Los comerciantes del centro prefieren esperar a la fase 1 para volver a abrir sus puertas
La mayoría de los negocios mantienen sus persianas bajadas y algunos propietarios creen que el sistema de cita previa no va a funcionar
Este lunes 4 de mayo ha entrado en vigor en Granada fase 0 del plan de desescalada puesto en marcha por el Gobierno con el que se pretende comenzar a recuperar la normalidad después de la pandemia del coronavirus. Entre las medidas contempladas para esta semana, se prevé la apertura de algunos comercios minoristas que tengan una superficie inferior a 400 metros cuadrados, esto es, locales como peluquerías, tiendas de ropa u ópticas, entre otros, con limitaciones de aforo y extremando las medidas de protección tanto de los clientes como de los propios trabajadores.
Sin embargo, en Granada, la mayoría de los negocios ha decidido no abrir sus puertas. Según hemos podido comprobar a primera hora de la mañana, en las principales calles del centro de la ciudad como Mesones, Alhóndiga, Puentezuelas o Recogidas las persianas de los pequeños comercios seguían echadas. Aunque sí que mantienen la atención para urgencias vía telefónica.
La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) llegó ayer domingo por la tarde, por lo que a muchos comerciantes no les ha dado tiempo a preparar la mercancía ni los locales para adaptarse a la normativa.
Pillamos a Eduardo cerrando la persiana de su tienda de zapatos. Ha venido a dejar mercancía dentro y a acondicionar su local de escasamente 20 metros cuadrados que tenía previsto abrir hoy mismo. "Pero cuál no ha sido mi sorpresa que he visto que ninguna tienda de la calle ha abierto así que voy a cerrar y a esperar al lunes de la semana que viene que comienza la fase 1", nos comenta.
A Nacho lo encontramos en su óptica colocando unos precintos alrededor de las gafas para evitar que los clientes las toquen. Su sector tenía permitido abrir durante esta cuarentena, pero ellos se mantuvieron cerrados porque no tenían los EPIS necesarios para trabajar con seguridad de cara al público. De momento, nos dice que no han recibido muchas solicitudes de citas previas, aunque espera que vayan surgiendo en los próximos días.
Además, como nos comenta Encarni, propietaria de una tienda de ropa para niños en calle Mesones, es "muy difícil" que el sistema de cita previa funcione en ese sector en concreto. "En estos negocios funciona más el que una persona vaya por la calle, se pare en el escaparate y entre a comprar algo", explica y lamenta que esta crisis sanitaria les ha llegado en "la peor época" ya que toda ropa que tenían comprada para estos meses "no pueden devolverla a los proveedores ni venderla al público". Por eso, pide que el Ayuntamiento de Granada estudie la posibilidad de ofrecer más ayudas a los pequeños y medianos comerciantes del centro para recuperar parte de lo perdido durante la cuarentena.
Entre las medidas que deberán adoptar a partir de ahora los negocios que se decidan a abrir durante esta semana se encuentra la desinfección del local al menos dos veces al día, el uso de mascarillas y pantallas protectoras, la cita previa que garantice la permanencia en el establecimiento de un solo cliente por trabajador y un horario de atención preferente a los mayores de 65 años.
Prevención de riesgos para el personal prestador de servicios
La Orden ministerial establece que no podrán incorporarse a sus puestos de trabajo en los establecimientos comerciales los empleados que en el momento de la reapertura estén en aislamiento domiciliario por tener diagnóstico de COVID-19 o tengan alguno de los síntomas compatibles con el COVID-19. Se sumarán a ellos los trabajadores que, aun no teniendo síntomas, se encuentren en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto con alguna persona con síntomas o diagnosticada de COVID-19.
El titular de la actividad económica que se realice en el establecimiento o local deberá cumplir, en todo caso, con las obligaciones de prevención de riesgos establecidas en la legislación vigente, tanto con carácter general como de manera específica para prevenir el contagio del COVID19. Así, se debe asegurar que todos los trabajadores cuenten con equipos de protección individual adecuados al nivel de riesgo y de que tengan permanentemente a su disposición, en el lugar de trabajo, geles hidroalcohólicos con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad para la limpieza de manos, o cuando esto no sea posible, agua y jabón.
El uso de mascarillas será obligatorio cuando no pueda garantizarse la distancia de seguridad interpersonal de aproximadamente dos metros entre el trabajador y el cliente o entre los propios trabajadores. Todo el personal deberá estar formado e informado sobre el correcto uso de los citados equipos de protección.
Lo anterior será también aplicable todos los trabajadores de terceras empresas que presten servicios en el local o establecimiento, ya sea con carácter habitual o de forma puntual.
Señalización de la distancia de dos metros entre clientes
El tiempo de permanencia en los establecimientos y locales será el estrictamente necesario para que los clientes puedan realizar sus compras o recibir la prestación del servicio.
En los establecimientos en los que sea posible la atención personalizada de más de un cliente al mismo tiempo, deberá señalarse de forma clara la distancia de seguridad interpersonal de dos metros entre clientes, con marcas en el suelo, o mediante el uso de balizas, cartelería y señalización. En todo caso, la atención a los clientes no podrá realizarse de manera simultánea por el mismo trabajador.
El Gobierno establece, asimismo, que los establecimientos y locales deberán poner a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad, en la entrada del local, y deberán estar siempre en condiciones de uso.
En los establecimientos y locales comerciales que cuenten con zonas de autoservicio, deberá prestar el servicio un trabajador del establecimiento, con el fin de evitar la manipulación directa por parte de los clientes de los productos. No estará permitido poner a disposición de los clientes productos de prueba.
En los establecimientos del sector comercial textil, y de arreglos de ropa y similares, los probadores deberán utilizarse por una única persona y después de su uso se limpiarán y desinfectarán.
Por último, según las obligaciones establecidas por el Gobierno y anunciadas en el BOE, en caso de que un cliente se pruebe una prenda que posteriormente no adquiera, el titular del establecimiento implementará medidas para que la prenda sea higienizada antes de que sea facilitada a otros clientes.