Carmen Lomana, número tres de Vox al Senado por Madrid
Lomana, conocida por su participación en programas de televisión, podría, en teoría, lograr un escaño en la Cámara Alta
Daniel Sánchez-Garrido
La 'celebrity' Carmen Lomana se presenta a las elecciones del próximo 20 de diciembre como número tres de la lista al Senado por Madrid de Vox, el partido que fundaron los 'ex populares' Santiago Abascal y Alejo Vidal-Quadras, con un objetivo principal: cerrar la institución.
Lomana, conocida por su participación en programas de televisión, podría, en teoría, lograr un escaño en la Cámara Alta, puesto que, a diferencia de lo que sucede en el Congreso, en el Senado no se vota por un partido en una lista cerrada y bloqueada, sino que se marca individualmente el nombre de los candidatos preferidos. Son los partidos quienes deciden el orden en que figuran sus candidatos en la papeleta.
La 'celebrity', que se presenta como independiente, sucede en la lista al abogado Javier Ortega (que fue candidato al Ayuntamiento de Madrid) y al secretario general de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. "Todos ellos trabajarán intensamente con el principal objetivo de cerrar esta institución que al año cuesta 52 millones de euros a todos los españoles", ha informado el partido en un comunicado.
Carmen Lomana ya se acercó tangencialmente a la política al hacer pública su amistad con Juan Carlos Monedero, cofundador y exdirigente de Podemos, un partido en las antípodas de Vox. Su relación se fraguó tras una discusión en las redes sociales y Lomana llegó a defender públicamente a Monedero cuando éste se vio bajo la lupa de Hacienda por los pagos que había recibido desde Venezuela.
La propia candidata ha confirmado sus planes a través de Twitter, donde ha afirmado que la Cámara "sólo sirve para enchufismos y pagar sueldazos aparentando que hacen alguna función relevante" cuando sólo es, según ella, un "órgano de consulta".
Según Lomana, "muchos implicados en los EREs y otros casos de corrupción están en el Senado", un lugar que ha tachado de "cementerio de los elefantes", al que van todos aquéllos a quienes sus partidos no saben dónde poner. "Sólo les gusta a los políticos para colocar a su gente", ha insistido.
