El cierre perimetral incrementa la solicitud de licencias federativas para hacer deporte

Sólo desde finales de octubre hasta ahora se han tramitado en toda Andalucía unas 400 nuevas altas para actividades relacionadas con la montaña, la mayoría en Granada

FOTOS GRANADINOS HACIENDO DEPORTE (4)
Algunas de las rutas saludables de la capital continúan por municipios limítrofes del Cinturón | Foto: Archivo / Javi Gea
Miguel López Rivera
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Fran y Pablo son aficionados a la bicicleta. Aunque el primero es natural de Berja, provincia de Almería, vive en Granada desde hace varios años. Pablo, directamente, nació en el populoso barrio de La Chana, aunque ahora se ha emancipado a un municipio del Área Metropolitana. No son profesionales del ciclismo, pero sí que participan en algunas pruebas populares. Por eso y sobre todo para mantener la forma física necesaria para saciar sus ansias de carretera necesitan entrenar. Pero la pandemia del coronavirus no se lo esta poniendo fácil a ninguno de ellos. El cierre perimetral impide la movilidad entre municipios con una excepción, el deporte federado en categoría absoluta. Sin ánimo de hacer la trampa ni saltarse ningún tipo de restricción, ambos acudieron a la Federación Andaluza de Ciclismo para tramitar su alta como federados. Un procedimiento que en los últimos tiempos se ha extendido en numerosas federaciones relacionadas con el deporte sin contacto.

“Llevo montando en bicicleta con cierta seriedad desde 2013. Trabajo en el mundo del ciclismo como comunicador y aparte soy muy aficionado a montar en bici. He tenido licencia tres años. Una vez como individuo y dos veces con mi equipo, que es el Lizarte. Sin embargo, alguna vez he participado en marchas cicloturistas en España y el extranjero, pero este año no tenía pensado hacer ninguna marcha y mi equipo no necesitaba que yo participara en ninguna carrera como técnico como técnico, por lo que no me hice licencia”, avanza Fran respecto a los motivos que le llevaron a obviar ese trámite antes de la llegada del Covid.

“Cuando llegó el estado de alarma estuvimos un mes limitados para salir y no me volví loco porque era igual para todos con o sin licencia federativa. Ahora sí que hay una diferencia. Entonces, ya durante los confinamientos, me adapté a hacer rutas por El Fargue antes de llegar a Víznar. Y luego una ruta urbana que era llegar a las puertas de Cenes, volver y subir a La Alhambra”, apostilla este almeriense afincado en la capital que recuerda que dichas rutas “son cortas”. “Duran aproximadamente una hora que, alargando, puedo llevarlas hasta la hora y media o las dos horas. Para mi entrenamiento necesitaba rutas de 100 o 120 kilómetros que me lleven prácticamente a las cuatro horas. Me saqué la licencia para poder salir en bici de Granada. Ya es diferente porque no me puedo parar en los pueblos a echar el café, que es de lo mejor que hay, y ya no quedo con amigos no lo hago porque, aunque me parece que está permitido, no creo que sea pertinente. Quedo a veces con uno, pero nunca en grupo”, sentencia.

A Pablo le pasó algo parecido. “Lo que me motivó a sacarme la licencia fue, además de poder salir a entrenar por los municipios de Granada, también por los beneficios que comporta el hecho de estar asegurado en caso de accidente, pues si me pasa algo, estoy vendido”, relata a este periódico. La Malahá, el Puerto de Blancares, La Peza, las vertientes de Sierra Nevada, Puerto Lobo, Víznar, Alfacar o bajar a la playa. La mayoría de los cicloturistas granadinos manejan más o menos las mismas rutas, pero todas “implican salir de Granada en un punto u otro”.

Movimientos en las federaciones

GranadaDigital se ha puesto en contacto con la Federación Andaluza de Ciclismo para intentar conocer de primera mano hasta qué punto las restricciones han disparado las solicitudes para obtener una licencia profesional. La versión oficial, muy escueta, deja una lectura con varios prismas. “Como en anteriores temporadas el grueso de las solicitudes de licencias en Granada y el resto de Andalucía se lleva a cabo en los primeros meses del año, puesto que la temporada ciclista va de enero a diciembre. Aunque sí es cierto que en este último mes hemos recibido muchas consultas y llamadas preguntando por la licencia, al informarles de que la misma tiene validez hasta el 31 de diciembre del presente año, la mayoría de los interesados ha decidido no solicitarla finalmente. Por ello, no hemos notado un aumento significativo de nuevas solicitudes de licencia en estos últimos meses”. O dicho de otro modo, ha crecido el interés entre los aficionados a las dos ruedas de la provincia, quienes, conscientes de la escasa duración de la ficha por estar próximo el cambio de año, han preferido esperar.

Pero la Federación Andaluza de Ciclismo no el único ente rector de un deporte sondeado por este periódico. En la de Montañismo, cuya sede está en Granada, los resultados son aún más concluyentes. El senderismo es una de las actividades preferidas por familias enteras de granadinos cuando llega el fin de semana. La envidiable orografía de la provincia ejerce, sin lugar a dudas, como catalizador de aficionados a esta actividad. Sin embargo, casi todas las rutas con desnivel -exceptuando las subidas al Llano de la Perdiz y la Dehesa del Generalife- requieren superar los límites del término municipal de la capital. Los Cahorros, la Boca de la Pescá, la Vereda de la Estrella o Cumbres Verdes. Todas las travesías rodean la capital por fuera.

Más de 400 licencias de montañismo en un mes

Desde los teléfonos de Fedamon (Federación Andaluza de Montañismo) han echado literalmente humo “cada vez que había alguna modificación y ha habido mucha gente preguntando e interesándose por el precio de las licencias”. Así lo confirman fuentes federativas, que también recuerdan que ha habido gente que se ha echado para atrás porque las licencias de 2020 expiran sus coberturas y operatividad el 31 de diciembre. “Están esperando a ver cómo evoluciona la pandemia y las restricciones de la Junta”, añaden desde Fedamon aludiendo a un fenómeno parecido al descrito anteriormente con el ciclismo.

No obstante, desde la Federación de Montañismo sí que arrojan luz sobre este tema apoyándose en datos concretos. Desde finales de octubre se han tramitado alrededor de 400 licencias federativas. Muchas de ellas, lógicamente, en Granada. Y para muestra de esto último, un botón. Un club de escalada con sede en el Cinturón ha hecho cerca de un centenar en menos de un mes. “Jamás en este periodo se habían hecho tantas”, apuntan desde la Federación sin olvidar que el objetivo en estos casos siempre es poder salir a entrenar y ningún otro. El referido club ha pasado de tener 30 fichas a más de 120. Un aumento del 300% en sólo un mes.

Dudas entre los deportistas

Las últimas medidas han aumentado el nivel de restricción en Andalucía y, particularmente, en Granada: la única provincia de la comunicad cuya población -salvo la del Distrito Sanitario Sur- está sujeta a la alerta 4 en su grado 2, el nivel más alto posible. Por eso, las consultas en las federaciones han obligado a éstas a acudir a las dos consejerías de la Junta de Andalucía con competencias en estos asuntos, la de Salud y Familias y la de Turismo y Deporte. Tantos las dos federaciones, como la de Atletismo reconocen haber notado movimientos. Aunque en esta el fenómeno se achaca sobre todo a la concentración del calendario en la última parte del año.

Pero unas y otras han emitido comunicados al respecto. La última, la de Montañismo, que apela “a la responsabilidad y a la prudencia de todos nuestros clubes y deportistas en cuanto a la movilidad, ateniéndonos siempre a las fuerzas de seguridad y teniendo presente como principal premisa la delicada situación sanitaria en la que nos encontramos”. Por eso recuerdan a sus asociados que, tras la última actualización llevada a cabo por la Junta, sólo se pueden desarrollar entrenamientos y competiciones “dentro del municipio de residencia de todos los federados, para todas las categorías federativas”, algo que ha variado a raíz de la prórroga de las restricciones anunciada por la Junta de Andalucía el domingo y que está en vigor desde el martes.

El comunicado de Fedamon pone el acento en la consideración de “categoría absoluta”, apartado que detalla con precisión. “Ello no impide que se puedan desarrollar entrenamientos y competiciones dentro del municipio de residencia de todos los federados, para todas las categorías federativas”. Al mismo tiempo especifica que “se entiende por categoría absoluta aquella que agrupa a deportistas en la clasificación general de una competición deportiva, independientemente del grupo de edad al que pertenezca. Por lo tanto, a tenor del Decreto 336/2009, de 22 de septiembre, por el que se regula el Deporte de Rendimiento de Andalucía, se precisa que tendrán la consideración de categoría absoluta aquellos/as deportistas de edad senior, así como los que conforme el Reglamentos Técnicos de la F.A.M., puedan participar en dicha categoría”.

El texto pretende reiterar de manera clara el carácter deportivo de todas y cada una de estas nuevas licencias, y por eso añade que “tanto para entrenamientos como para competiciones, sólo se permitirá, en su caso, por las autoridades competentes y fuerzas de seguridad, la movilidad debidamente justificada entre localidades de cualquier provincia de Andalucía y fuera de la misma, a los deportistas que puedan participar y obtener clasificación en categoría absoluta de cualquiera de nuestras modalidades deportivas”. “Por tanto, sólo se permite desplazamientos fuera de municipio de residencia, a aquellos deportistas federados de carácter absoluto con motivo de actividades de entrenamiento o competición. Por ello, recomendamos, además de portar la correspondiente licencia federativa, adjuntar certificado”, apostilla finalmente.

Con todo lo anterior, el carácter interpretativo de las normas, abiertas siempre a interpretaciones, sigue sembrando muchas dudas entre la población. Por eso, aún con la licencia en la mano, las llamadas a la Guardia Civil para informarse sobre qué se puede y qué no hacer en este contexto son diarias. Y nadie mejor que las palabras de uno de los protagonistas de esta historia, Pablo, para entenderlo. “El sacarme la licencia a día de hoy para mí no ha supuesto ningún cambio con mi situación anterior, ya que no nos queda claro tras el último comunicado lo que explicó Federación y, sobre todo, con la situación tan particular que vive Granada. Salgo a entrenar con el miedo de ser multado por las autoridades competentes”, expone en última instancia.