Cinco historias que dieron nombre a estas calles y plazas de Granada (II parte) | Vídeo

La calle Gran Capitán, la plaza Trinidad, la calle Tablas, la calle Beso y la de los Niños luchando deben su nombre a acontecimientos muy particulares | ¿Conocen los granadinos su origen?

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Calle beso, la más romántica de Granada | Foto y vídeo: Javi Gea
José L. Moreno | @morenoluaces
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Granada, ciudad de embrujo y romanticismo, esconde un sinfín de secretos. Sus edificios están plagados de historia y sus rincones han sido testigos del paso de varias civilizaciones a lo largo de los siglos. Las calles que dibujan el plano de la urbe de la Alhambra recogen las vivencias de los que pasaron por ellas. Unas cargadas de pasado árabe, otras de hechos más recientes.

¿Conoce la historia del nombre de calles por las que camina a diario como, por ejemplo, Gran Capitán? ¿Sabe que muchas denominaciones tienen pasado árabe? En Granada Digital hacemos otro repaso de las historias más curiosas que han dado nombre a algunas calles y plazas de nuestra ciudad.

La calle Gran Capitán, pasado militar

Gonzalo Fernández de Córdova y Enríquez de Aguilar fue un noble familiar de Fernando el Católico que destacó en batallas como la conquista de Montefrío o de Loja, donde hizo prisionero a Boabdil y negoció con el la entrega de la ciudad.

Su casa/palacio se ubicaba en el actual convento de las Carmelitas Descalzas, en la calle San Matías (actual Palacio de Córdova reconstruído en la Cuesta del Chapiz), pero su nombre quedó reflejado en la calle Gran Capitán. El motivo: En el Monasterio de San Jerónimo se encuentra su tumba diseñada por Diego de Siloé.

La plaza de la Trinidad, la de los 'Calzados'

Esta plaza era una gran explanada en tiempos musulmanes. Hacia el 1517, los Reyes Católicos empezaron a levantar el convento de las Trinitarios Calzados. Con la desamortización de 1.798 se pasó a un uso civil del edificio, pero su mal estado generó su derribo en 1889. Lo único que queda de la época es la fuente, que se ubicaba dentro del monasterio y su nombre.

La fuente de la plaza Trinidad es la que había dentro del convento de los 'Trinitarios Calzados' | Foto: Javi Gea

La calle Tablas, donde se compraba la carne

Su nombre está ligado con la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos, concretamente, con las Capitulaciones de Santa Fe. Fueron la base de la convivencia entre moros y cristianos. En este documento se reflejó también las costumbres culinarias de cada religión. Mientras que los musulmanes tenía prohibido el consumo de cerdo, a los allegados a los reyes no se les permitía comer aves degolladas en las carnicerías de origen mudéjar.

Por eso, se creó esta calle, para que los establecimientos de origen distinto quedaran separados. Recibió el nombre de Calle de las carnicerías de los Cristianos Nuevos, pero el uso de cajas y tablas de madera para guardar y exponer la carne derivó en el nombre de esta vía.

La calle Tablas fue la solución a la convivencia entre culturas culinarias | Foto: Javi Gea

La calle Beso, llena de romanticismo

Es una de las vías granadinas con más leyenda y romanticismo. Esta calle se llamaba la Calle del Conde de Cabra por el aristócrata al que se le atribuyó la propiedad de parte del Albaicín. Pero, una inscripción en un azulejo cuenta claramente su origen más sensiblero

La leyenda de la calle Beso está escrita en unos azulejos de la propia vía | Foto: Javi Gea

“En esta casa vivía un matrimonio con su hermosa hija, una muchacha tan angelical que todos los vecinos la adoraban. Un día, cuando su madre la fue a despertar, encontró a la niña totalmente inerte.

Horrorizada, gritó ¡Dios mío, está muerta!, llamando a los vecinos, que transformaron el barrio en un solo llanto.

A la noche celebraron el velatorio, en clima de gran tragedia. Pero al día siguiente cuando iban a cerrar el ataúd, y la madre acercó sus labios para dar a su querida hija un desesperado beso, los ojos de la “muchacha muerta” se abrieron lentamente”.

Seguramente, la muchacha sufría de catalepsia, pero los románticos prefieren creer que la fuerza del amor de una madre la hizo resucitar.

La calle Niños Luchando, una historia de hambruna

Como tantas otras, su historia viene de habladurías y leyendas. Entre las calles Tendillas de Santa Paula y Arandas encontramos este estrecho paso. La leyenda cuenta que dos niños se peleaban o jugaban a hacerlo. Uno de ellos chocó contra un muro semiderruido que acabó cayendo. Entre los escombros apareció un fajo de billetes que alguien escondió allí. La noticia de hizo tan 'viral' en la época que el callejón heredó este curioso nombre.

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