Ciencia en Granada para olvidar la lacra de la guerra en Ucrania
Caixabank y Cruz Roja organizan eventos lúdicos para los refugiados ucranianos que hay en la provincia granadina
Ya han pasado seis meses desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania. Las consecuencias económicas, sociales y humanitarias parecen no solo no cesar, sino acentuarse. En una guerra, la víctima es siempre el civil, desconectado de intereses políticos y obligado a sufrir las consecuencias de las desavenencias de señores que juegan a matar desde los despachos. Una de estas consecuencias que más llegan al espectador externo y que más daño hacen a las familias que lo sufren son los desplazamientos masivos. La guerra de Ucrania ha provocado que millones de ciudadanos tengan que abandonar el territorio y dirigirse hacia otro países en busca de paz. Personas mayores, niños, mujeres e incluso hombres huyendo del alistamiento obligatorio conforman la lista de los desplazados.
Durante la invasión, España se ha acabado convirtiendo en uno de los países de Europa que más refugiados ucranianos ha acogido. A pesar de contar con menor población que otros países que han dado techo a un número menor de refugiados, cuenta con más de 130.000 refugiados ucranianos dentro de sus fronteras.
De esas 130.000 personas, Cruz Roja ha atendido a 112.416 a lo largo del país. De esos más de 112.000, 1.812 refugiados ucranianos han ido a parar a Granada. "Estamos muy agradecidos con Cruz Roja, se han convertido en una parte muy importante de nuestra vida, nos han acogido, dado comida y ropa, y estamos muy agradecidos", comenta Tatiana Dujnovska. Esta ciudadana ucraniana es una de las diez participantes en el programa Protección Internacional de Cruz Roja que han estado este jueves 25 de agosto en el Parque de las Ciencias de Granada.
Este evento, organizado por Caixabank y por Cruz Roja, busca impulsar las actividades de ocio entre los refugiados que se encuentran en la ciudad granadina. Una manera de intentar que salir de su país tenga también un lado positivo, aunque a veces se torna complicado. "Hemos hecho una serie de actividades durante julio y agosto, como la del Parque de las Ciencias, bajar a la playa o al Aquatropic", nos comenta Sebastián García, uno de los voluntarios de Caixabank en Granada. "Es un orgullo para nosotros poder aportar nuestro granito de arena para que los refugiados que estén aquí puedan disfrutar un poco más del ocio en nuestro país y de nuestra cultura", continúa.
La visita ha comenzado en el Biodomo. Los niños han correteado sin saber muy bien qué estaban viendo, pero no importaba. Tiburones, caimanes y peces payaso han sido los protagonistas del pasillo que conduce hacia la parte alta del mismo. Los niños ucranianos no hablan inglés, mucho menos español. Pero allí ha estado Elena Kirianova, una voluntaria de Cruz Roja que ha ofrecido sus conocimientos desinteresadamente por hacerle la estancia a los niños ucranianos un poco más fácil. Habla español, ruso y ucraniano.
"Me parece que es algo muy bueno. Ellos lo necesitan, no saben hablar español y ellos necesitan ayuda para ello", apunta Elena. Durante el paseo, han visitado tanto el ya mencionado Biodomo, como el espectáculo de aves rapaces, el mariposario y el resto de actividades que el Parque de las Ciencias ha ofrecido a Caixabank y a Cruz Roja.
Todo esto sería imposible sin las voluntarias. "Hay muchas personas implicadas, trabajadores y voluntariado, en este proyecto", dice Laura Marín. Tanto Laura como Marina Castro son dos voluntarias de la Cruz Roja que han decidido adentrarse en el proyecto, al igual que Elena, pero esta vez sin la tarea de traducir, sino de acompañar a todas estas familias. Ambas coinciden en una cosa, no se arrepienten y animan a todo el mundo a hacer lo mismo. "Si alguien está pensando en apuntarse como voluntario de la Cruz Roja, se lo aconsejo", afirma Marina. "La satisfacción que da verlos contentos en la situación en la que están viniendo es incomparable", concluye.
Las actividades organizadas por Caixabank continúan para los más de 300 niños ucranianos que se encuentran actualmente en Granada. Desde Sierra Nevada hasta el Museo CajaGranada, son varias las actividades que el grupo ha organizado para aportar su "grano de arena" para que la estancia de estas familias sea lo más amena posible.