Casa Ajsaris, el legado hecho "por y para Granada" que está a punto de marcharse

La colección ha despertado el interés de un municipio "muy granadino", en palabras de Juan Manuel Segura, y que ofrece un palacio del siglo XVII

Casa Ajsaris 19 (Joshua)-11
Imagen de la colección. | Foto: Joshua Jones - Archivo
Miguel López Rivera
0

Ajsaris fue el nombre que se le dio al barrio creado en torno a San Juan de los Reyes a partir de la zona que había quedado bajo la muralla de Granada. Su traducción desde el árabe antiguo vendría a ser algo así como ‘salud y deleite’. Dos palabras que van como anillo al dedo para la impresionante colección artística que Juan Manuel Segura y Francisco Jiménez albergan en la casa del mismo nombre, sita en la calle Zafra. Un legado con cerca de 700 piezas de pintura, escultura y barro que incluye obras de autores como Pedro de Mena, Pablo de Rojas, Gómez Moreno o Gabriel Morcillo.

La pléyade de joyas artísticas es fruto del incasable trabajo de Jiménez y Segura a lo largo de 50 años. Un esfuerzo coleccionista que crearon “para que se lo quedara Granada”, como asegura a este periódico Segura, pero que ante la falta de soluciones por parte de las administraciones está a punto de marcharse. El asunto saltó a la esfera política después de que Vox criticara que el equipo de Gobierno de Luis Salvador no ofreciera un espacio acorde a los requerimientos de una compilación del calibre de la de Casa Ajsaris.

Una circunstancia que pone en peligro la permanencia de las obras en Granada, como reconoce Juan Manuel Segura. “Hay un ayuntamiento que ha contactado con nosotros. Vino el alcalde con responsables de ese municipio y nos ofrecieron un espacio magnífico que pueden arreglar y ponerlo al servicio de las necesidades de la colección”, confirma. Se trata de un palacio del siglo XVIII. Un inmueble majestuoso que, pese a que no quieren localizar con exactitud “para que no piensen que los estamos utilizando”, Segura sitúa en una ciudad de Andalucía Oriental que “siempre se ha sentido muy granadina”. Municipios como Úbeda o Baeza encajarían en una descripción así, pese a que toda conjetura es, de momento, pura especulación.

Lo que sí parece claro es que las 700 obras -casi 300 sólo en pintura- terminarán lejos de la provincia si no hay un giro de 180 grados en un plazo de tiempo cercano. “A lo largo de todo este tiempo hay mucha gente que ha venido a ver la colección que ha terminado preguntando qué se va a hacer el día de mañana. Queremos dejarla colocada en un sitio que esté acorde con su importancia y eso se lo hemos explicado ya muchas veces al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía”, explica Segura, quien trae a la memoria la figura del ex regidor socialista Antonio Jara Andreu: “La única persona que se interesó un poco siendo alcalde”.

El copropietario de la colección evita señalar a una sola institución o partido al frente de ella: “El que quiera venir que venga y dialogue, que se pase por la colección y no nos cite más a un despacho. Jamás ha venido un ‘delegado de Incultura’ (sic), como le digo yo. Ni el que hay ahora ni los anteriores. La Junta habrá cambiado de signo político, pero los comportamientos siguen siendo los mismos. Y eso sucede porque ese tipo de puestos suelen recaer en gente afín en términos políticos y no en quienes tienen sensibilidad con ello”.

Las obras que forman parte de la colección atesoran un incalculable valor, como demuestra el hecho de los préstamos que actualmente están en curso. Sin ir más lejos, ‘La Jaula’, de López Mezquita, se encuentra en una exposición temporal del Museo del Prado, la mayor pinacoteca del mundo. El IVAM (Institut Valencià d’Art Modern) alberga ‘Los esclavos’, de Gabriel Morcillo; mientras que la Generalitat Valenciana ha pedido una pieza de Joaquín Agrasot para exhibirla en una muestra itinerante que recorrerá Alicante, Valencia y Castellón. “Esto demuestra que, al contrario de lo que nos dicen aquí, no es una colección local, sino que reúne una cantidad de obras de mucho valor a todos los niveles. Es arte andaluz”, asevera Segura.

El granadino se despide con un mensaje que llama a la reflexión. “Esta colección se hizo por y para Granada, pero si nadie se interesa estaremos encantados de irnos. Teníamos posibilidades y podíamos desarrollarlas, que es lo que hemos hecho con un ayuntamiento que le haga publicidad y le dé la importancia que merece. Tenemos piezas de Sevilla, Córdoba, Priego o Málaga”, lamenta con tono irritado. El mismo con el que denuncia el último desplante que asegura haber sufrido: “El otro día nos propusieron hacer una exposición en la que nos exigían no ser comisarios de nuestras propias obras”.