El 'boom' de las hamburgueserías en Granada desplaza a la dieta mediterránea: "Las tasas de obesidad no dejan de subir"

Los establecimientos de comida rápida se apoderan de Granada. Con tan solo pasear por las calles del centro o en cualquiera de sus barrios, se comprueba a simple vista que los locales de 'street food' van acaparando gran parte de la oferta gastronómica de la ciudad. Aunque, en esta jungla que es el mercado de la hostelería, las hamburguesas se están convirtiendo en las dominadoras de la industria.

Desde los 'tradicionales' Burger King o McDonnald's que tienen su espacio en pleno centro de la capital granadina, hasta la imparable tendencia de las 'smash burguers'. Con tan solo 'googlear' el término 'Hamburguesas Granada', la lista que aparece en apenas unos segundos muestra al menos unos 50 establecimientos de este tipo. Mostaza Green, Nickel Burguer, La Buena Muerte, La Calle Burguer, Sancho Casual Burguer, LIO Smash Urban, Bonita Burguer, Goiko, Mumama y así hasta completar una interminable lista de opciones. En este sector también pelean las hamburgueserías tradicionales como el Pibes o las grandes cadenas entre las que se incluyen el Popeyes o el Five Guys.

La moda de la comida rápida y, sobre todo, de las hamburgueserías está haciendo que Granada cuente con establecimientos que rompen con los esquemas preconcebidos de la hostelería. Un ejemplo es el Fico's Smash Burguer que cuenta con tan solo seis variedades de hamburguesas en su carta y únicamente se pueden adquirir para llevar, eso sin sin reparto a domicilio. Una apuesta cuanto menos curiosa, pero que reúne cada día a decenas de personas a sus puertas a las que no les importa esperar el tiempo que haga falta para conseguir su comida.

El 'boom' de las hamburguesas y de la comida rápida es tal que la sociedad ya empieza a olvidar la tan saludable dieta mediterránea. Luis Morán, dietista-nutricionista, explica que "nuestro patrón de alimentación se está alejando de la dieta mediterránea". "Nos estamos occidentalizando y adoptando una alimentación más propia a lo que se ve en las películas, en Estados Unidos", asegura.

El profesor del máster de Alimentación, Ejercicio y Deporte para la Salud de la Universidad de Granada señala la importancia de tratar este tipo de alimentos como un "consumo ocasional ya que debido a toda la oferta que existe se crea un ambiente obesogécino". "Son productos muy ricos en grasa y en azúcares y que, además, entran por los ojos y son de fácil acceso por lo que es sencillo caer en la tentación", añade.

Consciente de que estos alimentos se incluyen de forma demasiado habitual en las dietas de la ciudadanía, Morán alerta que este hábito conlleva "prescindir de otros alimentos más saludables". "Ya no comemos legumbres y es un producto que tiene mucha fibra, proteínas, hidratos de carbono... Lo que nuestros abuelos consumían habitualmente, nosotros lo hemos sustituido por productos ultraprocesados y comida rápida".

Uno de los desencadenantes que puede producir este exceso consumo de comida rápida puede ser el elevado ritmo de vida que afronta la mayor parte de la población, aunque para el profesor de la UGR esto es un "motivo/excusa". "El ritmo de vida que tenemos no acompaña para tener una alimentación más saludable, pero con una adecuada planificación es posible. Podemos acceder a productos de una calidad nutricional alta sin tener que estar siempre haciendo la compra. Hay latas, productos en conserva o ultracongelados que podrían formar parte de una alimentación saludable sin problema. Obviamente, hay que planificarse para tener esos productos en casa y no caer en llamar a un servicio de comida rápida. Con productos de cuarta y quinta gama como una bolsa de ensalada y dos/tres latas ya tenemos una comida saludable", indica.

Aunque los alimentos como las hamburguesas, pizzas y demás productos de comida rápida son mas "apetecibles o gustosos", todo parte de una buena educación alimentaria. "Si nos fijamos, este tipo de productos están muy instaurados en el patrón de alimentación de los niños. Solo hay que fijarse dónde se celebran los cumpleaños de los pequeños. En hamburgueserías o pizzerías. Estos patrones se llevan a la vida adulta".

El alejamiento de la dieta mediterránea está repercutiendo directamente en un aumento de la obesidad en la población. Tal y como señala Luis Morán, "las tasas de obesidad en adultos y niños no dejan de subir y las previsiones no son buenas". Ante esta situación, el profesor de la UGR destaca la necesidad de reducir el consumo de este tipo de alimentos y hacer que sean algo "esporádico o puntual" y "consumirlos una vez a la semana o incluso una vez al mes" y, sobre todo, recordar esa dieta mediterránea que durante tantas décadas han aportado salud y bienestar a la sociedad.