Las campanas vuelven a sonar en la iglesia de Santo Domingo

Fueron retiradas el pasado 10 de septiembre para ser reparadas y ahora tienen yugos de madera para ajustarse a la normativa de seguridad y de estética obligatoria para un Bien de Interés Cultural

IMG_20191009_191541
El campanario de Santo Domingo, con las campanas ya restauradas | Foto: GD
Guillermo Ortega
0

La iglesia de Santo Domingo, en pleno corazón del barrio granadino del Realejo, vuelve a tener sus campanas, que fueron retiradas el pasado 10 de septiembre para ser objeto de una reparación. Ahora que el barrio está de fiestas (lo estará hasta este sábado), repican de nuevo en todo lo alto de la espadaña del templo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Según han detallado los responsables de los trabajos, se han limpiado los bronces y se le han hecho los yugos de madera para que cumplan todas las normativas tanto de seguridad como de estética en un BIC.

El arreglo era necesario porque estaban muy deterioradas. Según Alejandro Corral, directivo de la Asociación de Vecinos del Realejo, llevaba bastante tiempo estropeada pero su estado empezó a revestir realmente gravedad hace cosa de un año y medio, hasta el punto de que la parroquia decidió que dejara de sonar. Más que nada, por el peligro de derrumbe que eso acarreaba.

La iglesia de Santo Domingo es, desde el punto de vista arquitectónico y escultórico, una de las más valiosas de cuantas hay en Granada. En su parte lateral se aprecian elementos góticos (las típicas gárgolas) de gran valor, la fachada principal es de estilo renacentista y tiene como principales focos de atracción las columnas, coronadas con las iniciales de los Reyes Católicos, y la pintura que representa una hornacina de la Virgen del Rosario, a la que está consagrado el templo.

Dentro, lo más interesante es sin duda el retablo que conduce al camarín de la Virgen, repleto de imágenes de ángeles y querubines. Y el camarín en sí es una auténtica joya digna de ser visitada para una iglesia que es, además, el epicentro del barrio cuando llega la Semana Santa, puesto que alberga tallas de gran valor artístico que se procesionan durante esos días.