Cinco genialidades de Guardianes de la galaxia
La esperada película de James Gunn se estrena hoy en todos los cines de nuestro país.
Este jueves al fin llega a los cines españoles Guardianes de la galaxia,la space opera de Marvel que lo tiene todo para ser una de las películas del verano. Y como cinco son ellos (Star-Lord, Gamora, Drax, Groot y el genial Rocket), cinco son las razones que os damos para pasar por taquilla.
- Perdedores con carisma y mala baba. En su nueva aventura cinematográfica Marvel ha sabido cambiar el tono sin perder fuerza y ganando toneladas de humor gamberro y buen rollo. Aquí no hay héroes atormentados o movidos por un ineludible y pomposo sentido del deber, tan solo un puñado de marginados y perdedores que intentan salir adelante.
- A la velocidad de la luz. En sus 122 minutos James Gunn nos regala mucha acción, muchos escenarios fantásticos, muchos bichos raros, muchos personajes, alguna gamberrada genial... y todo un ritmo trepidante. Un auténtico festival que consigue que dos horas de Guardianes sepan a poco.
- No sin mi Walkman. Desde los Jackson Five a David Bowie pasando por Marvin Gaye, The Runaways o el inevitable Hooked on a Feeling de Blue Swede. El Awesome Mix Vol. 1, banda sonora de la película, está plagado de temazos que son protagonistas principales de algunos de los momentazos de la película. Acción a todo ritmo... siempre escuchada en walkman.
- Menuda colección. El coleccionista, el enigmático personaje que encarna Benicio del Toro, es otra de las grandes atracciones de la aventura espacial de Marvel. En su sala de reliquias intergalácticas guarda algunos trofeos que a nosotros, pobres e ignorantes terrícolas, nos resultarán muy familiares.
- Y al final... más. Y después del banquete de diversión, todavía queda el postre. Tirando de nuevo de su tono gamberro, Guardianes de la galaxia eleva la escena postcréditos a un nuevo nivel con una sorpresa totalmente inesperada que hará las delicias de todos los seguidores del universo Marvel. Una guinda perfecta por la que merece la pena esperar.