Cáritas invirtió 6,8 millones de euros en 2022 para ayudar a más de 7.200 personas en Granada
La organización señala que la nueva crisis inflacionista incrementa aún más "el riesgo de exclusión social" de muchas familias
Cáritas Diocesana de Granada ha invertido en el último año 6,8 millones de euros en ayudar y mejorar las condiciones de vida de 7.216 personas en la diócesis granadina. Esta cifra es un 17% superior a la registrada en 2021 por la esta entidad solidaria de la Iglesia católica.
Según el informe presentado por el delegado episcopal, Alfonso Marín y la directora de Cáritas Diocesana de Granada, Luisa María Maeso, la nueva crisis inflacionista está afectando a muchas familias vulnerables, incrementando aún más "el riesgo de enquistamiento o cronificación de las situaciones de exclusión social".
El balance de actividad refleja aún los efectos de la pandemia, en tanto muchas de las personas que llegaron a Cáritas al inicio de la crisis del coronavirus han continuado en la red de acogida durante 2022. A este 43% se han sumado nuevos casos de personas afectadas por el encarecimiento del coste de la vida (31%).
Muestra de ello es el destacado aumento de los recursos destinados al programa de acogida y atención primaria, con una partida de 1.185.234 euros para la cobertura de necesidades básicas de 6.233 personas. Ha sido "gracias al compromiso e implicación de las comunidades parroquiales y a la dotación extraordinaria de ayudas de primera necesidad concedida por la Junta de Andalucía", han indicado desde Cáritas en una nota.
En total, 555.404 euros se han destinado a ayudas de emergencia para el pago de alquileres, hipotecas y suministros, lo que supone un 55% más de recursos con respecto al año anterior. El análisis de datos recopilados en el programa muestra que el 42% de la población atendida ha tenido dificultades para pagar el alquiler o las facturas de suministros.
Un 17% ha recibido avisos de corte de suministros y un 7% ha sufrido algún tipo de amenaza de expulsión de su vivienda. Como estrategia de afrontamiento y subsistencia, el 25% se ha visto obligada a recurrir al cambio de vivienda (4%), compartir piso (10%), acogida en casa de familiares (5%) u optar por el subarriendo habitacional (6%) por cuestiones económicas.
El 86% de las personas atendidas han tenido que reducir el gasto en alimentación, un 68% han dejado de comprar productos frescos ante la subida de precios y un 10% no disponen de recursos para comprar medicación, accesorios sociosanitarios (prótesis, gafas o audífonos) o acceder a tratamientos bucodentales.
"Ante este contexto hemos reforzado la cobertura de ayudas en salud y en alimentación, duplicando incluso, las ayudas de las tarjetas monedero, para poder cubrir las mismas necesidades y facilitar a las familias la adquisición de alimentos frescos", ha señalado Luisa María Maeso en la presentación del informe.
Por su parte el delegado episcopal, Alfonso Marín, ha expresado el reconocimiento y gratitud a todas las personas que contribuyen con la labor de Cáritas: agentes voluntarios, suscriptores, donantes y empresas colaboradoras. También "a todas aquellas que las han precedido en estos 60 años de historia. Generaciones de personas que han dedicado su tiempo, cariño y tesón, con su cercanía a los pobres".