De Castell de Ferro a las grandes discotecas: sembrando el sueño de ser DJ
Antonio Puga y Sanchís López son dos jóvenes de la Costa Tropical que, tras mucho trabajo, se están convirtiendo en grandes protagonistas de las fiestas y la noche
¡Nunca es tarde para cumplir un sueño! Que se lo digan a Antonio Puga y Sanchís López, dos jóvenes naturales de Castell de Ferro (Gualchos) que llevan ese lema por bandera, pues, a sus 30 años, están comenzando a dedicarse a lo que realmente les apasiona en la vida: la música.
Si bien hace apenas nueve meses que por fin están trabajando como DJ profesionales, esta historia comenzó hace unos 15 años. Y es que Antonio y Sanchís llevan enamorados de las mezclas y los remixes media vida. Ambos recuerdan aún con entusiasmo el día en el que en un local del pueblo costero sonaron dos de sus canciones, llegando a escucharlas más de 50 personas, lo que para ellos era increíble. Además, produjeron un disco de forma casera y lo publicaron en YouTube, teniendo hasta 2.000 visualizaciones.
Sin embargo, el sueño se alejó. Estos dos artistas recuerdan con amargura cuando le pidieron al dueño del mismo local que había puesto sus canciones una oportunidad para pinchar una noche. Ni siquiera querían cobrar, sólo querían tener esa experiencia. Aquel hombre se rio de ellos, según cuentan, pues solamente eran dos críos con grandes aspiraciones. Este hecho les afectó, por lo que decidieron volver a la intimidad de sus habitaciones y a compartir su música entre ellos.
Y es que siendo tan sólo dos adolescentes lo único que podían hacer en aquella época era soñar con lo que actualmente por fin están haciendo. Fueron varios los obstáculos que se interpusieron en su camino hacia esta profesión: la poca confianza en un trabajo así por parte de sus padres; el alto precio de los equipos de audio; la falta de medios a la hora de aprender y crecer como DJ... Así, se inclinaron por estudiar y buscarse la vida con un empleo considerado como normal. Sanchís se fue a Almería a estudiar Magisterio con especialidad en Educación Física, mientras que Antonio comenzó a trabajar como agricultor en Castell de Ferro.
La oportunidad de la pandemia
Sí, puede sonar cuando menos peculiar, pero para Antonio y Sanchís la pandemia resultó venir con un pan debajo del brazo. Durante los meses de confinamiento, estos dos castellferreños aprovecharon para hacer vídeos en directo desde sus perfiles en redes sociales pinchando música en sus respectivas casas. El tiempo había pasado y este dúo ya había podido comprarse un equipo de música, aunque fuera el más barato del mercado.
Tras superar los largos meses de encierro, estos dos amigos desde la infancia que se habían distanciado durante años después de que Sanchís se fuera del pueblo a estudiar quedaron a tomar un café. Un café que cambiaría sus vidas, pues en esa conversación decidieron hablar con el dueño de un local de Castell de Ferro con el objetivo de celebrar una fiesta con su círculo de conocidos en la que ellos pincharían la música. Sin intención de cobrar, lo único que querían era "divertir a la gente y que así pudiesen olvidar todo lo que habíamos tenido encima durante tanto tiempo. Así se pensó y así se hizo. De forma gratuita, fuimos para que todos, incluido nosotros, nos lo pasásemos en grande", declara Sanchís.
Sin imaginar dónde desembocaría su futuro, esa fiesta fue uno de los grandes puntos de inflexión de su carrera musical. Fue un éxito y, efectivamente, los asistentes disfrutaron muchísimo. De repente, una pregunta comenzó a rondar en sus cabezas y en sus auriculares: ¿Y si no es demasiado tarde?
"¿Cómo puedo contactar con vosotros si quiero contrataros para una fiesta?", le dijo la camarera de un pub en el que estaban pinchando en Almería poco después de la fiesta en Castell de Ferro. Antonio y Sanchís se miraron dubitativos: no tenían una cuenta en redes sociales en común, como grupo. Al responder que sólo tenían perfiles por separado, esa misma chica les contestó algo que, según afirma esta pareja de amigos, les marcó mucho: "Esto que hacéis tenéis que mostrarlo al mundo". Y las redes sociales eran la herramienta perfecta para ello. Así nació @apslmusic, un perfil en Instagram en el que se han labrado con mucho esfuerzo una buena imagen de marca personal.
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Desde ahí, múltiples poblaciones y locales de la Costa Tropical fueron acogiendo la música urbana y electrónica de Antonio y Sanchís, como Motril, Calahonda, Castell de Ferro (de hecho, como curiosidad, en el local de esta localidad en el que el dueño les había negado trabajar, ya han compartido su show en repetidas ocasiones)… Otra fecha importante en el calendario de estos dos jóvenes fueron las Cruces de Mayo en Motril, ya que ofrecieron un espectáculo en la Plaza de España del municipio al que acudieron varios promotores de eventos muy reconocidos.
De boca a boca y por redes sociales, las llamadas y contrataciones comenzaron a sucederse, impulsando la carrera de Antonio y Sanchís hasta discotecas de Granada capital, Cádiz, Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, así como a las ferias de Lebrija (Sevilla), Almería y Málaga, entre otros eventos. "Nos están ocurriendo cosas que yo no hubiera creído nunca y aún no estamos preparados para los que se viene. Pero este proyecto se ha estado cocinando a fuego lento y tenemos muchas ganas. Si esto ha pasado ahora es porque tenía que pasar ahora", admite Antonio Puga.
El proyecto 'Wild Party'
Sin comerlo ni beberlo, Antonio y Sanchís estaban cumpliendo su sueño. Y es que estos dos jóvenes han trabajado mucho. Ejemplo de ello es el proyecto 'Wild Party', que han creado codo con codo y que rebosa energía: "Queríamos que nuestro nombre se asociase a un sonido en concreto, a una fiesta salvaje". Los artistas -que al otro lado del teléfono se terminan las frases el uno al otro como si de un cómico matrimonio se tratase- añaden que han invertido mucho en cartelería, pegatinas, una pistola de confeti, imágenes visuales para el show, contratar a un videógrafo...
Así, con su fiesta salvaje, Antonio y Sanchís llevan meses viajando por las carreteras de toda Andalucía, así como por Murcia y Castilla La Mancha, lo que describen como "un cansancio que gusta". Estos granadinos están viviendo el sueño que un día vieron tan lejos, llegando a coincidir en carteles de fiestas con DJ que eran referentes para ellos, como Mix and Noise.
Durante el curso pasado, los dos jóvenes compaginaron su vida personal con el trabajo como DJ. Antonio cuenta que llegó a salir de una fiesta de madrugada y se fue directamente, sin dormir, a trabajar al invernadero. Por su parte, Sanchís, quien se formó además como animador turístico y ejerce actualmente como speaker en el dúo, ha trabajado como DJ de noche, como agricultor de día y ha estudiado para presentarse a las oposiciones de la Guardia Civil, que se celebrarán después del verano. A partir de ahora, compaginar su hobby con su trabajo ya no será tan sencillo, pues su hobby se ha convertido también en un trabajo que les quita muchas horas. Así, Antonio ha delegado sus tierras a su hermano y Sanchís finalmente no se presentará a las oposiciones, pues, de hacerlo, "el sueño podría acabarse", como indican.
"Hasta donde llegue el sueño"
Antonio y Sanchís no dejan de soñar y aspiran a llegar cada vez más alto. Y por qué no, si soñar es gratis y hasta ahora han tenido mucha suerte y su trabajo se ha visto recompensado. Todavía les queda mucho camino por delante y entre sus metas se encuentran llegar a ser parte de Volume Agency o pinchar en festivales de la talla de Dreambeach Villaricos, Ushuaïa Ibiza o Tomorrowland. ¿Hasta dónde? Ellos lo tienen claro: "Hasta donde lleguemos, el límite es el cielo".
Próximamente, los castellferreños irán a Asturias y a Gran Canaria, pues son finalistas del Concurso Internacional de talentos del festival Music Meets Tourism, que se celebrará desde el 24 al 26 de septiembre en Maspalomas.
Estos jóvenes, a los que las circunstancias de la vida les impidieron dedicarse a una carrera musical hace años, reivindican ahora la profesión y creen que es bueno que se inculque a los niños desde pequeños este tipo de música y esta opción laboral como cualquier otra. "Somos los responsables de que las personas que salen de fiesta disfruten cada noche, que dejen los móviles y se olviden de sus problemas", concluyen.