Camilo demuestra en Granada que 'una noche así nadie le ha dado'
La Plaza de Toros de la capital fue el escenario de la visita del artista colombiano 'por primera vez' a la ciudad, la noche del miércoles
Bajo lo que al principio pareció ser un cielo que amenazaba con lluvia, Camilo, uno de los artistas internacionales del momento, respiró 'el mismo aire' que alrededor de 4.000 personas que pudieron disfrutar de la primera actuación del colombiano en Granada, quien además ha iniciado su gira 'Mis manos' por Europa en España. Finalmente, no cayó ni una gota y además, la noche de este miércoles, la Plaza de Toros de la capital respiró un ambiente fresco, reflejo de que este verano está apurando sus últimos días.
Pese al destacable incidente de la noche, por el cual, al menos unas mil personas se perdieron el principio de la actuación, pues ésta comenzó unos 15 minutos antes de que todo el mundo se acomodara en el interior de la plaza, el espectáculo terminó dejando un buen sabor de boca a los asistentes. Si bien el artista no tuvo conciencia de esto, la no muy buena organización del evento provocó reacciones en los granadinos que se reflejaron en puntuales comentarios como "Vamos a reclamar", "En mi vida he ido a un concierto que ha empezado antes de que entráramos todos", o, incluso, en carreras hacia la puerta o gritos al unísono en forma de protesta, como "¡Fuera!, ¡Fuera!, ¡Fuera!".
Tras este altercado que duró unas tres canciones, además del saludo inicial del artista, cuando todo el público se encontraba ya dentro del recinto, el colombiano agradeció a "su hermano", Pablo Alborán, su colaboración en uno de los temas que lo ha propulsado en la industria musical española.
La luna creciente y algunas nubes con tintes rojizos y grisáceos fueron el escenario perfecto para 'Manos de tijera', uno de los temas más melancólicos de Camilo, quien lo interpretó sentado a solas en el escenario, con la única ayuda de un piano.
Momentos de pausa y...después de destacar entre el público del ruedo la presencia de una bandera de Colombia con su nombre escrito, presentó ante todos a su esposa, la también cantante venezolana Evaluna.
A partir de ese momento, la actuación se convirtió en una indiscutible declaración de amor de Camilo hacia su mujer. Juntos cantaron 'Machu Picchu' y 'Por primera vez' y disfrutaron de cada baile y cada beso que se regalaron el uno al otro frente al público granadino. Cuando parecía que ella se despediría para el resto de la noche, Matías, un pequeño niño sentado en primera fila, lanzó una flor al escenario, lo que sacó la parte más tierna de Camilo, quien invitó de nuevo a Evaluna, 'la pulguita', al escenario y se la regaló de parte de ambos.
"Todas las canciones que escribo son para mi mujer, mi fuente de inspiración", aseguró el cantante, que, junto a Dani, el guitarrista que lo acompañaba, tocó 'Tuyo y mío', una serenata a la que acompañó un juego de luces amarillas que recorría la grada de un lado a otro, dándole al espectáculo el toque más mexicano de la noche.
La verdadera fiesta comenzó cuando Camilo homenajeó a dos artistas y también amigos puertorriqueños: primero, con 'Despeinada', la canción en la que el colombiano colabora con Ozuna. El ritmo y unas luces moradas provocadas por la mezcla de focos azules y rojos invadieron la Plaza de Toros de Granada, mientras el cantante bailaba descalzo sobre una alfombra. Después, con 'Tattoo', tema interpretado junto a Rauw Alejandro, quien visitará Granada el próximo 3 de octubre en el Centro Comercial Nevada.
Quizá la parte más emotiva fue cuando Camilo se sentó frente al público para saludar a sus padres, sentados en primera fila, así como para hablar durante un ratito con Ada, una niña de ocho años que acudía 'por primera vez' a un concierto. El artista internacional mostró ahí su parte más personal y cercana, pidiendo a la pequeña que siempre recordara que "el tipo del bigote" le dijo que "todo lo que sueñes, lo vas a alcanzar, que nadie te diga lo contrario". Camilo reflexionó entonces sobre las innumerables veces en las que había imaginado interpretar sus canciones delante de todo el mundo, tan lejos de su Medellín natal.
'Ropa cara' puso fin a esta bonita pausa para transportarse a un estado emocional totalmente distinto: el reguetón se hizo hueco entre los miles de personas para hacer de la Plaza de Toros de Granada una gran discoteca en la que todos bailaron al compás de Balenciaga, Gucci y Prada. Continuaron los movimientos de caderas con 'Bebé', una bachata que Camilo interpretó junto a uno de los percusionistas a falta de la presencia de El Alfa, el artista dominicano que le acompaña en este tema.
Con todo el público ya en pie por el incontrolable deseo de bailar, Camilo desapareció del escenario. Tras gritos pidiendo su vuelta al escenario, así como otra canción y zapatazos en las gradas, la cámara mostró por las pantallas gigantes la foto de Evaluna y el símbolo de La Tribu (la forma en la que Camilo apoda a su comunidad de seguidores) que el artista tiene pegados en su guitarra. Con los ojos llorosos y claramente emocionado, interpretó 'Medialuna', la primera canción que el cantante dedicó a la que actualmente es su mujer, la canción que fue "el comienzo del resto de mi vida", según aseguró. Una oleada de flashes de los móviles de los presentes hicieron las veces de estrellas, ausentes en su gran mayoría a causa de las nubes, cuando Camilo pidió a todas las parejas que habían asistido juntas que se besaran y recordarán para siempre ese momento. "Quien a su lado tenga a alguien a quien no conoce, por favor, absténganse de besarse", dijo entre risas.
El casi punto y final lo puso 'Kesi', tema con el que el artista mostró su lado más desenfadado, saltando de un lado a otro sobre la alfombra y haciendo que todos bailaran: niños pequeños con sus padres y hasta los propios progenitores de Camilo, quienes no pudieron aguantar más tiempo sentados. Entre los divertidos pasos de baile del colombiano destacó un giro, muy característico de David Bisbal, quien se encontraba al otro lado de la ciudad, ofreciendo el primer concierto del ciclo de conciertos de 'Cabaret Festival' en el Palacio de Deportes.
Un pequeño corte de luz interrumpió la interpretación de 'Vida de rico', pero no las ganas de Camilo, y es que el público continuó cantando la canción aun sin el sonido de los instrumentos. Después de volver a empezar con este tema, la bandera de La Tribu despidió a los granadinos, que se fueron del recinto bailando y cantando y diciendo adiós al artista que vino 'por fin a Europa'.