especial, son una de las mejores opciones para regalar tanto a los seres queridos como a uno mismo. Sin embargo, este placer debe tomarse con moderación para que pueda convivir con mantener una vida saludable. Pero muchas de las opciones de bombones más comunes entre los consumidores fallan al ofrecer un gran precio por una muy baja calidad. La OCU, tras realizar un análisis comparativo entre 30 marcas reconocidas, solamente ha podido aprobar a 10 entre las analizadas.
¿Qué hace que un bombón no apruebe?
El principal motivo para que un bombón no apruebe este análisis de calidad de la OCU es el uso de otras grasas que no sean manteca de cacao. La composición ideal para un bombón debería ser del 100% de este tipo de grasa, ya que es la encargada de producir el tan ansiado efecto de que estos dulces se fundan al contacto con la boca. Desgraciadamente, suele ser un componente más caro y, por tanto, tiende a verse reducido para abaratar costes en el producto final por otro tipo de grasas.
También la OCU valora negativamente la sustitución del azúcar por jarabes, ya sean de glucosa o fructosa. El motivo para este cambio vuelve a ser económico y afecta de una manera negativa al sabor que llega a las cajas que los consumidores adquieren.
Finalmente, también se tienen en cuenta gracias a un panel de expertos pasteleros los valores relativos a la degustación: brillo de la superficie, color, el grosor de la capa de chocolate, el relleno, el sabor y la textura.
¿Cuáles son los bombones suspensos más llamativos?
Para muchos, pensar en bombones es pensar en la emblemática caja roja de Nestlé. Desgraciadamente, en esta ocasión esos bombones están lejos de verse bien valorados. ¿Por qué? En vez de utilizar la manteca de cacao, estos famosos bombones mezclan la manteca de cacao con grasa de palma, shea, grasa lactea anhidra y mantequilla. Esta práctica es utilizada para reducir costes, pero en el caso de la caja roja no parece reflejarse en el precio final ya que son los bombones más caros del análisis (47,96 euros/kg).
También sorprenden los Trapa Sublimes, otra marca clásica que ha salido perjudicada en el análisis. Aunque no recurre a jarabes, usa mantequilla, aceite de coco y girasol en vez de solo manteca de cacao. Y los degustadores profesionales han salido decepcionados con estos dulces. A su favor, tienen un precio algo más asequible: 17,8 euros/kg.
El surtido de las bolitas de Lindt, con su cremoso relleno, es uno de los bombones más populares. Sin embargo, tampoco consigue sobresalir. El azúcar empleado es de la mejor calidad. Pero no sucede así con las grasas: en vez de ser solo manteca de cacao, en los Lindor se usa aceite de coco, aceite de palmiste y grasa láctea anhidra. Demasiadas grasas de mala calidad para unos bombones que cuestan 37,45 euros/kg.
Gyulian SeaShell también suspende según la OCU. En este caso, el problema es la degustación: no han gustado a los expertos ni el aspecto, ni el sabor, quizá por un exceso de dulzor o una textura poco lograda. El precio, en cambio, es de los más elevados: 32,6 euros/kg.
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