Cinco datos importantes sobre la fibromialgia que tienes que saber

La fibromialgia es una síndrome crónico caracterizada por dolores constantes y generalizados que afectan, especialmente, a tendones, músculos, articulaciones y otros tejidos blandos. Además de esta sensibilidad, las personas que sufren con la enfermedad pueden presentar otros síntomas incómodos como fatiga intensa, dolores de cabeza, alteraciones del sueño, ansiedad y depresión.

Según datos recientes divulgados en el estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología, en España, la prevalencia calculada en la población adulta es de aproximadamente 2,4%, lo que supone que hay cerca de 900.000 personas afectadas en España. 

Este 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Fibromialgia con el objetivo de concienciar a la población acerca de la enfermedad. La fecha elegida es un homenaje al nacimiento de Florence Nightingale, la mujer que revolucionó la enfermería y padeció de esta patología. A continuación, conozca cinco datos relevantes sobre la fibromialgia.

1. El dolor de la fibromialgia puede aparecer y desaparecer

La evolución de los síntomas de la fibromialgia es diferente en cada persona. En general, hay periodos en los que la mayoría de ellos se agravan y temporadas en las que se alivian en mayor o menor grado. 

Así, las etapas de agravamiento de los síntomas son conocidas como 'crisis'. Estas suelen surgir o empeorar con alguna actividad, exposición a situaciones de ansiedad o estrés, o incluso el cambio climático, especialmente el tiempo nublado o lluvioso. Los síntomas también pueden agravarse en determinados momentos del día, como cuando el individuo afronta un ambiente muy luminoso o ruidoso, se mantiene mucho tiempo en una misma posición o siente frío, por ejemplo.

Por lo tanto, el individuo puede tener momentos del día sin presentar ningún síntoma y otros en que ellos aparecen. Es común que una persona con fibromialgia se sienta más o menos bien y de pronto empiece a encontrarse mal y con dolor. Este hecho hace que sea muy difícil hacer planes futuros porque, muchas veces, se ven obligados a cambiarlos o cancelarlos. 

2. La fibromialgia afecta más a las mujeres

La fibromialgia puede surgir a cualquier edad, incluso entre los niños. Pero, los síntomas suelen aparecer con mayor frecuencia entre los 25 y 60 años. Aunque la enfermedad afecta ambos sexos, las estadísticas indican que 90% de los que sufren con la patología son mujeres, nada menos que cerca de siete veces más casos entre personas del sexo femenino. 

Todavía, no hay ninguna razón científica definida que pueda explicar el porqué de la mayor prevalencia de la fibromialgia en las mujeres. Según algunas investigaciones, las posibles causas para el hecho están relacionadas a la diferencia en el procesamiento del dolor por parte del cerebro masculino y femenino, la mayor tendencia de las mujeres a la depresión y la ansiedad, e incluso la exigencia que imponen los múltiples roles sociales y familiares que generan altos grados de estrés. 

3. La fibromialgia no es hereditaria

Actualmente, no se conoce la causa para la enfermedad. Aunque investigadores han intentado responder esta pregunta, ninguna de las teorías fueron confirmadas. De cualquier forma, hay un consenso mayor sobre una posible predisposición genética en algunas personas que presentan factores desencadenantes como una vivencia emocional intensa, afrontar situaciones de estrés por un largo periodo de tiempo, desarrollar determinadas infecciones víricas o bacterianas, además de tener sufrido algún traumatismo físico fuerte, como un accidente o cirugía. 

Es importante decir que, aunque exista una mayor probabilidad de padecer de la fibromialgia si en la familia hay algún caso, no es considerada una enfermedad hereditaria, o sea, no hay una transmisión directa entre generaciones.  

4. La fibromialgia puede afectar la calidad de vida

 La fibromialgia no es una discapacidad por definición, pero cerca del 50% de los afectados presentan dificultades para desarrollar las actividades laborales y de la vida diaria. En general, los síntomas más discapacitantes son la hipersensibilidad al ruido y a la luz, la fatiga intensa, la falta de concentración y memoria, problemas cognitivos, alteraciones del sueño, las migrañas y los vértigos. Todo esto sumado con el dolor crónico puede generar un desgaste físico y psicológico, lo que afecta en gran medida la calidad de vida de la persona.  

5. La fibromialgia no tiene cura, pero tiene tratamiento

Actualmente, la fibromialgia no tiene cura. Pero, existen tratamientos específicos desarrollados para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes sufren la enfermedad. 

Ya que la fibromialgia puede manifestarse de diferentes maneras e intensidad en cada persona, el tratamiento debe ser personalizado y multidisciplinar. Por lo tanto, para tratar la patología se suele adherir a métodos farmacológicos (antidepresivos, antiinflamatorios, relajantes musculares), intervenciones nutricionales, además de rehabilitación física y emocional.