El boxeador John Carter usa el compresor para preparar el título de los superpluma en casa
El confinamiento ha supuesto que el púgil granadino, doble campeón de España, se prepare en el taller de su domicilio
El confinamiento al que se ha visto obligado la ciudadanía tras la crisis desencadenada por la propagación del virus Covid-19 ha supuesto un importante punto de inflexión en el periodo de preparación del púgil granadino John Carter de cara a la disputa del título de la Unión Europea (EBU) del peso superpluma ante el maltés Haithem Laamouz. El doble campeón de España es consciente de que se encuentra ante “la gran oportunidad" de su carrera. Pero, también, que las restricciones establecidas por el Gobierno español para preservar la seguridad de la población le obligaban a cambiar de contexto, a modificar las formas. Y también a aprovechar los pocos resquicios que le quedaron para mantener la forma “en la medida de lo posible”. Por eso, ha pasado a preparar el gran combate, aún con fecha por determinar, en el habitáculo de la casa en el que guarda herramientas y efectos de la carpintería familiar. El compresor, los hierros e incluso los cubos que guarda en su interior se han convertido en sus herramientas de entrenamiento. Así, el boxeador se sigue encontrando "bien”, aunque admite que el peso se le ha ido "un poquito”.
John Carter no olvida que, antes de que se decretara el estado de alarma, lo tenía todo bajo control, alternando entrenamientos con la rutina diaria del trabajo. “A diario me levantaba a las 6 o 6,30 de la mañana. Iba a correr una hora o cuarenta y cinco minutos. Y después, me iba a abrir el taller. De 8,30 a 12,00 horas trabajaba. Y ya a continuación me iba al gimnasio a hacer la primera sesión de físico hasta las 14,00 horas. Después comía. Y desde las 17,00 hasta las 20,00 horas volvía al gimnasio a hacer la técnica, también con Omar Sánchez (entrenador)”. Y claro, eso suponía que “estuviera bien, ligero, fuerte, rápido”. Porque es que además solía hacer sparring con José Manuel Clavero (excampeón de España del peso superwélter) y con Abdesamad Nechchad (campeón del título WBC del Mediterráneo).
Por el contrario, Carter indica que ahora se levanta, va al taller, "donde están los perros", y sale "a correr con ellos". Y después, vuelve a casa y ya hace "hora y media o dos de físico”. Carter precisa que en esta circunstancial sesión matinal hace calentamiento y, después, diez o doce asaltos de saco u otros ejercicios, en los que se vale del compresor, con el que hace "remo para la espalda". También usa una garrafa de aceite y hace zancada, y unos hierros para hacer bíceps y también sentadillas.
En su rutina también ha establecido que por las tardes saca a los perros y se pone a correr. Luego vuelve a casa para hacer un poco de técnica con su hermano, el boxeador amateur James. De esta manera, John Carter trata de mantener el tipo aún a costa de los riesgos a los que se enfrenta. “Entreno todos los días, pero las circunstancias que estamos viviendo me producen un poco de ansiedad. Y el hecho de estar metido en casa tantísimas horas suponen que siempre tengas la tentación de picar algo. Por eso, mantener la dieta es lo que más me está costando”, asegura.
Gestiones en Ogíjares
Sobre el combate ante el contrincante maltés, John Carter señala que sigue sin haber fecha. "Antes del decreto del estado de alarma se estaban haciendo gestiones para que el combate fuera en el pabellón de Ogíjares, donde estábamos encontrando una muy buena predisposición. Pero no sabemos qué es lo que pasará finalmente”, dice, y no descarta tampoco que en “última instancia” se deba celebrar otra puja porque quizás no se puedan mantener las condiciones económicas que supusieron que su promotora (MGZ) "la venciera”, pues “todo hace indicar que la crisis va a hacer mucho daño”. Es la reflexión que realiza Carter, que pronostica que el combate frente al maltés Haithem Laamouz “va a ser muy complicado". "Él tiene un boxeo muy raro. Y le gusta ir a la guerra, por lo que el espectáculo está garantizado”, afirma.