La caída de la natalidad en la provincia repercute en las escuelas granadinas
Desde 2008, el registro de nacimientos ha ido disminuyendo pese a los repuntes esporádicos, que no han aliviado la situación en los colegios
España presenta en estas últimas décadas uno de los peores registros de natalidad en toda su historia. De hecho, la evolución de nacimientos y defunciones se ha tornado. Antes era costumbre que las cifras de llegadas al mundo fueran más altas pero, desde 2016, el número de defunciones ha sido más elevado que el de los nacimientos. Granada no se queda atrás en esta tendencia. Sus registros en estos últimos años también evidencian dicho problema. En julio de 2022, Granada solo sumó 4.077 nuevos bebés. Cifras que evidencian un problema que ya empieza a dejar las primeras consecuencias en los sitios donde los jóvenes son los principales protagonistas: las escuelas.
En los colegios de la provincia granadina esto está siendo un fuerte inconveniente. Ha sido algo progresivo, ya que la natalidad lleva varios años cayendo en picado. Las bajadas en los alumbramientos empiezan a darse desde 1975, como bien registra el Instituto Nacional de Estadística (INE). En dicho año hubo un total de 13.645 nacimientos. El registro fue descendiendo poco a poco con algunos años donde las cifras se mantenían más menos igual o había un pequeño repunte, aunque no salvaba una situación que se agravó con la llegada de la crisis económica en 2008.
El impacto de una mayor estabilidad y mejora económica en el país se evidenció en Granada. De 2002 a 2008 se pasó de 8.556 a 10.546 nacimientos. Un crecimiento progresivo que se dinamitó por completo con el problema monetario que se vivió en la nación a principios de la década, que dejó en el territorio granadino una bajada de la natalidad que se acentuó en 2013. Tras una pequeña subida en 2014, la continuación hasta ahora no ha sido nada próspera, lo que refleja un serio inconveniente, ya que el aumento de defunciones y poco nacimientos está haciendo que la pirámide de la población comience a experimentar un serio cambio.
Los centros educativos son los primeros damnificados
Las guarderías y escuelas son las primeras que están sufriendo esta circunstancia, pues son los primeros damnificados debido a que viven por y para los alumnos más pequeños. Los centros educativos de infantil y primaria lo magnifican todavía más, ya que está abrupta caída de nacimientos se acarrea desde hace unos años, que está teniendo sus primeros efectos en los niños y niñas que arrancan en estas categorías. Los que han entrado en el curso escolar 2022-23 a infantil y primaria son los nacidos en 2019 y 2016, fechas en las que la tasa de natalidad rozaba cifras históricas en Granada.
La caída de nacimientos se ha visto agravada por completo. En 2020, el último registro que toma por completo el INE, manifiesta que la provincia de Granada solo suma 7.050 nacimientos, mientras que deja un total de 9.599 muertos. Manuel Ruiz, director del Colegio San Isidoro, lo evidencia. En su centro, que es "pequeño y de una solo línea" se ha notado "un poco" ya que "la bajada de natalidad ha sido espectacular" y en los próximos años puede volverse una situación muy complicada.
"El problema se nota especialmente en infantil y primaria, aunque quizás sobre todo en los más pequeño, en los que han entrado a tres años", manifiesta el dirigente del centro, que especifica que, además de la natalidad, "hay bastantes factores que hay que tener en cuenta, como los impuestos y demás".
"Hemos notado una pérdida entre el 10 y el 20% respecto al curso pasado"
Manuel Ruiz asevera que han notado "una pérdida entre el 10 y el 20% de alumnos" respecto "al curso pasado", lo que muestra que dicho problema trasciende poco a poco en las principales escuelas de la provincia y capital. No obstante, resalta que la labor de la escuela "va a continuar siendo igual, dando un excelente servicio a los padres que confían en nosotros" pese a que trascienda una dificultad por el cierre de las clases de los distintos cursos.
"Hay que confiar en las familias granadinas. No depende de nosotros los límites de las clases. La Junta es quien lo delimita. A partir del segundo ciclo de infantil ya hay un límite de alumnos. Si en un futuro esto se hace más complicado, esto va a afectar notablemente a todos los centros", continúa Ruiz.
El Colegio San Isidoro es concertado y, pese a que no tenga la misma situación que los públicos, es cierto que la dificultad para cerrar los listados de niños y niñas para las clases puede convertirse en un inconveniente de aquí a los próximos años si la situación de la natalidad no sufre un repunte en estos meses que haga reconducir la situación actual.
La precariedad, falta económica y pésimas disposiciones por falta de trabajo no auguran un futuro más positivo. Quizás el principal problema sea ese, y no la falta de natalidad como tal. Al final, esta es una respuesta que ejemplifica y da forma a una realidad que debe ser asumida por toda la sociedad, incluidos sus dirigentes.