Medio centenar de vecinos de Cartuja se concentran en plena jornada electoral tras 36 horas sin luz
Aunque muchos ya lo han recuperado, hay unas 70 familias sin suministro tras arder un transformador el viernes
Más de 50 vecinos del barrio de Cartuja, en el Distrito Norte, se han concentrado este domingo de jornada electoral en protesta por las más de 36 horas que algunas zonas del barrio llevan ya sin luz tras arder un transformador en la calle Bermúdez Pedraza.
La concentración estaba prevista en un primer momento en el Instituto Cartuja, aprovechando la jornada de votaciones por las elecciones generales. Sin embargo, por recomendación de la Policía Nacional, han terminado llevando la protesta hasta la placeta de la calle Joaquín Corral Almagro.
Pese a que la mayoría de los afectados ya ha recuperado el suministro, la presidenta de la Asociación de Vecinos Nueva Cartuja, Rosa García, ha confirmado GranadaDigital que "más de 70 familias aún continúan sin luz". "Es tan fácil como que Endesa, Ayuntamiento y el resto de las administraciones se pongan a trabajar. Es verdad que han puesto transformadores, pero las instalaciones de baja tensión son del año 1975. En cuanto pones el aire acondicionado salta", ha denunciado.
García lamenta que desde que ardió el transformador, en la madrugada del viernes al sábado, "Endesa no se ha puesto en contacto con nosotros ni para preguntar si hay electrodependientes", si bien ha querido aclarar que la actual presidenta de la Junta Municipal de Distrito Norte, Elisa Campoy, "ha estado al teléfono conmigo desde el primer minuto del viernes".
Con todo, esta grave conculcación del acceso a los suministros básicos al menos no ha afectado a un derecho fundamental como es el de ejercer el voto, pues "al colegio electoral de nuestra zona lo alimenta otro transformador".
Endesa informó de que el transformador se quemó por "no poder soportar la sobrecarga a la que se ha visto expuesto tras haber sido manipulado por terceros en continuas ocasiones desde el pasado miércoles". Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos del barrio de Cartuja negaron rotundamente que esta afirmación fuese verdad: "Los técnicos esperan cuatro o cinco horas para manipularlo para no quedarse pegados. Hay mucho riesgo, es difícil que un vecino se meta ahí".
En este sentido, Rosa García ha añadido este domingo que, de ser así, la compañía eléctrica "estaría reconociendo indirectamente que tienen un problema interno grave".