El Colegio de Médicos de Granada homenajea a los médicos fallecidos ejerciendo su labor durante la pandemia
“Este no es un reconocimiento por su muerte, sino por su vida ejemplar en lo profesional”, asegura el presidente del Colegio de Médicos de Granada, Jorge Fernández
Hubo emoción, hubo lágrimas y hubo gargantas alteradas por la desazón que producían las palabras emitidas. Y luego estuvo el mensaje del presidente del Colegio de Médicos de Granada, Jorge Fernández: “Este no es un reconocimiento por su muerte, sino por su vida ejemplar en lo profesional”. Se refería a José Manuel Fernández Cuesta y Tomás Ureña Fernández, médicos granadinos que han fallecido durante la pandemia del Covid ejerciendo su profesión.
Comenzó el acto, celebrado en la sede del Colegio de Médicos, con un minuto de silencio por todos los médicos fallecidos durante la pandemia en la provincia de Granada. El presidente dijo que el colectivo médico había dado un ejemplo de compromiso con su vocación de ayuda a los demás. Afirmó que durante este tiempo “retrocedimos en el tiempo, pasamos de una medicina basada en la evidencia al empirismo puro y duro. No sabíamos nada. Nada, pero hacíamos todo lo que podíamos para ayudar a los pacientes”. Recordó los aplausos que recibía de la población el sector sanitario “que nos daban fuerza para seguir”.
Señaló que en España habían fallecido más de 170 médicos debido al Covid 19, de los que 115 estaban en el ejercicio de su labor. En su opinión, dijo, “una de las injusticias más grandes de esta pandemia ha sido el desprestigio que han sufrido los profesionales de Atención Primaria. La decisión de evitar contagios en los Centros de Salud en pacientes sanos ha contribuido a una imagen distorsionada del inmenso trabajo realizado durante este tiempo por todos los profesionales de los Centros de Salud”.
También recalcó la solidaridad entre los diferentes estamentos y especialidades médicas a la hora de luchar contra el virus que había hecho encamar en la UCI a 1.170 personas y había ocasionado 1.873 fallecimientos en la provincia de Granada. Habló igualmente del éxito que había supuesto la organización de la vacunación en la provincia y anunció que la Junta Directiva del Colegio de Médicos había resuelto nombrar colegiados de honor a José Manuel Fernández y Tomás Ureña.
De José Manuel Fernández habló su compañera de trabajo en el Centro Gran Capitán Lucía Fernández de la Hoz, que, con la voz quebrada por el dolor, dijo que había tenido un compañero “excepcional, íntegro y honrado, además de una persona que siempre tenía una sonrisa para los demás”. Habló de las muchas horas de convivencia en las guardias que había tenido con José Manuel, un hombre al que le encantaba el campo y que siempre pedía las vacaciones en diciembre para coger la aceituna de sus olivos. Terminó su intervención diciendo que “no hay día que no entre de guardia y no me acuerde de José Manuel”.
Sobre Tomás Ureña habló José Ignacio Peis, un amigo personal y compañero de trabajo en varios centros de salud de Jaén. Dijo que Tomás había sido director del Centro de Salud de Porcuna y Torredonjimeno “donde impulsó el modelo de los procesos asistenciales y promovió una excelente relación entre la atención primaria y la asistencia hospitalaria”. Dijo que el amor, que había sido el motor de su vida, le hizo volver a Granada, donde trabajó como director de la Unidad Clínica de Cenes de la Vega. Sobre él recalcó que había sido un médico excepcional que siempre tenía una palabra de apoyo y aliento en los momentos más difíciles. “Yo jamás lo vi enfadado”, dijo José Ignacio de su compañero. Terminó diciendo que era una buena persona, un buen esposo, un buen padre y un buen hijo, así como un buen bailarín de tangos, “un baile adecuado para él: serio pero tierno, recto pero apasionado, desgarbado y elegante a la vez, con pasos lentos y firmes pero atrevidos”.
A continuación, las esposas de los fallecidos recibieron las placas que los acreditan como colegiados de honor. Durante el acto se entregó, como reconocimiento a su labor, un metacrilato con la imagen del Colegio a una veintena de médicos voluntarios, en su mayoría jubilados, que participaron en la lucha contra la pandemia y que hicieron verdad la máxima de que un médico nunca se jubila. “Nos sentimos orgullos de ser vuestros compañeros y como Colegio queremos hacer este reconocimiento para que nunca se olvide vuestra desinteresada colaboración en la superación de esta pandemia”, dijo el presidente.
Terminó el acto, al que asistió el delegado de la Consejería de Salud y Familia, Indalecio Sánchez, con el mensaje de Jorge Fernández, que dijo que se había aprovechado el día de San Lucas, patrón de los médicos para decir que en este tiempo miedos y angustias, los profesionales sanitarios “nos comprometimos con la salud de los pacientes y creo que lo hemos demostrado una vez más con creces”.