El Colegio de Veterinarios colabora en la puesta en marcha de la primera explotación caprina en el sur de Madagascar

El profesional granadino Javier Maestra relata su experiencia en el proyecto 'Ronono Osy' para proporcionar productos lácteos a los niños del país

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Javi Maestra, el veterinario granadino que ha viajado a Mangily para hacer este sueño realidad | Foto: Gabinete
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El 15 de julio regresó de Mangily (Madagascar) Javier Maestra, el veterinario que tutelado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Granada ha puesto en marcha la primera explotación caprina de leche del sur de Madagascar con el objetivo de mejorar la alimentación infantil en uno de los países más empobrecidos del mundo.

El sueño del Colegio de Veterinarios de Granada ha visto cumplida su primera parte. El proyecto 'Ronono Osy' (traducción de 'cabra de leche' del idioma malgache) ya es una realidad y, tras la compra de las primeras 40 cabras autóctonas y su identificación y saneamiento, se hace realidad el sueño de disponer de un rebaño de la especie caprina, en colaboración con Fundación Agua de Coco y la ONG Bel Avenir, con el objetivo de proporcionar leche y productos lácteos a los niños y niñas del país malgache. Nadie mejor que el propio Javier Maestra, alma mater de este proyecto para contarnos a través de esta entrevista todos los detalles.

Pregunta: El proyecto 'Ronono Osy' ya es una realidad, ¿En qué consiste?, ¿cómo surgió la idea de llevar a cabo este proyecto a casi 20.000 kilómetros de Granada?

Respuesta: La idea surgió el año pasado en 2023 cuando varios miembros del colegio, estuvimos visitando Madagascar y los proyectos de Agua de Coco en este país. Hablando con José Luis Guirao (presidente y fundador de Agua de Coco) nos dijo 'tenemos una granja escuela que cuenta con un gran terreno, a ver vosotros como veterinarios que ideas nos podéis aporta, para ayudar aquí'. Entonces se nos ocurrió la idea de tener una piara de cabras que nos diese leche, estuvimos preguntando, pero no había una cabra local lechera, y dijimos porque no hacerla nosotros a través de la mejora genética, y así surgió 'Ronono Osy'. Este proyecto consiste en una mejora genética de la cabra malgache, a través de la inseminación artificial con razas de cabras lecheras españolas como puede ser la murciano-granadina que es una de las mejores del mundo.

P: ¿Por qué la cabra y no la vaca?

R: porque la cabra nos ofrece varias ventajas frente a la vaca, una es su capacidad de adaptación a diferentes climas, terrenos y alimentos, que nos favorece su desarrollo en esta zona de Madagascar. y otra es su capacidad para transformar el alimento que ingiere en leche respecto a la vaca que es mucho mayor.

P: ¿Qué ha significado en lo personal y en lo profesional ser el veterinario encargado de poner en marcha el proyecto?

R: A nivel profesional el desarrollo de este proyecto para mi supone un reto muy grande y lo afronto con muchas ganas y mucha ilusión, ya que si conseguimos los objetivos en unos años daremos a la cabra local un valor genético, que al final eso repercutirá en un valor económico. Y luego por otra parte la mejora de una cabra no es fácil y si se consigue será muy reconfortante para mí y para todos los que estamos implicados en este proyecto. Personalmente para mi supone una superación personal y demostrarme que con trabajo y esfuerzo se puede conseguir cualquier cosa que te propongas, incluso un proyecto tan complicado como este. Y luego que, si con mi aportación puedo dar otra arma a la ONG para luchar contra la desnutrición y enseñar un oficio pues, eso es una sensación muy reconfortante que no se puede describir.

P: ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles?

R: a 20.000 kilómetros como has dicho antes, las cosas son diferentes, la cultura es diferente, la forma de trabajar es diferente, la forma de poder dirigirte a los trabajadores es diferente. Entonces yo iba con una serie de ideas que creía que eran lo mejor, porque aquí en España sería lo más efectivo. Pero cuando llegas allí te pones a trabajar con ellos y ves que tus ideas no es lo mejor para ellos, pues son situaciones difíciles que te vienes un poco abajo. Pero bueno yo llegaba al hotel decepcionado pensando que no iba a avanzar, pero me decía a mí mismo si yo me decepciono y tiro la toalla no voy a poder hacer nada y decepcionaré a la gente que ha confiado en mi para que yo ponga este proyecto en marcha, entonces esa frustración tenía que redirigirla y reinventarme para buscar maneras de trabajar con ellos, para que ellos trabajaran junto a mí y no pensaran que yo iba allí a imponerles nada, que solo quería ayudarlos y enseñarles. Pero bueno al final estoy contento porque se ha conseguido que ellos trabajen, todos como un equipo conmigo y con sus compañeros y han aprendido bastantes cosas que le servirá para que en el futuro su trabajo sea más efectivo y productivo.

P: Imaginamos que en esta aventura solidaria habrá habido muchos momentos emotivos

R: Pues si cuando estas en un país como este el que la gente es tan pobre y te tratan con tanto cariño y más de la mano de una ONG que hace tanto por ayudar a la gente local se viven muchos momentos de este tipo. Por quedarme con uno me quedo con el día que me despedí de las niñas que hay internas en Mangily que nos han ayudado con las cabras y que he pasado tiempo con ellas. Me acuerdo que dos de las niñas más pequeñas que hay allí, que al principio no me hacían mucho caso pero que poco a poco fueron cogiendo confianza y eran las primeras en ayudarme. Ese día se enteraron que ya me tenía que venir para España y se echaron a llorar. En ese momento te das cuenta que todo el esfuerzo que estamos haciendo por intentar darle un futuro mejor, merece la pena.

P: Es la segunda ocasión que viaja a Madagascar. José Luis Guirao y Fundación Agua de Coco, comienzan a serte familiares. ¿Qué destacarías de ellos?

R: Bueno de ellos podría destacar muchas cosas, José Luis ya es como si fuera un miembro más de mi familia y la admiración que tengo por él y por su entrega a los más desfavorecidos no lo puedo describir con palabras. Y para la gran familia de Agua de Coco y Bel Avenir, solo tengo palabras de agradecimiento por haberme acogido como uno más de ellos y darnos la oportunidad, para trabajar con ellos y desarrollar este proyecto. Por supuesto toda mi admiración por su trabajo y entrega a los más necesitados.

P:  ¿Qué ha supuesto para usted el apoyo del Colegio de Veterinarios de Granada en este proyecto?

R: Para mi ha supuesto la oportunidad de poner en marcha este proyecto, que sin ellos no hubiese sido posible. Para poder realizar algo así tienes que tener un apoyo como este detrás. Estoy muy agradecido por apoyarme y confiar en mi en todo momento, que voy a decir, cuando tú tienes ilusión por hacer algo así, para ayudar a gente que lo necesita y recibes este apoyo por parte de él que es mi colegio de veterinarios pues solo puedo estar agradecido y decirles que voy a dar todo de mí, para que este proyecto salga adelante. Doy las gracias a la junta directiva del Colegio Oficial de Veterinarios de Granada y en especial a Kiko Cerezuela, su actual presidente, por su apoyo desde el principio y su predisposición de ayudar a esta ONG fundada por nuestro colegiado de honor.

P: ¿Qué otros apoyos institucionales han recibido?

R: Desde el Colegio de Veterinarios de Granada se ha trabajado y se está trabajando mucho por adherir al proyecto a la profesión e instituciones veterinarias. Han respondido con apoyo económico el Consejo General de la Profesión Veterinaria de España, el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, muchos colegios provinciales de veterinarios y muchos veterinarios a nivel particular ¡La profesión veterinaria ha demostrado ser una profesión solidaria!

P: La compra de las cabras tuvo que ser una experiencia curiosa ¿Cómo se entendía con los malgaches y como se planteó la compra?

R: Esto es una experiencia, imagínate ir a comprar cabras en otro país, con otra cultura, con otras formas de pensar y con otro idioma totalmente diferente. Pues hay estaba yo, con Vola (mujer de José Luis y presidenta de la ONG Bel Avenir) como traductora y el hermano de Vola que tenía que decirnos el precio real de una cabra en este país, para que no nos lo encarecieran y el único que entendía de cabras era yo.

Pues se fue tres veces al mercado de cabras, allí estaban todas las cabras sueltas y solo ellos sabían de quien era cada una, ya la última vez que fui era bajarme del autobús y tener a siete malgaches con cabras en los brazos delante de mí ofreciéndome la mejor cabra que tenían. Y claro hay que negociar con ellos como en todos los mercados donde venden ganado y en Madagascar no va a ser menos, ya que es un país en el que regatear forma parte de su cultura. Pues ya de ultimas con los dedos nos entendíamos todos para ponerle precio a los animales. Pero es una experiencia más que he podido vivir y un reto más que he tenido que afrontar para poder poner en marcha este proyecto. Pero bueno contento porque las cabras que hemos comprado se ven sanas y son las que mejor se pueden adaptar, al proyecto.

P: Tras la compra de las cabras se procedió a identificar y sanear las mismas ¿Qué resultados y colaboraciones ha tenido en la parte sanitaria?

R: Si, se han hecho pruebas tanto de brucelosis con el Rosa de bengala, como de tuberculosis Bovina con la intradermotuberculinización, en el caso de la brucelosis los resultados han sido más o menos un 50% de positivos, en el caso de tuberculosis todos los animales han sido negativos. Previamente todas las cabras habían sido tatuadas e identificadas con crotal y microchip. Además de desparasitarlas todas tanto internamente como externamente. Agradecer a MD veterinaria productos sanitarios, a la Clínica veterinaria Axarquía y la ADSG de la Axarquía por ceder los collares de identificación, tatuadora y tubos para analíticas. Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de Andalucía nos han apoyado en el tema de pruebas diagnósticas.

P: ¿Cómo ha sido la implicación de las niñas malgaches en la identificación y nominación de las cabras de la explotación?

R: Esto es una idea que se me ocurrió sobre la marcha cuando estaba allí, porque no implicar a las niñas que están en el Foye(orfanato) de la granja escuela en el cuidado de las cabras y así sensibilizarlas sobre el cuidado de los animales. Pues, pensé que cada una de ellas le podría poner un nombre a una cabra en el collar, así esa sería su cabra y le tendrían un cariño especial. Así fue como cada cabra tiene un nombre y las niñas están pendientes de ellas y las cuidan. Y quién sabe si en un futuro estas niñas serán las cabreras de la granja o las que emprendan un negocio de producción de leche y queso.

P: Transcurridos más de 40 días desde su regreso de Madagascar, ¿Cuál es la actual situación de la explotación?, ¿Cómo trabaja desde España el seguimiento del proyecto 'Ronono Osy'?

R: actualmente tenemos 40 cabras adultas y varios chotos, entre ellos 4 chotas que nos servirán como nuevas hembras reproductoras, ya que casi todas las cabras venían preñadas y están pariendo poco a poco. Las cabras tienen su dieta todos los días y salen al campo a pastar todas las mañanas, los trabajadores de allí están muy implicados con este proyecto y están muy atentos a la piara.

El seguimiento desde España para llevar un control y ayudarle cuando haya una situación complicada. Se lleva a cabo a través de videollamadas cada 2 semanas donde nos explican la evolución del proyecto y tratamos de resolver dudas que tengan. Un grupo de watshsap donde todos los días se pone las nuevas novedades y problemas que puedan surgir del día a día. Estamos en contacto con ellos casi las 24 horas del día para cualquier urgencia que surja, esto es clave para el desarrollo correcto del proyecto. También se está desarrollando un programa informático donde todo estará informatizado y más controlado, que esto nos ayudará en un futuro para un mejor control de la mejora genética.

P: ¿Cuál es el futuro del proyecto 'Ronono Osy'?

R: El futuro de este proyecto es muy ilusionante, porque la materia prima que nos den las cabras como los calostros se pueden congelar y utilizar para darlos a los niños que las madres no tengan leche para ellos, la leche se puede utilizar también para el módulo de niños desnutridos del Colegio de las Salinas. También se creará una escuela de pastores donde se enseñarán a manejar el ganado y poder emprender un negocio con el que ganarse la vida a través del sector primario, además de enseñarles a fabricar queso que será otra forma de poder crear un negocio.

P: Una vez puesto en marcha el proyecto 'Ronono Osy' ¿Qué puede aportar la organización colegial veterinaria y cómo se pueden apoyar este y otros proyectos de la Fundación Agua de Coco desde otras instituciones y empresas?

R: La profesión veterinaria tenemos que ser embajadores de lo que hemos visto y vivido, lo que hace allí nuestro compañero José Luis y Agua de Coco por los niños y niñas de Madagascar hay que contarlo. El ICOV Granada en colaboración con Fundación Agua de Coco y la ONG Bel Avenir ha creado la RED DE VOLUNTARIOS ONE HEALTH-MADAGASCAR donde tanto profesionales, como empresas e instituciones pueden colaborar de muchas formas, desde la simple difusión de los proyectos llevados a cabo, como con la participación directa online o en el propio terreno. Es tan simple como solicitar la adhesión a la RED a través del mail [email protected].

P: A nivel personal, ¿Cómo puede ayudar un ciudadano cualquiera?

R: La Fundación Agua de Coco, tiene alrededor de 1.500 socios y cualquier ciudadano puede asociarse a la Fundación por una pequeña mensualidad (la media es 15-20 euros/mes) que además hasta los primeros 150 euros anuales son desgravables en el 80%. Formar parte de Agua de Coco es pensar en global y actuar en local, es colaborar con miles de niñas y niños y sus familias en países empobrecidos, para lograr que tengan las mismas oportunidades que nosotros.

También se puede hacer un donativo directo para el proyecto 'Ronono Osy' a través del reto https://www.migranodearena.org/reto/ronono-osy-ayuda-a-la-malnutricion-de-los-ninos-del-sur-de-madagascar- creado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Granada con el que esperamos recaudar 10.000 euros que irán destinados cubrir los gastos del pastor y personal que cuida las cabras, trabajos veterinarios de inseminación , mantenimiento de los corrales y cuadras, comida para los animales, tratamientos sanitarios etc.

P: Para concluir ¿Algo más que aportar?

R: Nada, que creo que el proyecto traerá mucho bien al país, que es una oportunidad de todos los veterinarios de demostrar lo útiles que podemos ser impulsando el sector primario, y la importancia de la ganadería en un país como este que está en proceso de desarrollo. Agradeceros por darme voz en esta entrevista que espero que os guste y os voy a pedir colaboración en el nivel que cada uno pueda ya que esta aportación por poco que sea es mucho y estaréis ayudando a muchas personas que lo necesitan.