San Cecilio regresa tras la pandemia, aunque sin habas ni 'salaíllas'
Centenares de granadinos acuden a la explanada de la Abadía del Sacromonte en grupos de amigos o en familia tras la misa y las ofrendas
Faltaron las habas y las 'salaíllas', pero todo lo demás fue exactamente igual que antes de la pandemia. San Cecilio ha vuelto a ser San Cecilio en una explanada de la Abadía del Sacromonte que volvió a ser la de los días grandes.
Como cada primer domingo de febrero, los cultos al patrón de la ciudad se han dado la mano con los piscolabis, el peregrinaje en romería y los bailes populares. Así se puede apreciar en el vídeo que acompaña a esta noticia. Aunque se recuperaba la tradición tras dos años de pandemia, el Ayuntamiento ha decidido no repartir habas y 'salaíllas'.
Los granadinos, sin embargo, se han llevado bocadillos, encurtidos, bebidas y patatas fritas de bolsa; las cuales han colocado como siempre sobre sus manteles para acampar en la explanada de la Abadía. Desde primeras horas de la mañana se han dejado ver los más madrugadores.
Misa y ofrenda floral
A las 11.45 horas de la mañana han llegado las autoridades a la Abadía del Sacromonte. Allí, la Banda Municipal de Música ha interpretado los himnos de Granada, Andalucía y España. El 'Granada tierra soñada por mí' no sería la única música tradicional que iba a sonar durante la jornada.
A las 12.00 del mediodía, puntual como siempre, ha comenzado la misa en una Abadía del Sacromonte que estrenaba retablo recién restaurado.
La primera teniente de alcalde, y concejala de Presidencia, Ana Muñoz Arquelladas, así como la edil popular Pepa Rubia procedieron, como comisarias sacromontanas, a dar la bienvenida a las autoridades que accedieron al templo para los votos de la ciudad a San Cecilio y realizar la tradicional ofrenda de la caja de plata, que contiene el estoraque y un prendido ante las reliquias del santo patrón.
Una vez finalizada la misa, las autoridades han depositado una segunda ofrenda floral en la catacumba donde se encuentran los restos de San Cecilio y a la Virgen de las Santas Cuevas, espacios que ha sido visitados por los granadinos desde entonces y hasta las 18.00 horas.
Pícnics y bailes populares
Y en la explanada han vuelto los improvisados pícnics de familias y grupos de amigos sobre los manteles dispuestos en el firme. Sin las habas ni las 'salaíllas', pero con embutidos, aceitunas, sándwiches, refrescos y 'latillas' o 'quintos' de Alhambra.
Y si al principio de la jornada sonaba el Granada de Agustín Lara, pasado el mediodía el pueblo se solazaba con las típicas 'granaínas' como La Reja y su clásico soniquete de "dale que dale que dale, toma que toma que toma, que tengo una novia que vale más que la sangre de Roma".
Los bailes populares comenzaron a las 12.30 horas con la actuación del Grupo Municipal de Bailes Regionales, que dio paso a las 13.15 al Grupo de Bailes Marichú, de la Asociación de Vecinos Realejo-San Matías, para finalizar a las 14.00 con la compañía El Jaleo de la Asociación de Vecinos de Casería de Montijo.
La capital sigue recuperando poco a poco las tradiciones ahora que parece que la pandemia empieza a quedar atrás. Superada Navidad, la Toma y San Cecilio, el siguiente reto será la Semana Santa, que este año cae pronto, en abril. Apenas tres semanas después llegarán las Cruces de Mayo y a mediados de junio el Corpus, la prueba definitiva para saber si los granadinos podrán volver a disfrutar de sus tradiciones como siempre.