“Nunca pensé que una pequeña confusión en la medicación podría afectar tanto a mi padre”

Una granadina relata cómo el sistema personalizado de dosificación de medicamentos (SPD), que está ya disponible en cerca de 300 farmacias de Granada, ha mejorado su calidad de vida y la seguridad de sus padres

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Carmen tiene 37 años, está separada, tiene dos hijos a su cargo y es abogada. Su ajetreo es constante y, como tantas personas de nuestro día a día, dispone del tiempo justo para todos sus quehaceres diarios. Compaginar familia y trabajo no es fácil, pero su tesón no tiene límites y no solo saca todo adelante, sino que además lo logra con éxito, pues es una de las letradas más reputadas de la ciudad. Eso sí, dentro de sus máximas prioridades se encuentran sus padres, ya bastante mayores. Él sufrió hace poco un infarto y ella, entre otras dolencias, ha superado un cáncer de mama. “La edad, que no perdona”, asiente con cierta resignación José, padre de Carmen, quien acumula ya 77 primaveras.

Desde hace un tiempo, y aunque no descuida nunca a sus progenitores, Carmen respira un poco más tranquila. Sus padres viven justo encima del piso donde ella reside y como es lógico, todos los días no sólo los visita, sino que, en cierto modo, los vigila. “Tengo que estar encima de ellos porque ya no se valen por sí mismos en muchas cosas que antes controlaban perfectamente”.
Como ejemplo, cita la diversa medicación que ambos tienen que tomar a diario, a distintas horas, y que es vital para su salud.

“Son muchas pastillas al día entre los dos, y me ponía muy nerviosa porque me daba cuenta de que, a veces, se les olvidaba a alguno y no se la tomaban, o se equivocaban de medicamento y repetían el que ya se habían tomado. Incluso en alguna ocasión les oía preguntarse si esa caja es tuya o es mía”. Esa circunstancia le generaba una permanente inquietud. Carmela, de 75 años, y por quien le pusieron el nombre a su hija, la entiende, pero se justifica. “Es que son muchas pastillas y cada una para una cosa diferente, aunque parecen todas iguales. Yo no me entero”.

Preocupada porque un día José se había tomado dos veces la pastilla para la tensión,y tras un mareo que, afortunadamente, no fue a más, Carmen encontró la solución en la farmacia de su barrio. Mientras ella relata lo que sucedió, su padre agacha la cabeza con aire de culpabilidad, pero también moviéndola de un lado a otro, con cierto reproche por contarlo. “Estaba muy mareado y mi madre se asustó y me llamó. Me preocupé mucho. Nunca pensé que una confusión en la medicación podría afectar tanto a mi padre. Así que bajé a hablar con el farmacéutico, Luis Manuel, que nos conoce de toda la vida, y fue quien me dio la solución. El SPD me devolvió la tranquilidad”.

Un servicio abierto de las farmacias de Granada

 

El SPD es un sistema personalizado de dosificación de medicamentos, servicio que ofrecen las farmacias granadinas, y que José lo describe así, aunque Carmela le corrige de vez en cuando algún detalle. “En la farmacia nos preparan nuestros medicamentos ordenados, con los que tenemos que tomar en cada momento y separados los suyos de los míos”. “Pero lo hacen igual que vienen en las cajas”, apostilla Carmela. Para Carmen, ha sido un alivio. “Es que así no tengo que estar todo el día preocupada de si lo han tomado o si han sido las dosis correctas”.

Medicaciones complejas, personas mayores que viven solas, pacientes con autonomía reducida o que se olvidan de las tomas, usuarios de residencias de mayores, enfermos crónicos polimedicados, pacientes que dependen de uno o varios cuidadores… Son muchas las circunstancias que afectan a miles de personas, como José o Carmela, que toman medicamentos que son imprescindibles para su salud. Pero los datos indican que más de la mitad de los pacientes de más de 65 años, polimedicados, presentan problemas de adherencia al tratamiento, es decir, que tienen dificultades con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida. O sea, que el grado de conducta del paciente no se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario.

Incluso existe un estudio de la Unión Europea que señala que unas 10.000 muertes podrían evitarse en España si la adherencia a los medicamentos fuera la adecuada. Y cifra en 10.500 millones de euros el coste de la no adherencia en nuestro país.

Bajo estas premisas, el Colegio de Farmacéuticos de Granada ofrece el SPD, un servicio que ayuda a los pacientes, pero también a cuidadores y familiares, como Carmen, sobre los que recae la responsabilidad sin la formación o el tiempo suficientes , a pesar de su implicación, puede no corregirse la falta de adherencia. El objetivo es garantizar una correcta aplicación del tratamiento, evitando errores que puedan tener un impacto claro en la salud del paciente.

Organización de la medicación

 

Se trata de organizar la medicación por días y por tomas para un tiempo determinado. Para ello se utiliza un envase tipo blíster con alvéolos, donde se introducen las dosificaciones de los distintos medicamentos del paciente para cada toma diaria. Como es lógico, se desarrolla bajo la supervisión de un farmacéutico y de acuerdo a un exigente protocolo de seguridad y calidad, común en todas las oficinas de farmacia de Andalucía acreditadas. En concreto, en Granada hay 300 oficinas de farmacia adheridas y más de 700 farmacéuticos capacitados para gestionar el servicio.

Las ventajas que este sistema personalizado de dosificación ofrece radican en la mejora del control del paciente, la facilidad para cumplir el tratamiento, la reducción de errores en la toma de medicamentos, evitar los problemas de manipulación y conservación y también los problemas de confusión e intoxicación involuntaria.

Ahora Carmen, que desconocía que las farmacias granadinas ofrecían este servicio, no duda en aconsejárselo a sus amistades. “Tengo amigas en circunstancias parecidas a las mías y, desde luego, les he hecho un favor contándoles la importancia del SPD”.