La Casa de los Pisa se acredita como un escenario para la guitarra en el concierto de Margarita Escarpa
Magistral interpretación de la madrileña, que ofreció un recital donde se conjugaron belleza, técnica y expresividad
El patio del Casa de los Pisa es uno de los lugares más bellos de la arquitectura palaciega de Granada. Ubicado junto a Plaza Nueva, está en el epicentro de la ciudad monumental. El edificio encierra además algunas de las mejores colecciones del arte universal y un archivo que extiende sus informaciones por los cinco continentes. El celo de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha hecho posible que la ciudad disponga de un lugar tan destacado para la cultura universal.
Una sala de conciertos privilegiada
Cuando el Festival de la Guitarra comenzó a estimar la posibilidad de celebrar en este lugar algunos de sus conciertos en este recinto, la duda era conocer sus condiciones acústicas. Se hicieron las pruebas oportunas y el resultado fue satisfactorio, pero había que testarlo con un espectáculo y ese momento llegó en el concierto ofrecido por Margarita Escarpa. El resultado ha superado con creces las expectativas porque no solo la acústica es la idónea, sino que además los espectadores han podido situarse en la cercanía del artista para presenciar con más detalle cada uno de sus gestos y escuchar la guitarra en su sentido más puro ya que no es necesaria la amplificación. Pocos recintos permiten que esto último suceda. Además de la belleza de la arquitectura, las colecciones artísticas se insinúan a través de sus galerías, convenientemente abiertas e iluminadas para dejar entrever los tesoros que alberga en su interior. El melómano puede gozar con una proximidad y calidad sonora excepcional y el contemplativo puede recrearse en un espacio donde el patrimonio muestra una riqueza simpar.
Un recital a ritmo de danza
El recital ofrecido por Margarita Escarpa, titulado 'Danza rítmica', tuvo además la belleza de los tiempos que marca la danza, en torno a la figura de la mítica Ida Presti como protagonista, pero también la de los valses, incluso con carácter venezolano como los de Antonio Lauro, o la sucesión de ritmos barrocos propuestos por Jean Philippe Rameau. No faltaron alusiones a lo mejor de la música española con autores como Federico Moreno Torroba o una versión contemporánea de la histórica folía de origen portugués a cargo del compositor luso Fernando Lobo, donde la intérprete consiguió sobreponerse con éxito a todas las dificultades técnicas que la obra precisa.
Quienes han podido escuchar antes a Escarpa, conocen de sus virtudes para afrontar cualquier obra, aunque requiera una pericia especial, que además en su caso acompaña con un gusto exquisito en la interpretación. En sus manos la guitarra adquiere por momentos unas perspectivas tímbricas, que estando dentro de las posibilidades del instrumento, sin embargo, pocos guitarristas son capaces de encontrar.
En suma, una jornada destacada por la calidad del concierto y por haberse mostrado las posibilidades escénicas y musicales del patio de la Casa de los Pisa. Granadinos y visitantes tiene aquí un lugar de primer orden, ahora también para la guitarra.