Científicos de la UGR aportan nuevos datos sobre el enjambre sísmico de la Vega de Granada

El enjambre de la Vega sucedió en enero de 2021 cuyas investigaciones han sido en colaboración con la Universidad de Jaén

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Asier Madarieta Txurruka, geólogo de la Universidad de Granada | Foto: Archivo
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Geólogos del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR), en colaboración con investigadores de la Universidad de Jaén y la Universidad Internacional de La Rioja, han caracterizado la estructura del sistema extensional de fallas activas en la Cuenca de Granada.

El estudio multidisciplinar integra técnicas geológicas, geofísicas y geodésicas, y ha permitido monitorizar las fallas, entre ellas la Falla de Granada, una de las más activas en el sistema. Las fallas normales de la Cuenca de Granada son las responsables de la frecuente sismicidad registrada (IGN, 2021; IAG, 2021) y que a veces se llega a sentir por la población del Área Metropolitana de Granada, como ocurrió de manera notoria a finales de enero de este año 2021.

De la misma manera, este sistema extensional ha permitido la elevación relativa de Sierra Nevada, Sierra de Huétor y Sierra Elvira respecto a la zona llana de la Vega de Granada. La Falla de Granada tiene especial interés ya que cruza de NO a SE la capital y divide un bloque oriental elevado, donde se sitúan los barrios de Albaicín y la Alhambra, de un bloque occidental hundido, donde se encuentra el resto de la ciudad.

Aunque la sismicidad se registra en toda la región, la zona de Santa Fe ha sido históricamente la más afectada. La localización en superficie de este conjunto de fallas de alto buzamiento era conocida, sin embargo, la cuantificación de la actividad y su estructura en profundidad no habían sido investigadas hasta ahora.

La adquisición de nuevos datos geológicos y gravimétricos en campo, definen con mayor precisión el grosor del relleno sedimentario de la Cuenca de Granada, sobre los bloques hundidos de las fallas normales. El análisis detallado de los datos sismológicos disponibles sugiere la existencia de una zona activa de “despegue”, aproximadamente a 10 km de profundidad, responsable de terremotos de hasta Mw 4.0 y en la que se enraízan las fallas normales que observamos en superficie. Entre ellas cabe destacar las fallas que afloran en el borde meridional de Sierra Elvira que pueden ser las responsables del enjambre sísmico de enero de 2021. Finalmente, la medida del desplazamiento vertical del terreno a lo largo de dos perfiles de nivelación de alta-precisión que cruzan la Falla de Granada ha permitido calcular una elevación relativa del bloque oriental de entre 0.36 y 1.1 mm/año.

Mejor conocimiento de las fallas

Las conclusiones obtenidas a partir de este estudio mejoran el conocimiento de las características estructurales y la actividad reciente de las fallas que componen el sistema. Este tipo de estudios es indispensable para el adecuado análisis de los riesgos sísmicos en una región capaz de albergar enjambres sísmicos que pueden alertar a una población de más de medio millón de personas.

El estudio ha sido dirigido por los geólogos Asier Madarieta Txurruka, técnico de Prospección Geofísica y estudiante predoctoral del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada; Jesús Galindo Zaldívar, catedrático de la Universidad de Granada e investigador del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT) Lourdes González Castillo, investigadora de la Universidad de Granada. El análisis de la sismicidad ha sido coordinado por José A. Peláez Montilla y las nivelaciones de alta-precisión por Antonio M. Ruiz Armenteros, profesores de la Universidad de Jaén.