Los camareros se plantan: "Sí queremos trabajar, pero con unas condiciones dignas"
Desde CCOO Granada apuntan que regular el convenio y profesionalizar el sector es clave para dar una solución a la situación de precariedad
'Se busca camarero' o 'Se busca cocinero'. Cientos de establecimientos en Granada tienen colgado este cartel en la entrada de sus locales. Se necesita personal para trabajar en la hostelería y más aún con el verano a la vuelta de la esquina y con el turismo internacional recuperando poco a poco sus cifras prepandemia. De hecho, la empresa de Recursos Humanos Randstad publicó hace unos días una campaña para buscar a 1.000 profesionales del sector en toda España. Trabajo hay, pero los puestos no se ocupan y este problema sigue creciendo por momentos y enfrentando cada vez más a empresarios y patronales.
Con tres millones de parados en el país, a muchos les puede sorprender el saber que hay empleos disponibles, pero que la gente los rechaza. La respuesta es más sencilla de lo que parece y la da Alejandro García, responsable hostelería de CCOO Granada, "la gente quiere trabajar en hostelería, pero con unas condiciones dignas".
La realidad de este sector pasar por horas extras sin pagar, contratos con jornadas laborales que no corresponden con la jornada realmente trabajada, tan solo un día de descanso y sin vacaciones. Obviamente existen excepciones. De hecho, desde CCOO aseguran que en la Costa Tropical se puede acceder a otro tipo de trabajos, mejor remunerados y con mejores condiciones, es por ello que "la gente no está dispuesta a aceptar cualquier cosa cuando, además, sabes que puedes encontrar mejores opciones en otro sitio".
Parte fundamental de la problemática pasa por el salario percibido. Desde la Federación de Hostelería y Turismo afirman que se está cumpliendo con el convenio que establece el sueldo a recibir en unos 1.400 euros por la jornada completa y que "se les paga lo suficiente, lo que dice la ley", así lo explica su presidente Gregorio García. Sin embargo, es casi un secreto a voces que la mayoría de los camareros, o no están contratados, es decir, trabajan en negro, o en su contrato figura una jornada laboral inferior a la real. Por lo tanto, no cobran lo que merecen.
Lejos de suposiciones o secretos a voces, Alejandro García explica dos casos que está tratando en estos momentos. Por un lado, el de una chica que ha sido despedida al exigir entorno a 4.000 euros que su empresa le debía. Por otro, un hombre pensaba que estaba cotizando 40 horas semanales y al revisar su contrato comprobó que tan solo estaba dado de alta 30 horas. "Esta persona lleva toda la vida trabajando, pero con muchas menos horas cotizadas de las que realmente le corresponden. Además, en su contrato figura como ayudante de cocina cuando es el cocinero. Le están quitando dinero por todos lados". Mientras los empresarios se empeñan en decir que "la gente no quiere trabajar", esta es la verdadera realidad, la de un sector esclavizado.
Falta de acuerdo para el convenio
Para solucionar este problema sería fundamental llegar a un acuerdo para el nuevo convenio que regule la profesión. El actual expiró el 31 de diciembre de 2019. A causa de la pandemia, se retrasó su remodelación, pero con casi ya un año de normalidad cumplido, ambas partes aun no han llegado a un consenso para su renovación.
El convenio actual establece que la jornada laboral será de "40 horas semanales con dos días de descanso ininterrumpidos que no podrás ser compensado económicamente. El descanso semanal será rotativo y se garantiza que el descanso semanal de sábados y domingos, será al menos una vez cada seis semanas". También se regulan otros aspectos como que "entre la terminación de la jornada y el comienzo de la siguiente deberán transcurrir como mínimo doce horas". En cuanto al periodo de vacaciones, el convenio establece que será de 33 días naturales ininterrumpidos y que, aquellos trabajadores que tengan derecho a este descanso, deberán disfrutar al menos de quince días consecutivos en el periodo estival, es decir, del 1 de junio al 30 de septiembre.
Este medio ha podido ponerse en contacto con un camarero que "goza" de un contrato de 40 horas semanales y al mostrarle las condiciones que quedan reguladas en el convenio del sector asegura que "lo único que sí cumple mi empresa es lo del descanso de los dos días por semana, el resto ni está ni se le espera". Para preservar su intimidad, el entrevistado ha preferido no dar su nombre ni lugar de trabajo.
Desde CCOO, apuntan, además, que "los empresarios no quieren firmar el convenio y el último escollo ha sido el incremento de los precios de los últimos meses. Lo que nos ofrecen son salarios de miseria".
Profesionalización del sector
"Los empresarios se están encontrando falta de profesionales, no falta de gente. Los que saben trabajar en hostelería tiran para otros trabajos", explica Alejandro García. Desde los sindicatos piden fomentar la profesionalización del sector, pero para ello se necesita un convenio con "unas condiciones dignas y formación para los trabajadores, pero cuando planteamos estas cosas en las negociaciones la respuesta de los empresarios es que no hay dinero para esto".
Alejandro García asegura, además, que "los que se están formando en la FP de hostelería no cobran lo que deben, por lo tanto los empresarios se encuentran con gente sin experiencia laboral. A mí me han llegado a decir que tienen a gente trabajando que no sabe ni coger una bandeja. Esto pasa porque los servicios los sacan adelante con dos o tres que sí saben y cuatro o cinco que no. Al haber desempleo, siempre se van a encontrar a una persona desesperado o joven que necesita trabajo".
Ante la clara falta de personas para cubrir los puestos vacantes, Gregorio García apunta que "el servicio se verá afectado, pero que se intentará salir adelante, quizás buscando gente de fuera que venga con permiso de trabajo".