Vídeo | Casa Ajsaris sigue esperando a Granada mientras Almería o Marbella aceleran para albergar la colección
Responsables de Patrimonio visitan este lunes varios edificios junto a Juan Manuel Segura, propietario de las obras, para evitar que salgan de la capital
Corría la mitad de la década de los años diez del siglo XX cuando José Larrocha, el maestro de todos los pintores granadinos, decidió abandonar la capital con 65 años rumbo a Buenos Aires. El motivo, la sensación de indolencia que transmitía la ciudad. Se llevó todo lo que tenía. Y, por supuesto, sus apreciados y valiosos cuadros.
Más de un siglo después, algunos de ellos han podido regresar a la ciudad que los inspiró gracias, sobre todo, al afán coleccionista de Juan Manuel Segura y Francisco Jiménez. Ambos decidieron empezar a comprar cuadros, bustos y esculturas en 1973, y en 2000 lo que adquirieron fue una antigua casa morisca en la calle Zafra del Albayzín que, tras ser rehabilitada, alberga la mayor pinacoteca de la ciudad.
Paco, como lo llama Juan Manuel, no está desde hace ya un año. Y como dicen que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, aquella salida precipitada de Larrocha podría tener una secuela secular próximamente si las instituciones, principalmente el Ayuntamiento, no se afanan en ceder un espacio digno para que las obras permanezcan en Granada a coste cero.
Esa es la mala noticia. La buena, que la primera piedra podría ponerse este mismo lunes si fructifica la ronda de visitas que Juan Manuel hará junto a responsables de la Concejalía de Patrimonio. "Ya por lo visto vamos a ir a ver estos edificios con alguien de Patrimonio porque en Cultura están tan liados, y tienen tanto trabajo, que no pueden. A mí no me importa porque para ver un edificio yo no necesito a nadie", explica en el vídeo que acompaña a esta noticia. Segura prefiere dejar en el off the record cuáles son esos edificios, aunque cabe recordar que en el pasado ya propuso llevar el legado Ajsaris a la Casa Ágreda.
El cónclave ha tardado en llegar tres meses, tiempo que ha pasado desde que se reunió con Paco Cuenca. "Estuvo aquí [en la casa] y desde entonces no se ha avanzado absolutamente nada. Eso sí, nos dieron una propuesta de edificios a ver qué nos parecía y ahora llevamos como mes y medio esperando a que el director de Cultura pueda venir a visitar esos espacios. Me parece ridículo. Yo no necesito ni al director de Cultura ni a nadie", lamenta.
Varias ciudades andaluzas interesadas
Lo de Casa Ajsaris viene de lejos. No es la primera vez que sus propietarios, ahora solo uno, dan la voz de alarma. De hecho, las negociaciones con el Consistorio se remontan a los tiempos en los que Antonio Jara Andreu era alcalde de Granada. "Solo estuve a punto de conseguirlo con Nino [se refiere a Luis Gerardo 'Nino' García Royo, exconcejal de Urbanismo con Torres Hurtado]", matiza. Tampoco es nuevo eso de que las administraciones lancen la pelota de un tejado al otro. La última patata caliente se la pasó Concha Insúa al Ayuntamiento. El 19J se acerca y, como suele decirse, todo el mundo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena.
El problema es que, según pasa el tiempo, la probabilidad de que este espectacular legado formado por entre 500 y 700 obras de enorme valor –cerca de 1.000 contando pequeñas piezas de barro– está más cerca de acabar fuera de la capital. Y ese solo sería un mal menor si al menos termina en la provincia. Guadix y Baza han presentado propuestas muy firmes para albergar la colección. La de la ciudad bastetana gusta especialmente a Juan Manuel Segura, quien no se cansa de recordar que "prefiero Granada porque Paco y yo lo hicimos por y para Granada, pero en este momento te prometo que mi prioridad es dejarla bien colocada donde yo quiera. Es decir, en el sitio más adecuado".
Y pretendientes no le faltan. Además de los ya mencionados, también han preguntado Antequera, Alcalá la Real, Marbella o Almería. "Ahora vienen de Montilla porque hay varios conventos libres. Y estamos intentando en Marbella, que es una idea que me gusta. Lo que ocurre es que Marbella es una ciudad moderna que tiene pocos edificios que vayan en consonancia con esto, por lo que creo que no llegaremos a mucho". Menos problemas en ese aspecto presenta Alcalá la Real, donde el 'pero' estaría en las recientes reformas que la Junta de Andalucía hizo en el edificio donde pretenden ubicar la colección.
En este momento, la candidata más aventajada, de acuerdo con las palabras de Segura, parece Almería: "Con ellos seguimos hablando. Tienen un edificio del siglo XVI, estilo Renacimiento, que es fantástico y enorme. Allí van a hacer el Museo de Pintura Realista, que lo lleva Antonio López. El otro día estuvo uno de ellos hablando conmigo y vamos a seguir reuniéndonos para ver qué posibilidades hay de unificar su criterio con el mío". Y ese criterio ajeno es el del comisariado, algo que le preocupa sobremanera a Juan Manuel porque "donde yo vaya tengo que supervisar que el espacio es más grande que mi casa, pues sacarlo de aquí para meterlo en un sitio que no es más espacioso que este no vale la pena". Málaga también ha mandado a la directora del Thyssen en alguna ocasión.
Los mejores pintores de Granada
Casa Ajsaris abre sus puertas los fines de semana entre las 11.00 de la mañana y las 12.30 horas del mediodía. En el interior de esta espectacular casa, donde vive el propio Juan Manuel Segura, el visitante puede encontrar obras de los mejores pintores y escultores granadinos o relacionados con Granada. Cuadros de Gabriel Morcillo, López Mezquita, el ya mencionado José Larrocha, Gómez Mir, Muñoz Lucena, Apperley o Soria Aedo. Sobre este último pintor, el propietario de la colección comenta que "tenemos la suerte de contar con la primera medalla que le dieron , que me he tirado 30 años detrás del cuadro". Fue en 1929. El estado español pagaba 2.000 pesetas y un médico catalán ofreció 4.000. "Cuando murió, les rogué al Ayuntamiento y los bancos que lo compraran. Finalmente, lo cambié por una escultura navarra de un señor de allí que lo tenía".
Una Virgen de las Angustias de Fernando Marín Chaves, pintor real de Carlos III, un misterioso cuadro de Rafael de la Torre que estudian los arqueólogos para tratar de comprender la estructura de una antigua calle de Granada y obras de Galán Polaino, Bocanegra o Juan de Sevilla también se encuentran entre la colección pictórica. "En Nochebuena en la aldea lo que están celebrando es la Navidad y lo que se ve de fondo es Ávila. Está pintado en el estudio de López Mezquita en esta ciudad", explica Juan Manuel Segura.
La colección está estructurada en torno a los tres pisos que tiene la casa sin contar la azotea. Pero es en el último donde se ubica lo que Segura denomina como "el sanctasanctórum". Se trata de un espacio abuhardillado dominado por una estructura que, cuando rehabilitaron el inmueble estaba tapada. Unos mantones de Manila de Miguel de Molina dan la bienvenida al visitante. Y dominándolos, dos imponentes cuadros de Gabriel Morcillo que vinieron desde Argentina, donde el mítico pintor granadino vendía muy bien: "Uno de ellos se lo regaló a la hija de Franco cuando se casó".
Un afán coleccionista de cinco décadas
Dos cuadros de Bertuchi los tomó prestados la baronesa Thyssen para una exposición de pintura orientalista, mientras que El castigo es el nombre de uno de estas obras colgadas en la pared de la vivienda granadina que ejerce a modo de boceto de otra que hay en La Coruña y es propiedad del Museo del Prado. En un palo del marco de La Alhambra desde el Generalife, obra de José Larrocha (173x130) propiedad de Juan Manuel pone "exceso de equipaje Madrid-Buenos Aires, 1915". En el otro, "exceso de equipaje Buenos Aires-Madrid, 1974". "En los años veinte había mucho dinero en Sudamérica y compraron muchas obras que, en los sesenta y con el corralito, tuvieron que vender de nuevo", cuenta Segura.
Y así fue como él y Paco comenzaron a aprovisionarse de obras: "Nos conocimos en 1973 y ahí empezamos a comprar cuadros que luego descubrimos que eran copias de cosas costumbristas. En 1974 adquirimos nuestro piso y en 1976 llegó el primer gran cuadro que tengo: un Ramón Carazo. A partir de ahí ya no volví a tener más fallos". Cuenta Segura que la afición por el arte ya la tenía: "De pequeño, con ocho años, estuve en un seminario, y ya desde entonces me gustaba muchísimo el arte y pintaba bastante bien. Luego, con 16 compré cuadros solo. Al conocer a Paco, compramos un apartamento y decidimos decorarlo con pinturas de pintores granadinos".
Por razones de trabajo, Segura tenía que viajar con frecuencia a Madrid y Barcelona. Todo el tiempo que tenía lo dedicaba a ver museos, galerías y subastas: "Ahí fue donde empezamos a picarnos en coleccionar. Nunca pretendimos llegar a esto. Si me lo dicen hace 40 años no me lo creo. Lo que ocurre es que salía un cuadro y lo comprábamos. El Ramón Carazo de El niño de las cerezas me costó 30.000 pesetas, que eso era el salario de los dos en un mes. A mí me pagaban el avión y las cenas y yo no cenaba".
Y entonces, Juan Manuel Segura tuvo una revelación: "Me di cuenta de que los cuadros tenían todos un color parejo. Era el barniz que había torcido por completo y tú no veías su colorido real. Cuando descubrí eso, cada semana me compraba un cuadro cuando íbamos a Madrid. Luego en Barcelona conocí a Ángel Torres, un marchante catalán que compraba pintura de allí en Argentina. Él también descubrió que llegaba a una casa de ricos de ese país y le salía mucho mejor adquirir todos los cuadros de la casa en vez de los tres cuadros catalanes que había. Los tres cuadros valían un millón y por dos se quedaba los cincuenta. Luego llegaba a España y los distribuía en cada ciudad". Así es como Paco y Juan Manuel se quedaron obras de Suárez Peregrín, Lozano Sidro o Mariano Bertuchi, de quien conserva cuadros pintados cuando apenas contaba con 12 y 14 años. La última adquisición ha llegado desde Madrid y es un Gómez Mir que representa el Generalife.
Del Prado al Metropolitan de Nueva York
"Tres cuadros de Morcillo estuvieron en Venecia en 1929 representando a los pintores españoles. El de los semidesnudos –de alto valor homoerótico– lo mandó Franco a Berlín para representar a la pintura española en 1942". Además este lunes vuelven otros dos tras haber formado parte de una exposición temporal en el Hospital Real. En Pulpí, provincia de Almería, quieren hacer un museo con obras de su autor local Pedro Antonio Martínez. Y una de ellas está en otra estancia del inmueble albayzinero.
Pero esos solo son algunos de los ejemplos más modestos de préstamos que ha realizado Ajsaris. Algunas de las mejores pinacotecas del mundo han cruzado, de una forma u otra, sus nombres con el de la casa-museo ubicada en la calle Zafra. "Hemos tenido un cuadro en el IVAM (Institut Valencià d'Art Modern), la Generalitat ha tenido otro, el Thyssen ha tenido varios y el Prado acaba de devolver un López Mezquita que hemos prestado ya ocho o diez veces. Y catalogados en libros de arte no sé cuántos hay", perfila Segura casi perdiendo la cuenta.
La calidad de lo que en Ajsaris está expuesto trasciende incluso de las fronteras españolas, pues los bustos del Ecce Homo y la Dolorosa de Pedro de Mena, dos de las obras más importantes de la colección, cuentan con dos imágenes casi idénticas en el Metropolitan de Nueva York desde hace poco tiempo. "Los han comprado de por vida, lo que quiere decir que ahora todos los museos del mundo quieren tener obras de Pedro de Mena. Por ejemplo, la única salida que he encontrado si veo que enfermo y me pongo mal es coger todas esas magníficas obras y mandarlas al Museo de Imaginería de Esculturas de Valladolid antes de que estén rodando por ahí o que se vendan", avisa Juan Manuel.
Todos los grandes escultores excepto Alonso Cano
En Ajsaris también están todos los grandes escultores. "Pedro de Mena y Pablo de Rojas son fantásticos, como Alonso de Mena y José Risueño. Todos están representados aquí. Para que fuera una colección completísima solo falta un Alonso Cano, pero eso son palabras mayores", avanza con media sonrisa Segura. Este amante del arte cuenta cómo estuvo a punto de hacerse con uno: "Fue gracias a Juan de Dios Martínez Soriano, presidente del PP de Granada y excelentísima persona. No me meto en la clase política porque no creo en los partidos, sino en las personas".
"Me llevó a Murcia a ver un cuadro de Alonso Cano que ahora está en Londres. Tiene mucha gracia esa historia porque es un cuadro que el propietario dona a una iglesia de Lorca. Cambió el cura y el que vino dijo que no lo quería porque no tenía ni idea de arte. El propietario, loco de contento, cogió una banda de música, hizo una procesión y se llevó el cuadro tocando hasta su casa. Estuve a punto de dar mi apartamento de la playa por conseguir el cuadro, pero no fue posible", completa la historia. Sus propietarios son ahora los dos socios que vendieron la escultura de Pedro de Mena al Metropolitan.
La colección de esculturas de la casa-museo granadina se completa con obras de Ruiz del Peral o Pedro Roldán. Cabe reseñar una pieza de Mariana Pineda fabricada a mediados del siglo XIX como maqueta para el concurso que debía elegir la figura que coronaría la plaza que lleva el nombre de la heroína en la capital. En dicha obra, la luchadora liberal aparece con la cabeza al frente portando en la mano derecha la bandera que bordó y en la izquierda un ejemplar de la Constitución de 1812. "Eligieron la que hay ahora, que parece que está mirando al suelo", se queja amargamente Segura. Quizás sea la mejor metáfora de los males que encarna la 'tierra del chavico' y la 'malafollá'.
Comentarios
Un comentario en “Vídeo | Casa Ajsaris sigue esperando a Granada mientras Almería o Marbella aceleran para albergar la colección”
Nicolás
30 de mayo de 2022 at 13:02
Alguien mal pensado ha sugerido que puede que estén beneficiando a alguien para que no se quede en Granada esa colección. Da grima sólo pensarlo.