Cáncer de ovario: el 80% de los tumores son diagnosticados ya en fases avanzadas

El cáncer de ovario todavía sigue siendo un gran reto para la oncología. Uno de los factores que más contribuyen para este escenario es que la enfermedad presenta síntomas iniciales muy poco específicos, que pueden confundirse con los de otras condiciones y tardar el diagnóstico. El gran problema es que, cuando hablamos de cáncer, el tiempo es oro.  

Por ello, desde 2013 se celebra el Día Mundial del Cáncer de Ovario el 8 de mayo, con el objetivo de concienciar a la población, aumentar la visibilidad sobre la enfermedad y reforzar la importancia de la necesidad de revisiones periódicas. 

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), para 2023, se estima que hay más de 3.500 nuevos casos de cáncer de ovario en España y, por la dificultad de tener diagnósticos tempranos, cerca del 80% de ellos ya se encuentran en fases avanzadas. Además, de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021, la enfermedad representa un 3% de los tumores entre las mujeres y es la quinta causa de muerte por cáncer en la población femenina española, quedando solo por detrás del de mama, pulmón, colon y páncreas. 

A continuación, te contamos los principales síntomas, causas y factores de riesgo del cáncer de ovario. 

¿Qué es el cáncer de ovario? 

El ovario es un órgano en la pelvis que tiene entre dos y cuatro centímetros de longitud. Cada mujer presenta dos y son estructuras que desempeñan funciones importantes como la producción del gameto femenino (ovocito) y la secreción de hormonas femeninas. 

Por lo tanto, el cáncer de ovario es una enfermedad caracterizada por el desarrollo de un tumor maligno en esta región, como consecuencia de una acumulación de alteraciones genéticas que causa un crecimiento y proliferación incontrolada de las células.

¿Cuáles son los principales síntomas del cáncer de ovario? 

En general, los síntomas de las etapas iniciales pueden pasar desapercibidos o confundirse con trastornos digestivos o con patologías benignas, como la endometriosis o los ovarios poliquísticos. De acuerdo con la SEOM, la principal causa de la elevada mortalidad por este tipo de cáncer está en la dificultad de diagnosticarla precozmente ya que, cuando empieza a causar signos más visibles, el cáncer ya suele estar diseminado. 

Los síntomas más habituales son distensión abdominal progresiva o hinchazón, sensación repetida y persistente de plenitud con la comida -incluso con pequeñas cantidades-, diarrea o estreñimiento, micción frecuente, sangramientos vaginales, pérdida del apetito y peso. 

¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo?

La causa del cáncer de ovario todavía no es conocida. Pero, de acuerdo con algunos estudios, hay factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar la enfermedad. En general, la edad es uno de los más importante. El cáncer de ovario afecta más a las mujeres postmenopáusicas, con una incidencia máxima entre los 50 y 75 años. 

La genética también tiene un gran peso en esta cuestión. Según la SEOM, alrededor del 20% de los cánceres de ovarios son hereditarios y tener antecedentes familiares de tumores como de mama, colon o endometrio también puede aumentar las opciones de que surja esta enfermedad. 

Además, otros factores de riesgo relevantes son llevar un estilo de vida poco saludable -sedentarismo, obesidad-, consumir alcohol y tabaco, no haber tenido hijos, menstruación temprana o tardía, antecedentes ginecológicos previos como la endometriosis u ovarios poliquísticos, someterse a terapias de fertilidad o de reemplazo hormonal. 

Por fin, el tratamiento del cáncer de ovario está cada vez más avanzado, pero el diagnóstico precoz todavía es el factor clave para aumentar las posibilidades de éxito. Así, las técnicas y terapéutica adoptadas dependen de varios aspectos importantes como el grado de extensión de la enfermedad -si se encuentra en estadios iniciales o más avanzados- y la situación clínica de la paciente.