Chantaje emocional, NO por favor: gracias
Cuando comprendemos que estamos siendo amenazados y que estamos dispuestos a defendernos, estaremos listos para hacer frente a esta práctica
Chantaje emocional. Todos lo hemos experimentado en determinados momentos de nuestra vida. Frases como “Tú verás lo que haces” o “Cuando te vaya mal, no me pidas ayuda” son ejemplos clásicos de chantaje emocional. Podríamos decir claramente, que el chantaje emocional puede basarse en la toxicidad con un sibilino dominio en el cual se valen de nuestro cariño para conseguir un propósito y mantenernos fuertemente unidos a la persona que ejerce este chantaje. Y lo saco a colación ante una acusación que me hizo una amiga de que no le hiciera chantaje emocional. No soy consciente de que lo hiciera, pero si esa persona lo sentía así, es necesario reflexionar cómo hacía las cosas y cómo había puesto encima de la mesa determinadas palabras.
Peor fue lo que sentí unos días después cuando una persona compañera utilizaba el chantaje emocional para conseguir que la gente siguiera sus ideas, planteando que si no se aceptaba lo que él planteaba, dejaba de hacer lo que se le había planteado. Chantaje emocional.
Ante esa anterior situación en la que estaba yo metido, ¿qué hice? Pedir perdón. No quiero hacer un chantaje emocional. No me gusta el chantaje emocional. Creo que es una mala opción. Y creo que el coste que pagamos ante cada cesión, es enorme. Y al cabo de unos días, todo volvió a su cauce anterior con mi amiga. Habíamos reconocido los dos que el cariño está por encima de palabras que en un momento de tensión podamos utilizar uno u otro.
Ante cada chantaje emocional aparecen, sin duda, la vergüenza y la culpabilidad. Nos miramos al espejo y nos preguntamos por qué hemos cedido. Somos conscientes de que debemos reaccionar. Y aparecen las dudas. Las personas disponemos de un sistema de valores que nos son propios. Y sin embargo, vuelve a ocurrir. Nuestra autoestima e integridad se van convirtiendo en una sombra de lágrimas y autodecepción, estamos perdiendo nuestra brújula interior y casi sin darnos cuenta, llegan los primeros síntomas.
El chantaje emocional suele expresarse como: “Si no haces esto, ocurrirá esto otro”, una amenaza que se mantiene en el tiempo. Todos podemos padecer, incluso cometer, manipulaciones emocionales sutiles y esporádicas sin ser conscientes de ello.
Cuando esta conducta pasa a ser un comportamiento habitual y se prolonga, entonces hablamos de chantaje emocional. En ese momento se va estableciendo un patrón en el que la persona chantajeada se somete a la voluntad del chantajista.
Los tipos de chantaje emocional
1. Se evita hablar de ello
Hace referencia a una idea o hecho que, a pesar de que es importante y está presente en los pensamientos de todas las personas involucradas, se evita hablar de ello.
2. El castigo a uno mismo
Castigarse a uno mismo ante la otra persona es una de las formas de chantaje emocional más recurridas, por su sencillez y por su impacto emocional.
3.La manipulación
Esta manipulación consiste en hacer creer a la otra persona que sus capacidades mentales no la hacen capaz de conocer lo que realmente está ocurriendo, y que lo que cree que son motivos para enfadarse en realidad no lo son. Este fenómeno hace que la otra persona se sienta mal consigo misma y crea que es el otro quien está teniendo mucha paciencia.
4. Amenazas de suicidio
Ante reacciones de amenazas de suicidio es muy importante buscar ayuda profesional.
5. Chantaje
Chantaje que intenta inducir a la culpabilidad subrayando hechos que aparentemente pueden ser interpretados como sacrificios que se han hecho por la otra persona.
6. Abuso verbal
El abuso verbal tiene una faceta como tipo de chantaje emocional, porque a través de los insultos y los menosprecios se consigue que la otra persona interiorice la idea de que no vale nada, que su propio criterio no importa y que, por consiguiente, lo mejor que se puede hacer es obedecer. La autoestima se ve muy resentida.
7. Chantaje de necesidad
Algunas personas intentan chantajear emocionalmente a otras utilizando un tipo de discurso según el cual tienen "necesidades básicas" que necesitan satisfacer, algo contra lo que no pueden luchar y no hacerlo haría nacer la culpa.
8. Apropiación
Se basa en la idea de que hay una parte que protege a la otra, lo cual a la práctica significa que una de las personas debe ser controlada por su pareja.
Otra manera de verlo:
5 tipos de chantaje emocional
1. Los seductores
En principio, suelen ser hombres o mujeres muy solícitos, muy amables y detallistas. Atienden cada demanda y saben ser sumamente encantadores. Suelen agasajarnos y ser los primeros en hacer cualquier cosa por nosotros. Pero ten cuidado porque todo tiene un precio: cada favor y cada detalle deberá ser recompensado y nos lo echarán en cara.
2. Víctimas de la relación
Nos utilizarán como objetivo y causa de todas sus desgracias, manipulan las emociones negativas del modo más dañino posible.
3. Castigadores silenciosos
Muy sutiles, los castigadores silenciosos ejercen un arte del chantaje emocional de un modo altamente destructivo, con momentos en que nos ensalcen y momentos en que nos humillen.
4. Autocastigadores
Clásico perfil del manipulador o manipuladora emocional. Si cedes tu autoestima, se estará perdiendo. Vale la pena tenerlo en cuenta.
5. Los de “solo un poco más”
Son personas a las que les hacemos un favor y que para agradecérnoslo no piden el siguiente. Se amparan es que solo es un poco más o en que es algo que ya hemos hecho otras veces. Acompañan sus peticiones con gestos de pena, intentando parecer más débiles de lo que son o que el favor que demandan parezca más necesario de lo que es.
¿Cómo responder al chantaje?
Siempre es posible responder. Cuando comprendemos que estamos siendo amenazados y que estamos dispuestos a defendernos, estaremos listos para hacer frente a un chantaje: no ceder a sus demandas. No hay otra salida.
Es posible ser muy firme y muy amoroso a la vez. Al ver estas situaciones, un chantajista emocional puede modificar su actitud. Y si aún así no se consigue, habrá que ponerse más firme y defenderse con todos los medios.