Claves para dejar de recibir publicidad no deseada

Muchas veces pedimos que no vuelvan a llamarnos para proponernos nuevas tarifas, seguros, descuentos... Pero no lo hacen. Te informamos sobre algunas claves para que puedas librarte del spam y del acoso comercial a través de la Lista Robinson, un registro en el que se apunta quienes no quieren recibir publicidad.

Esta opción funciona, pero con dos matices importantes que hay que tener en cuenta. En primer lugar, la Lista Robinson te protege de las entidades con las que nunca has tenido relación. En caso de tratarse de una empresa con la que se quiere cortar una relación que existía, tendrías que contactarles directamente para exigirles que dejen de enviarte publicidad.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que es a partir de tres meses desde el momento en el que te apuntas a la Lista Robinson cuando empieza a hacer efecto.

Inscripción a la Lista Robinson

Es un proceso sencillo y que no tardarás más de cinco minutos en realizar en su página web.

En primer lugar, tienes que registrarte con tus datos y recibirás un e-mail para confirmar y disponer de tu nombre de usuario (DNI o NIE) y clave numérica. Finalmente, solo bastará con pinchar en 'Acceso al servicio', donde entrarás con tus claves ya creadas, y señalar por qué vía quieres dejar de recibir la publicidad. Estas opciones son e-mail (móvil y fijo), correo postal y mensajes SMS/MMS.

Asimismo, para las empresas con las que tienes o tuviste contrato, podrás enviar un e-mail o carta pidiendo que dejen de enviarte publicidad, de hecho, la web de la Lista Robinson te facilita un buscador de entidades para hacerles llegar tu petición.

Denunciar en la Agencia de Protección de Datos

Si en algún momento siguen acosándote empresas y no cumplen con tu petición de no volver a recibir publicidad, puedes denunciar si ya han pasado tres meses desde que te apuntaste a la Lista Robinson y aún siguen llamando.

En la web de la Agencia de Protección de Datos encontrarás todo lo que necesitas para escribir tu denuncia. Las multas de la Agencia de Protección de Datos hacen temblar a las empresas.