Christopher Nolan explica el final de Origen (Inception)
Si no deja de girar, es un sueño. El protagonista la pone a bailar encima de la mesa pero en el momento en el que la peonza parece que pierde fuerza... Nolan oscurece la pantalla y nos deja con la miel en los labios
Una reflexión sobre la naturaleza subjetiva de la realidad. Este es el mensaje que quiso lanzar al mundo Christopher Nolan con el ya célebre final de Origen (Inception). Uno de los desenlaces más polémicos de los últimos años que el director ha querido explicar.
Dom Cobb (Leonardo Di Caprio) el hombre que se cuela en los sueños de los demás, se reencuentra con sus hijos en el jardín de su casa. Para comprobar que es real, recurre a su tótem, el objeto que le permite determinar si se encuentran dentro de un sueño o no. El caso de Cobb es una peonza.
Si no deja de girar, es un sueño. El protagonista la pone a bailar encima de la mesa pero en el momento en el que la peonza parece que pierde fuerza... Nolan oscurece la pantalla y nos deja con la miel en los labios. Este es, a grandes ragos, el final de Origen, la onírica y compleja cinta que estrenó en 2010 y de la que, un lustro después, se sigue hablando.
Esta vez fue el propio Nolan quien, durante su discurso esta semana en la ceremonia de graduación en la Universidad de Princeton, señaló que la escena final de la cinta ciencia ficción ha sido la que más preguntas y debate ha generado en toda su carrera. Tanto es así, confesó, que a menudo se escabulló por "la puerta de atrás del cine" durante las proyecciones para no tener que responder a todas las preguntas.
LA REALIDAD ES SUBJETIVA
Pero en esta ocasión el cineasta quiso arrojar un poco de luz a la intención que tuvo a la hora de dejar el final tan abierto y sujeto a tantas interpretaciones. Nolan señaló que el mensaje que quiso lanzar es el de la percepción de la realidad como algo "enteramente subjetivo". Así que el personaje de DiCaprio no espera para ver si la peonza deja o no de girar, porque ya no se preocupa de distinguir entre una posible realidad y un sueño potencialmente maravilloso.
"A él (Cobb) no le importaba nada más, y es supone una declaración: Tal vez, todos los niveles de la realidad son válidos", señaló Nolan que engarzó esta idea con el discurso de graduación de los allí presentes. "En la gran tradición de estos discursos ante los estudiantes, por lo general alguien dice algo sobre aquello de 'perseguir tus sueños', pero yo no quiero decirlo... porque no creo en eso. Yo quiero que persigáis la realidad", sentenció Nolan.
"Creo que, con el tiempo, empezamos a ver la realidad como el primo pobre de nuestros sueños... y en este sentido quiero deciros que tenemos que hacer caso a nuestros sueños, a nuestras realidades virtuales, a estas abstracciones que nos hacen disfrutar y que nos rodean y que son subconjuntos de la realidad", afirmó un onírico e inspirador Nolan.
¿MICHAEL CAINE ES LA CLAVE?
Una visión que contrasta con la que en su momento dio uno de los protagonistas de la película, Sir Michael Caine. El actor, un rostro habitual en las películas de Nolan, reveló en su momento la que dijo era la clave definitiva para que todo encaje.
Y no es ni el anillo de DiCaprio ni la ropa que visten los niños. La respuesta esta en su personaje: Miles, el mentor, maestro y suegro de Cobb y profesor de la universidad de Ariadne. El primer arquitecto de los sueños
"En la escena de la peonza que deja al final, que es cuando yo aparezco de nuevo... Si yo estoy allí es real, porque nunca he estado en el sueño. Yo soy el tipo que inventó lo de los sueños", afirmó hace años el veterano actor en una entrevista con la BBC.