Cerca de 400 andaluzas participan en un estudio que busca la ‘firma’ en la sangre que deja del cáncer de mama
Fundación MEDINA y hospitales de Granada, Almería, Jaén y Málaga buscan biomarcadores que mejoren el diagnóstico y la selección del tratamiento en esta enfermedad
Cerca de 200 pacientes de cáncer de mama y un número muy similar de voluntarias sanas, a modo de grupo de control, participan en una investigación andaluza que busca identificar la ‘firma’ en la sangre que deja el cáncer de mama. Esta investigación, en la que participan la Fundación MEDINA, hospitales de Granada, Almería, Jaén y Málaga, y la compañía biotecnológica Atrys, identificará, a través de la metabolómica, una serie de biomarcadores que faciliten un diagnóstico temprano de la enfermedad, la elección correcta del tratamiento según el tipo de cáncer de mama que presente la paciente y, en una segunda fase, la identificación de enfermedad residual en pacientes que ya han sido tratadas.
Según señala la directora científica de la Fundación MEDINA, Olga Genilloud, “actualmente la metabolómica explora la expresión diferencial de moléculas pequeñas en fracciones biológicas y proporciona información cuantitativa y cualitativa imprescindible en la selección e identificación de nuevos biomarcadores. Es, de hecho, la aproximación más innovadora para la búsqueda de biomarcadores”.
Esta investigación, financiada por el Ministerio de Economía, tendrá una duración de tres años, si bien está previsto que arroje los primeros resultados a inicios del 2020, según apunta José Perez del Palacio, uno de los investigadores de la Fundación MEDINA en este estudio. Además, explica como se está procediendo en esta investigación: tras el diagnóstico de cáncer de mama, se recogen muestras de sangre antes y después de comenzar el tratamiento. Con el análisis de las muestras de las pacientes y las del grupo de control se logrará identificar qué metabolitos son diferenciales en las personas que padecen la enfermedad.
Así, “el objetivo es conseguir identificar la firma metabolómica del cáncer de mama”, es decir, unos biomarcadores que permitan el diagnóstico de la enfermedad a través de una biopsia líquida.
Por su parte, el doctor Pedro Sánchez Rovira, jefe de la Unidad de Oncología del Complejo Hospitalario de Jaén, agrega que tener una serie de perfiles metabolómicos en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama “nos puede permitir predecir una respuesta al tratamiento más precisa que la que nos facilitan las herramientas clínicas actuales”. Y es que, explica, el cáncer de mama es un grupo de enfermedades, “donde todos los tumores de mama no se comportan ni se tratan igual. Tenemos distintos subtipos con sus respectivos abordajes”.
Otro de los objetivos de esta investigación, precisa Sánchez Rovira, es poder identificar a aquellas mujeres que tengan un riesgo de recaída en un futuro y hacer un seguimiento individualizado a cada paciente. Así, “una paciente tendrá un perfil de expresión de metabolitos en sangre en el diagnóstico, tras el tratamiento con intención curativa, bien sea de cirugía y quimioterapia o terapia dirigida, si el perfil metabólico desaparece, posiblemente esa mujer pueda estar curada, pero si este perfil persiste, quizá exista aún enfermedad residual”.
Por último, este experto asegura que “trabajar con biopsias líquidas supone un desafío”, pero está convencido “que es el futuro”.
Otras líneas de investigación
Fundación MEDINA, en palabras de Perez del Palacio, cuenta con varios proyectos activos para la identificación de biomarcadores de cáncer de páncreas, mama y pulmón en los que ya han seleccionado nuevas señales moleculares “que pueden suponer una mejora de cara a la detección temprana de la enfermedad. Paralelamente, la diabetes y sus complicaciones asociadas han sido también un objetivo prioritario para MEDINA”.
Y es que, según asegura Genilloud, Fundación MEDINA ha establecido colaboraciones con hospitales y otros centros de investigación para la búsqueda de biomarcadores de “especial relevancia”, entendiendo que “la utilización de la metabolómica y la identificación de biomarcadores supone, en términos de salud, una herramienta de tremenda utilidad para iniciar los tratamientos terapéuticos en la etapa temprana de la enfermedad, es decir cuando podemos alcanzar una mayor tasa de curación”.