Cambiar de mentalidad para perder peso

Diferentes expertos enfatizan la necesidad de mejorar la autoestima de cara a cualquier intento de reducción de peso

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Tan importantes son los alimentos que se ingieren como la actitud hacia la alimentación
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Si en las vacaciones queremos disfrutar sin pensar en la báscula, lucir una talla menos o simplemente estar más sano y la dieta es nuestro mejor aliado tampoco es ningún secreto que gran parte del camino se recorre con motivación. Por eso, nunca está de más poner en práctica nuevas estrategias para fortalecer el músculo de la autoestima y de la voluntad.

Según explican en el boletín de noticias web de la Dieta de la Clínica Mayo, dirigido a quienes siguen este plan que propone la institución médica estadounidense, los pensamientos negativos que a menudo se plantean quienes intentan bajar de peso con una dieta pueden tirar por la borda todo lo conseguido.

Dejar de plantear una mirada autodestructiva sobre la pérdida de peso y conseguir mantenerse motivado para alcanzar los objetivos propuestos puede ser más sencillo si se tienen en cuenta estos consejos de los facultativos estadounidenses.

- Frente a las creencias negativas y monólogo interior: el monólogo interior que nunca para influye en nuestras acciones. Pensamientos como "Nunca voy a perder peso" o "No estoy hecho para hacer ejercicio" pueden debilitar tu autoestima y detener tus progresos.

1º Reemplaza estos pensamientos con afirmaciones positivas. En vez de pensar "No puedo acostumbrarme a seguir un plan de ejercicios" piensa "Puedo conseguir un objetivo realista hoy".

Frente a expectativas no realistas: muchas personas imaginan que perder peso arreglará todos sus problemas. Tu vida probablemente cambiará con la pérdida de peso, pero probablemente no de la forma en la que te imaginas. Perder peso no garantiza una mejor vida social o un trabajo más satisfactorio.

2º Centra tus expectativas en aquellos beneficios muy reales como tener más energía y una mayor autoestima.

Frente a la rigidez: palabras como siempre, nunca o debería nos sitúan bajo una presión que no necesitamos. Si te dices a ti mismo que nunca comerás chocolate de nuevo o que debes caminar cada día más de 3 kilómetros puedes tener recaídas en las que te sientas culpables.

3º Debes permitirte ciertos caprichos de vez en cuando como cuando sales a cenar con los amigos pero no cuando te sientas mal.

Frente al pensamiento de 'todo o nada': fallar al seguir una dieta no significa que un fracaso. Si comes mucho un día no has arruinado tu plan. Esta clase de pensamientos mejor contrarrestarlos con la moderación, por ejemplo, no hay alimentos 'buenos' ni 'malos' y está bien tomar un postre de vez en cuando.

4º Es bueno pensar que al día siguiente se volverá a la dieta. Los estadounidenses lo tienen claro: "Sé flexible en este viaje para perder peso que has comenzado. No hay que esperar la perfección, si te equivocas siempre puedes aprender del error".