Christina Rosenvinge: "El concierto en Granada va a ser muy rock"

Desde los años 80 lleva Christina Rosenvinge haciéndose hueco en el panorama musical español. Ahora vuelve con ‘Lo Nuestro’, un trabajo en el que edita nuevo material, explorando sonidos electrónicos y registros vocales desconocidos, a través de unas letras que reflejan el paso del tiempo y la crisis. Rosenvinge visita el Palacio de Congresos de Granada el próximo día 20 de febrero a las 21.00 horas. Antes de esta cita, Granada Digital charla con ella por teléfono una conversación dulce y profunda en la que repasamos su último trabajo.

Te encuentras inmersa en la presentación del nuevo trabajo ‘Lo nuestro’, ¿cómo lo defines?

Es un disco un poco distinto a otros, porque está compuesto en el ordenador. Pensando ya en arreglar sobre la marcha las canciones mientras las iba componiendo. Es distinto porque tiene muchos elementos nuevos, tiene más elementos electrónicos, más programación, más sintetizadores…

¿Se podría decir que es una manera de componer ‘futurista’?

No, no… No es futurista. De hecho, he buscado sonidos un poco ‘retros’ y he trabajado con teclados que no tocaba desde ‘Alex&Christina’…

Para ello, te has inspirado en artistas tan diferentes como Luis Cernuda, Nikola Tesla o Yoko Ono, ¿cómo han influido a la hora de hacer estas canciones?

Uno mismo es un mundo muy pequeño, por eso hay que mirar hacia fuera, sobre todo buscar nexos y explicaciones para el momento presente. En ese sentido, llevaba dando tiempo dándole vueltas a hacer una canción sobre Tesla. Y, curiosamente cuando la había acabado conocí a una persona que estaba llevando a cabo una exposición en Madrid sobre Tesla. En ese momento un desconocido para el gran público, una especie de genio ‘oculto’ o ‘maldito’, de ahí la coincidencia, me pidieron la canción en primicia para la exposición. Esto demuestra que muchas veces las canciones uno las escribe porque toma la temperatura de lo que está pasando. Buscas la explicación y escribes sobre un tema y da la casualidad de que está en el pensamiento o en boca de mucha gente. Esa coincidencia quiere decir que has captado por donde iban las cosas.

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En este disco hablas de amor, pero, y esto es una interpretación mía, parece que no se trata de un amor idealizado… ¿Cómo te sientes respecto a este tema?

Bueno… Son canciones más bien de crisis existenciales, que intentan responder a preguntas como: ¿Todo esto para qué? Quiero decir que no se puede hablar de una crisis económica como la que hemos pasado, sin hablar de una crisis mucho más grande, una crisis existencialista, de principios previos. Las canciones tratan de hablar de una manera concisa e irónica de todo eso.

‘Alguien tendrá la culpa’ es una canción reivindicativa, ¿quién tiene la culpa para Christina Rosenvinge?

De hecho, la otra pregunta responde un poco a esta. Porque en verdad nadie se reconoce responsable y nadie se siente culpable de nada. Cuando ves las declaraciones de políticos sobre corrupción o también las de los criminales más crueles, te das cuenta que nadie se declara responsable o culpable. Todo el mundo se exculpa a sí mismo, encuentra razones o una manera de autojustificarse. Es esa, la capacidad del ser humano de autojustificarse o autoengañarse, la que es totalmente distinta y va desde las cosas más nimias, hasta las cosas más graves. De lo que habla la canción es de esto, de reconocer que eres arte y parte de alguna manera de todo. Hay que ser consciente de esto para que pueda haber una transformación social.

¿Quién es ‘la puta’ en este disco? Me refiero a la canción ‘La muy puta’, ¿me puedes hablar un poco sobre ella?

‘La muy puta’ es un juego. Al final con ese título sabía que la gente me iba a preguntar (risas). El título, realmente, es un anzuelo porque ‘La muy puta’ es la muerte. No creo que nadie me vaya a llevar la contraria en esto. En realidad, habla de una persecución de la muerte, de una especie de autobiografía inventada y delirante. De lo que realmente habla es de la aspiración a la inmortalidad y de sobrevivir.

Se podría decir que es un disco muy diferente a lo que nos tienes acostumbrados, ¿cómo ha reaccionado el público a ese cambio? 

En realidad, creo que todos mis discos son muy diferentes. Siempre intento dialogar con el momento presente, y también, mis propias intenciones afectan. Cada disco pertenece al momento en el que se hace.

¿Qué espera del público granadino?

Hace tiempo que estuve en Granada, pero hace mucho que no la visito con una banda. Y ahora voy con una muy ‘potente’. Va a ser un concierto muy rock, no tan intimista, un concierto más enérgico.

¿Recuperarás canciones antiguas en este concierto?

Si lo hago, pero para poder integrarlas en este momento, las he re arreglado y son bastante distintas.

Son muchos años en el mundo de la música, ¿qué te llevas de las experiencias vividas?

La vida de músico es sumamente inestable y es una aventura constante, pero tiene algo que es impagable, te mantiene la sangre caliente. Es decir, es siempre un ejercicio de sensualidad que te mantiene en plena forma. Pero también, es una vida difícil y dura, que es la parte que la gente no ve, sin embrago la recompensa vale la pena absolutamente.