Cinco historias que dieron nombre a estas calles y plazas de Granada (IV parte) | Vídeo
La calle Mesones, el Paseo de la Bomba, la calle Oficios, la placeta de la Seda o el Palacio de las Niñas Nobles deben su nombre a acontecimientos muy particulares | ¿Conocen los granadinos su origen?
Granada, ciudad de embrujo y romanticismo, esconde un sinfín de secretos. Sus edificios están plagados de historia y sus rincones han sido testigos del paso de varias civilizaciones a lo largo de los siglos. Las calles que dibujan el plano de la urbe de la Alhambra recogen las vivencias de los que pasaron por ellas. Unas cargadas de pasado árabe, otras de hechos más recientes.
¿Conoce la historia del nombre de calles por las que camina a diario como, por ejemplo, Calle Mesones? ¿Sabe que muchas denominaciones tienen pasado árabe? En Granada Digital hacemos otro repaso de las historias más curiosas que han dado nombre a algunas calles y plazas de nuestra ciudad.
La calle Mesones, la de las tabernas
Es popular el gusto del español por estar al calor de un bar. Hoy conocemos la Calle Mesones como una vía de tiendas, pero su nombre viene por su antigua actividad.
Los visitantes de la Granada del S.XV frecuentaban sus locales y alrededores, ya que era la zona en la que se podía comer, beber, dormir y asearse sin moverse de la zona.
La frecuencia de paso de los forasteros la convirtió en zona de culto hostelera, por lo que su nombre quedó arraigado a la vía.
Palacio de las Niñas Nobles, solo para nobles
Este palacete se encuentra los pies de la torre de la Catedral. Su conversión a escuela fue debida a D. Pedro de Castro en el siglo XVI. En este edificio se enseñaba escritura, lectura, matemáticas, latín o griego. También formas y actitudes para complacer al hombre en el matrimonio.
A este antiguo centro educativo sólo tenían derecho a aprender aquí las hijas de la nobleza local, las niñas nobles. Su portada adintelada fue obra del eclesiástico Juan de Marquina. Si no conoces este rincón de Granada, merece la pena visitarlo por sus vistas tan peculiares vistas a la Catedral de Granada.
Calle Oficios, zona de trabajo
Marroquineros, taraceros o tinteros reunían sus negocios en esta zona. Eran calles de compra-venta. Esta importante vía alberga la Capilla Real, la Lonja de Mercaderes y la Madraza, pero antiguamente era más estrecha y su nombre era el de calle Mesa Redonda.
Los distintos oficios ubicados en las calles colindantes derivaron en su nombre, en uno general, el que tiene hoy en día.
Placeta de la Seda, fama mundial
Es uno de los rincones con más magia de Granada y poca gente la conoce debido a su enrevesada ubicación. Su balcones, flores y azulejos destacan entre las calles de la Alcaicería. Tiene relación con la calle Oficios porque aquí se trabajaba uno de los productos más cotizados de la época árabe de la ciudad de la Alhambra. La fama de las sedas del río Darro era conocida en el mundo entero y su actividad perduró hasta el S.XIX. La tradición de este trabajo dejó como herencia su nombre
Paseo de la ''mini'' Bomba
Sus jardines tienen más de 8000 m2 y se declararon jardines históricos en 2007. Es un bulevar de estilo francés cuya orientación permite disfrutar de unas vistas privilegiadas de Sierra Nevada.
La amplitud de la zona choca con el origen de su nombre. Su denominación viene por una pequeña fuente casi escondida entre su arbolado. Su forma de bomba evolucionó en el nombre actual.
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Comentarios
Un comentario en “Cinco historias que dieron nombre a estas calles y plazas de Granada (IV parte) | Vídeo”
Mario
27 de febrero de 2021 at 19:45
Tonterías varias de este pseudoartículo:
1. La calle Mesones no existía en el siglo XV, eran huertas fuera de la muralla nazarita. Por tanto, nadie podía ir de tiendas, a lo sumo a cagar al campo.
2. La calle Oficios se llamó así porque en su alrededor estuvieron, a principios del siglo XVI, los estudios de Oficios, es decir, de Derecho, ya que la Universidad literaria surgió enfrente y parte de los escribanos y abogados ejercían allí. Lo de la marroquinería es algo posterior.
3. El Paseo de la Bomba lleva el nombre por la primera fábrica de azúcar que hubo allí, en el edificio de Sevillana, a la que llamaron la Bomba por sus máquinas de vapor (una de ellas expuesta hace unos años al final del paseo).