La 'cara B' de la Cumbre Europea de Granada: "Hemos tenido que alquilar otra oficina para atender a la clientela"
Vecinos y comerciantes del entorno del Palacio de Congresos y la Alhambra se quejan amargamente de falta de información
Es el tema de conversación de moda, el más repetido en todas las comidillas. "Oye, ¿te has enterado de lo de la Cumbre Europea?", pregunta una granadina a otro en el autobús de camino al trabajo y a primera hora de la mañana. "Sí, pero yo no sé ni qué calles van a cortar ni nada", responde antes de escuchar nuevamente a su interlocutora anunciar que "parece que va a haber hasta manifestaciones y todo".
Granada se convertirá durante los próximos jueves y viernes en la capital de Europa, y Fuerzas de Seguridad del Estado, transportes, hoteles e instituciones de la ciudad se preparan para el acontecimiento internacional más importante de cuantos ha acogido en su historia hasta el momento. Pero... ¿y los vecinos comerciantes del entorno de la Alhambra y el Palacio de Congresos? ¿Tienen previsión de cómo tendrán que adecuar sus rutinas y su actividad durante estos días? Pues la respuesta es que no del todo.
La confusión es la tónica general que domina entre muchos a tan sólo dos días de que arranque la reunión de la Comunidad Política Europea, la primera de las dos previstas en Granada, y pese a que ya desde este martes comienzan las restricciones de tráfico y aparcamiento. Así lo constatan a GranadaDigital vecinos y empresarios de aledaños a los dos puntos calientes en los que se desarrollará la Cumbre Europea.
"Hemos buscado información y soluciones para poder acceder a nuestras viviendas y cocheras o puestos de trabajo este jueves y viernes. A primera hora de la mañana [de este lunes] la Policía Local no tenía instrucciones y en la web de Movilidad remitían al Hotel Saray para obtener acreditación. Una vez allí te dicen que no hay acreditación para los vecinos o trabajadores afectados por las restricciones de movilidad en la zona del Palacio de Congresos", denuncia un residente de este área situada al sur de la capital. "Sorprende que se improvise en algo que ya conocen desde hace tiempo y no puedo evitar pensar que se nos ha ignorado de una forma tan humillante", añade amargamente.
Una situación similar describe Rocío Martínez, socia de ARO Abogados. Su bufete es uno de los comercios que se ubican en los bajos comerciales del paso subterráneo que forman la escalinata y la terraza del Palacio de Congresos, en pleno Paseo del Violón. Al depender del parking del Palacio, su actividad queda condicionada al horario de esta instalación. Y el parking del Palacio de Congresos permanecerá cerrado por motivos de seguridad desde el día 3 de octubre a las 16:00 horas hasta el 6 a las 18:00. "Parece ser que sí, que tenemos que cerrar desde mañana [por este martes] a las cuatro de la tarde hasta el viernes a las ocho de la tarde, aunque no tenemos todavía confirmación por escrito", afea Martínez a la organización.
Esta empresaria lamenta la "gran desorganización en conjunto" que ha contribuido a una "desinformación generalizada para los que hemos tenido que cerrar, y a quienes no nos dan una alternativa". "Si de esto nos hubieran informado con más tiempo, podríamos habernos llevado expedientes de la oficina. ¿Quién nos indemniza por este cierre?", se pregunta antes de aclarar cuáles han sido los tiempos con los que han podido anticiparse a los contingencias: "Nos avisaron más o menos el viernes por la mañana. Llevábamos varios días preguntando y nada. De casualidad, un señor vino a pedir medidas para poner una pancarta hace diez días y así nos enteramos". En ARO Abogados no les quedará más remedio que teletrabajar, a la par que van avisando a los clientes de esta circunstancia. La actividad la tendrán que trasladar a "un despacho que hemos tenido que alquilar por horas para atender a la clientela". "A los pequeños siempre nos dejan atrás", resume la empresaria.
Antonio Valenzuela, portavoz del mítico Restaurante Valenzuela que se encuentra en la misma plaza Rotary y ya jubilado, confirma que, "en principio, no tenemos restricciones ni tenemos que cerrar, pero sí nos han pedido la documentación de todo el personal. Me están diciendo que caminando puede entrar la gente hasta la misma rotonda del Palacio". En efecto, no habrá restricciones a la movilidad a pie para vecinos y comerciantes de calles afectadas por las restricciones de tráfico, pero sí que habrá que ir identificado en todo momento con el DNI o el carnet de conducir.
Los que sí lo tienen más complicado son los comerciantes del entorno de la Alhambra. A Antonio Aguilar, propietario de la Pizzería De Langus, no le han obligado a cerrar el negocio, pero lo hará porque "con la Alhambra cerrada y el paso restringido, abrir va a ser sólo hacer gasto". "¿De qué nos sirve estar abiertos? Es una faena para los que estamos aquí arriba", sentencia.
Las restricciones de tráfico y al aparcamiento serán el caballo de batalla con el que tengan que lidiar los vecinos y comerciantes de las dos grandes zonas afectadas, el Palacio de Congresos y la Alhambra, mientras que los primeros incluso tendrán que pedir una acreditación en el Hotel Saray si viven en el área circundante del conjunto monumental.