El cáncer infantil, una enfermedad que afecta a 30 niños al año en Granada
La oncóloga María José Ortega afirma que "los tumores infantiles más frecuentes son los relacionados con el sistema nervioso y la leucemia"
Este martes se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil con el fin de que la sociedad se conciencie sobre esta enfermedad y de la necesidad de que los niños puedan acceder a un pronto diagnóstico y tratamiento adecuados, según su patología.
Como refleja el informe del 'Observatorio del cáncer', cada año se diagnostica en España cerca de 1.000 cánceres nuevos en pacientes menores de 14 años. Aunque se ha avanzado mucho en el diagnóstico y el tratamiento, el cáncer se sitúa como la primera causa de muerte por enfermedad en este rango de edad. Según el registro nacional de tumores infantiles, la supervivencia de los niños con cáncer 5 años después de ser diagnosticados, es del 75%. Esto se puede traducir como que, desde el año 1980 al 2006, la supervivencia ha aumentado un 43%. Es imprescindible un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para estos pacientes.
En el ámbito local, en la provincia de Granada se diagnostican anualmente 30 casos de cáncer infantil, siendo los más frecuentes en esta franja de edad los relacionados con el sistema nervioso y la leucemia. El Hospital Universitario Virgen de las Nieves es el centro encargado de tratar el área de oncología pediátrica en Granada.
El cáncer es una enfermedad que, además de que puede llegar a ser mortal, interfiere mucho en la salud mental del paciente y de su entorno. María José Ortega, oncóloga pediátrica en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, afirma que, en todo momento, son los propios médicos quienes dan la mala noticia al paciente y a los padres: "Comenzamos dándoles la información, hablando del pronóstico, de que es un proceso largo, etc. Quien facilita la información es, principalmente el propio médico, aunque podemos estar acompañados de psicólogos". Y es que, en muchas ocasiones, los profesionales que tratan la salud mental tienen la labor de sostener a los niños y a las familias. "Los familiares preguntan mucho qué va a pasar, cómo va a pasar y cuánto tiempo va a pasar", indica Ortega.
No se dan los mismos tipos de cáncer en niños que en adultos
Los diagnósticos confirman que no se dan los mismos tipos de cáncer en niños que en adultos, por lo que el tratamiento puede diferir según la clase de tumor. "El tratamiento es muy diferente en niños respecto al de adultos. Las leucemias infantiles son, sobre todo, linfoblásticas agudas, enfermedad que en adultos no es tan frecuente".
La leucemia es un tipo de cáncer sanguíneo que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas. Los glóbulos blancos, aquellas células encargadas de proteger el cuerpo contra las infecciones, son producidos en la médula ósea. La leucemia lleva a un aumento incontrolable de la cantidad de glóbulos blancos, por lo que impiden que se creen plaquetas o glóbulos rojos, produciendo un empeoramiento en el funcionamiento del cuerpo humano.
"En cuanto a los tumores cerebrales, se da la particularidad de que hay tumores específicos en niños que no se dan en adultos. En la infancia hay tumores que se dan con mucha más frecuencia en esa etapa de la vida y, por tanto, hay tratamientos específicos. Por ejemplo, en adultos son muy frecuentes los carcinomas y en niños no se suele ver esto. Los tumores cerebrales, en la mayoría de adultos, son glioblastomas, y eso se ve menos en la infancia", añade la oncóloga.
El cuerpo de un niño está sujeto constantes cambios debido al crecimiento, por lo que el tratamiento de la enfermedad puede variar. "Tenemos que ir modificando continuamente los tratamientos día a día ya que en esa etapa los niños experimentan cambios de peso, de altura y de talla continuamente. El procedimiento varía según el pesaje y el tallaje, tanto si pierden peso como si ganan. También, en general, proporcionalmente la dosis en niños es un poco más elevada respecto a la de adultos", concluye Ortega.
El cáncer es una enfermedad 'invisible' debido a que, en el comienzo de su desarrollo, no muestra síntomas. Un tratamiento rápido y precoz es clave para un mejor tratamiento y que la probabilidad de que tenga cura sea lo más elevada posible. Son muchos los que piensan que esta patología afecta a la población adulta, sin embargo, en la infancia también se notifican casos.