La calle más alegre de Peligros durante la cuarentena
Los vecinos de la calle Andalucía juegan al Bingo, cantan y bailan para animar las tardes de confinamiento
Estos días en los que, por responsabilidad, todos debemos permanecer en casa se están haciendo mucho más llevaderos en el municipio de Peligros, gracias a la simpatía y el ingenio de los vecinos de la calle Andalucía. Todas las tardes, los residentes de esa avenida salen a sus balcones y ventanas un par de horas antes de las 8 de la tarde -hora en la que toda España se une para aplaudir a los profesionales que siguen realizando su trabajo a pesar de la crisis sanitaria por la que estamos pasando- y llenan de vida esos 120 minutos con sus cánticos de 'línea' y 'bingo' que resuenan varias calles más arriba.
La iniciativa surgió de Laura Blanca, una vecina a la que el estado de alarma le pilló haciendo una visita de fin de semana a la casa de sus padres en esta localidad granadina. Aprovechó para hacer limpieza en su habitación de juventud y descubrió unos cartoncillos de un Bingo al que jugaba con su familia cuando era pequeña. Utilizó el momento en el que salía de casa a recoger el pan del panadero, que aún va todas las mañanas a las viviendas de este municipio, para repartir las cartulinas plastificadas en los buzones "y evitar así el contacto directo con mis vecinos, que muchos son personas mayores y no quiero que se puedan contagiar con el virus", apunta esta joven.
"Usamos lentejas, garbanzos, piedrecitas... lo que cada uno tenga en sus casas para tachar los números y no estropear las tarjetas para que nos sigan sirviendo de una vez para otra. Un vecino pone un altavoz desde su casa con un programa que dicta aleatoriamente los números y no jugamos dinero para que no haya tampoco contacto con las monedas, así que aplaudimos y le dedicamos una canción a quien haya ganado", explica Laura, ilusionada al ver a las personas que la han visto crecer tan emocionadas con esta idea, sobre todo, a los más mayores que, ahora más que nunca, no deben salir a la calle para estar lo más protegidos posible contra el Covid-19.
Y todo con la intención de divertirse y hacer convivencia entre ellos a pesar de la distancia que los separa. Ríen, bailan y esperan ansiosos a las 6 de la tarde con la esperanza de cantar un "bingo" que les haga ser también los protagonistas de los aplausos de ese día.