Buscar piso en Granada: el dilema entre la accesibilidad y un precio asequible
Los altos precios del centro de la ciudad y el excesivo ruido a causa de las fiestas suponen un auténtico problema para encontrar vivienda
Buscar un piso para alquilar en Granada puede llegar a ser un auténtico quebradero de cabeza. Si a la subida imparable de los precios le sumamos problemas como el excesivo tráfico de la capital o los insoportables ruidos en zonas como Arabial, Pedro Antonio o Ganivet, dar con una vivienda medio aceptable se convierte en misión imposible.
Este es el caso de Francisco y Ángela, una joven pareja que necesita mudarse a Granada por cuestiones de trabajo y que lleva semanas embarcados en la difícil tarea de encontrar un domicilio que se adapte a sus requisitos. “Nuestro trabajo está justo en el centro de la ciudad, pero las viviendas que vemos a diario o son demasiado caras, demasiado pequeñas o se encuentran en zonas donde los ruidos de los pubs no nos dejarían dormir. Necesitamos una zona tranquila, pero que nos permita estar cerca del trabajo”, explica la pareja.
Actualmente, el precio medio de una vivienda en la capital de la provincia se sitúa en los 8’43 euros el metro cuadrado, 3’14% más barato en comparación a agosto de 2020, pero tres veces superior al precio de los domicilios en la periferia que se posiciona en los 5’17 euros el metro cuadrado.
GranadaDigital ha contactado con la inmobiliaria Inmocasa para conocer el problema que supone encontrar una vivienda en la ciudad. “En el centro, en calles como Ganivet o Recogidas, suelen ser apartamentos de una o dos habitaciones a un precio superior a 600 euros el mes. Aunque el precio sea elevado, la mayoría de las personas que buscan una vivienda en esta zona lo suelen rechazar por el tema de lo ruidos. Además, aunque la oferta sea más que suficiente, hay demasiados apartamentos turísticos”, explica Amparo Pérez, asesora inmobiliaria.
Las zonas más baratas de la ciudad se sitúan en emplazamientos como Campo Verde, Casería del Montijo o Nueva Granada, aunque los más solicitados son Armilla o Albolote, municipios que se han revalorizado gracias a la llegada del metro: “En la periferia se ha notado un ligero ascenso de los precios, la accesibilidad por el metro ha hecho que muchas personas prefieran el cinturón de Granada para buscar su vivienda, es por eso que el precio del alquiler ha subido entre un 2 y 5 %. Aquí los pisos suelen rondar los 400-500 euros al mes”.
La pandemia del coronavirus también ha influenciado en las preferencias de los compradores ya que, tal y como explica Amparo Pérez, “ahora se buscan pisos con terrazas o balcones amplios ya que no se quiere volver a pasar por un confinamiento como el del 2020 donde a muchas personas les pilló en apartamentos muy pequeños y sin apenas espacios al aire libre”.
Por otro lado, aquellas personas que buscan piso, prefieren zonas más tranquilas, alejadas del bullicio de la capital. “Se prefiere vivir lejos de los servicios básicos que te ofrece el centro de la ciudad o de los pueblos a cambio de vivir en apartamentos o chalets independientes como se pueden encontrar en la Zubia y Huétor Vega”.
Sea como fuere, se podría decir que la ciudad no dispone de un punto intermedio que ofrezca a aquellas personas que buscan una vivienda en la provincia, la accesibilidad necesaria para acceder a su puesto de trabajo con una cierta facilidad y un domicilio amplio a un precio medio asequible.