Cinco meses sin noticias de Francisco Pérez en Almuñécar: "La intervención de la UCO es la única forma de esclarecer el caso"

Los familiares de este hombre de 87 años, que desapareció el Viernes Santo por el paseo marítimo de Cotobro, consideran que solo con esa vía podrán localizarlo

Francisco Perez Almuñecar desaparecido
Paseo marítimo de la Playa de Cotobro, en Almuñécar, donde desapareció Francisco Pérez Bedmar hace ya cinco meses | Fotos: Remitidas
María José Ramírez
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Los familiares de Francisco Pérez Bedmar llevan cinco meses ya sin saber su paradero. Están angustiados por no saber de él desde que el pasado 22 de marzo, en pleno Viernes Santo, Francisco Pérez desapareció en Almuñécar cuando salió a pasear por el paseo marítimo de la Playa de Cotobro. Sus hijos Francisco y Sergio y el resto de su familia desean que intervenga en este caso la Unidad Central Operativa (UCO), el servicio de la Policía Judicial de la Guardia Civil, la unidad que se encarga de investigar diferentes delitos como el crimen organizado, la corrupción, los robos, homicidios y secuestros a nivel nacional. Tras cinco meses de búsqueda y no encontrar ni una sola pista sobre Francisco, sus familiares solo ven esta vía como solución para localizarlo y poder aclarar lo sucedido.

Francisco Pérez Bedmar, de 87 años, un carpintero jubilado que había sido concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Maracena, desapareció en la zona del paseo marítimo de la Playa de Cotobro el pasado Viernes Santo. Vestía gorra gris, sudadera azul marino, vaqueros y zapatillas deportivas. La última pista que tienen sus familiares es la grabación de una de las cámaras de seguridad del Hotel On Aleta Room, que está ubicado al principio de la playa de Cotobro, en la que se ve paseando a Francisco. Como cada día, este hombre había salido a dar un paseo y no llevaba ninguna documentación ni dinero, “solamente las llaves del piso”, cuenta su hijo Francisco. “Se dejó la cena preparada. Salió sin cartera, sin documentación, sin dinero, sin nada, a dar su paseo de todos los días. Con intención de volver, porque dejó también el balcón abierto”, explica. Además, para el día siguiente Francisco había quedado para comer y luego irse a bailar con una amiga, tal y como asegura su hijo.

Los familiares de Francisco piensan que alguien pudo hacerle algo y la Guardia Civil ya tiene la diligencia de que se trata de “una desaparición involuntaria sin causa conocida”. “Al principio sí estuvieron un mes y pico categorizándolo como desaparición voluntaria, pero hasta que se dieron cuenta de que no aparecía por ningún lado ni había ningún motivo para que desapareciera, cosa que nosotros desde el minuto cero sabíamos que mi padre no se había ido por su cuenta”, asegura.

Desde que se produjo la desaparición de Francisco, sus familiares lo han buscado “por toda Almuñécar”. Primeramente, las búsquedas de la Guardia Civil se centraron en el mar, por la zona próxima a donde desapareció. “Luego por tierra, por toda la sierra y por todas las zonas que hay: las montañas, los barrancos y todas las zonas aledañas a aquella zona de Cotobro”, apunta su hijo Francisco. La búsqueda se extendió después “hacia el interior de Almuñécar”. “Se han barrido un montón de hectáreas por si, por lo que fuera, alguien arrojó su cuerpo por algún sitio”, añade.

Lamentablemente, tras todos estos operativos de búsqueda “no ha aparecido absolutamente nada” que pueda dar alguna pista a sus familiares, quienes, de vez en cuando, organizan “alguna batida” para seguir buscando. “Gracias a asociaciones como Guardias Civiles Solidarios, la plataforma Adonay y la Federación de Búsqueda Deportiva de Detección de Metales, de vez en cuando, organizamos alguna búsqueda. Hay zonas un poco más abruptas o apartadas que entendemos que no se han ido haciendo”, apunta Francisco, que ha señalado también que “por no estar parados” y “por aliviar un poco esa angustia” de no saber dónde está su padre continúan cada fin de semana organizando alguna batida.

La asociación Guardias Civiles Solidarios ha colaborado en cinco dispositivos de búsqueda de Francisco Pérez Bedmar. Uno fue “por agua con un robot submarino”, cuenta el presidente de la asociación, Jose Cabrera. También estuvieron en la zona del Peñón de San Cristóbal y en las playas de Cotobro y del Muerto, donde hicieron “una búsqueda con detectores de metales”, apunta. “Hemos hecho otra búsqueda con drones con un levantamiento fotogramétrico de todas las montañas que hay. Un levantamiento fotogramétrico es miles de fotos que se solapan. Y, al final, la montaña la tiene en alta resolución, para poder localizar. Estuvimos localizando banquetas de dos colchones, pero a Francisco no. Hicimos una última batida por una zona de difícil acceso, a pie todo”, añade Cabrera.

Por otro lado, dos centros de buceo de Almuñécar también han colaborado en la búsqueda de Francisco Pérez “poniendo sus barcas y sus botellas”, resalta su hijo. “Uno es el centro de buceo de La Herradura, que está en el puerto de Marina del Este, y el otro es el centro de buceo Almuñécar, que está en la plaza San Cristóbal, que es donde vivían mis padres. No nos están cobrando absolutamente nada. Lo hacen sin pedir nada a cambio”, añade agradecido.

La intervención de la UCO, la Unidad Central Operativa de la Policía Judicial de la Guardia Civil, es la esperanza que tienen los familiares de Francisco Pérez para dar con su paradero. Su hijo está agradecido a los agentes de la Guardia Civil de Almuñécar porque “están poniendo de su parte más de los que les corresponde” para intentar localizar a Francisco, pero considera que “falta personal y faltan medios en el puesto de la localidad para un caso de este tipo de desaparición”. “Si la UCO no interviene, ni encontraremos el cuerpo ni se esclarecerán los hechos. Lo tenemos claro, porque estos casos son muy complejos. Y cada día que pasa, peor, porque ya se ha perdido mucha información que es relevante para esclarecer lo que ocurrió”, afirma.

Toda esta “desgracia” ha permitido a los familiares de Francisco Pérez Bedmar “descubrir a un montón de gente que de forma altruista acompaña y ayuda”, remarca su hijo, que lo único que desea es poder encontrar el cuerpo de su padre para que se pueda esclarecer lo sucedido y terminar con una angustia que se prolonga ya por cinco meses.