Vídeo | Un recorrido por las casetas más históricas de la Feria del Corpus

GranadaDigital ha visitado tres locales tradicionales que desde hace más de medio siglo son parte de esta celebración granadina

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Caseta en la Feria del Corpus | Foto y vídeo: Celia Pérez
Guillermo Acuña González
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La Feria del Corpus es, sin duda, una de las semanas más grandes del año en Granada. Como toda tradición, más si se trata de una feria, también hay casetas que son parte de la historia de esta celebración que llevan participando del Corpus por más de 50 o 60 años, tiempos en los que el Paseo del Salón acogía esta fiesta.

Para quienes recorren la feria es de visita obligada acudir a, por ejemplo, ‘Viva La Pepa’, que desde inicios de la década de los 60 está presente en cada Corpus. O ‘La Ruiseñora’, que comenzó en 1967 y que es la segunda más antigua. Ni hablar de ‘Peña Los 17’, que este año celebra su 50 aniversario.

GranadaDigital ha visitado estas casetas -que además se encuentran una al lado de la otra en el mapa de este año- y conversó con sus presidentes o fundadores para conocer su historia y las claves de su larga vida casetera.

'Peña Los 17', 50 años en el Corpus

La historia de esta caseta comienza con un grupo de amigos que se reunía en el bar ‘La Muralla’, en la cuesta Alhacaba, hasta que en un momento decidieron crear el concepto de una peña y luego montar una caseta para participar de la feria. Así, con 17 socios fundadores, más socios honoríficos y avalistas, nace la ‘Peña Los 17’.

Pepe Pina, vicepresidente de la junta directiva de ‘Los 17’, ha mencionado que la Feria Casetera comienza como una feria ganadera en que se intercambiaban animales. "Llega un momento en que se instalan casetas institucionales para que la gente se pueda tomar algo, pero de forma superficial", explica sobre cómo fue evolucionando esta tradición. Así, “poco a poco se va eliminando el intercambio de animales y se empieza a construir casetas”, más similares al concepto que conocemos actualmente. “Se empieza en el Salón y en el Violón. Pero con el crecimiento de las casetas hubo que abandonar el centro del Granada y la feria se traslada al barrio del Almanjáyar”, recuerda.

Pepe recuerda que antes, si bien existía un entorno donde se reunía la gente, "se tomaba vino de pie. No había concepto de sentarse ni tener un catering como tenemos actualmente o que los socios cocinen".

En relación a cómo fue creciendo ‘Los 17’, su vicepresidente comenta que comenzó a aumentar el número de miembros que quería participar, “pero siempre cercanos, familiares o muy allegados”. De esa forma, continúa, “se crea un vínculo muy familiar que se traslada a cada visitante que llega a vernos. Aquí entra una persona y parece que es de la familia. Son los que te visitan quienes te hacen popular”.

Durante esta semana, la ‘Peña Los 17’ ofrece a los visitantes un menú especial para cada día, en el que cada socio cocina un plato distinto. Además, el viernes 9 de junio organizan un concurso que busca la mejor paella de las casetas.

‘La Ruiseñora’, desde 1967 en la Feria del Corpus

Francisco Taboada, alias ‘Curro’, junto a su amigo José María Robles intentaron entrar a una caseta en el Salón, pero no los dejaron. Prometieron que al año siguiente tendrían su propia caseta. Y lo cumplieron, cuando ambos tenían apenas 24 años. Así nace 'La Ruiseñora' en 1967.

"Empezamos con mucho éxito porque nosotros pertenecíamos a coro y danza", recuerda Francisco. Ahí fue donde una de las chicas les propuso el nombre. "Nos parecía bonito por el pájaro que canta, pero después por una canción de una mujer que se enamora de un hombre que le pide que deje su carrera artística, pero ella sale otra vez al teatro a cantar", explica sobre la elección del nombre para la caseta.

Así se fueron sumando socios, de los cuales alguno ha fallecido y otros se han retirado. Pero la clave para mantener la tradición, señala, es "que te guste estar aquí, tener amigos que te aguanten y tú aguantarlos a ellos". Además, destaca que "se está a gusto aquí, somos amigos todos. Está entrando gente joven y dentro de nada vendrá la tercera generación".

‘Curro’ reconoce que han tenido la fortuna de que el relevo generacional se ha dado de forma exitosa. "Otras casetas han desaparecido por no tener ese relevo. Yo aquí ya no pinto nada, aparte de ser el fundador, pero esto lo dirige la gente más joven”.

Manolo Jiménez llegó desde Sevilla en 1967 y a través de su novia conoció a Curro y José María, que instalaban la caseta por primera vez ese año. Desde entonces se sumó como socio y más tarde fue presidente de la caseta por siete años. Comenta además que, cuando comenzó, "estábamos nada más tres casetas: 'Viva La Pepa', del 61, 'La Alegría', del 65 y 'La Ruiseñora' del 67, pero hace unos siete u ocho años 'La Alegría' desapareció”.

Además de siete años como presidente de la caseta, Manolo Jiménez fue durante tres años secretario de la Federación de Caseteros. En el 2000 fue elegido 'casetero del año' y en el 2001 "di el pregón de las casetas. Soy ahora mismo el único casetero vivo que ha sido pregonero y casetero del año". Sobre las características de 'La Ruiseñora', Jiménez destaca que tiene un carácter especial: "es muy acogedora, tiene muy buen ambiente. Aquí no es nadie forastero".

Viva la Pepa’, la más antigua del Corpus

62 años tiene ‘Viva la Pepa’, la estrella del Corpus que se mantiene como la caseta más antigua de la feria. “Esto empezó en el Salón, cuando habían pocas casetas y eran de bloque”, dice Daniel Gil, su actual presidente, quien menciona que ha sido el tío de su esposa, Esteban Carmona, quien le ha enseñado y transmitido esta herencia. "Hay fotos de mi mujer, de dos años, con un traje de gitana. Ella nació en la caseta, sus padres son fundadores. Esta caseta es familiar y seguimos así", explica.

Este año, ‘Viva La Pepa’ ha ganado el premio a la caseta más tradicional que entrega el Ayuntamiento. "La vida ha cambiado. Vamos agregando gente nueva, han entrado unos socios de 30 años", por lo que Daniel espera que la caseta que ahora dirige, y que tiene el peso de ser la más antigua de la feria, tenga "una larga vida".

Sobre el recambio generacional para mantener en pie esta tradición y 62 años de historia, Gil expresa que "a los que somos un poco más jóvenes nos han dejado el relevo. Queremos levantar y seguir con la caseta. De los antiguos socios algunos viven, y otros han muerto, por desgracia".

Por último, Daniel Gil explica qué es lo que hace tan importante al ambiente que se respira en ‘Viva La Pepa’: "Esto es hermandad. Te juntas con familias que son como si fueran tus hermanos, tus padres, tus amigos. La clave es seguir, la hermandad, nuestro vaso de vino, la manzanilla, comer, hablar con este, hablar con el otro. El buen ambiente da mucha alegría".