Comerciantes de la Paz recogen firmas en protesta por el nuevo sistema de transporte público
La concejala del PSOE, Raquel Ruz, recuerda que los granadinos de los barrios echan una media de siete horas más en el uso del autobús con el nuevo PMUS
Los comerciantes de la barriada de La Paz han presentado esta mañana más de 700 firmas en contra del nuevo sistema de movilidad del PP. La concejala del PSOE, Raquel Ruz, se hizo eco “de las consecuencias que el PMUS está teniendo para los comercios de toda la ciudad y como ya son numerosos los colectivos de comerciantes que han expresado sus quejas al equipo de gobierno de Torres Hurtado”.
La concejala del PSOE apuntó que al malestar de los comerciantes de la Acerra del Darro y Gran Vía, “donde las modificaciones de la paradas ya se han cobrado el cierre de varios negocios, se suman ahora los comerciantes de La Paz, que además del problema que suponen los trasbordos, sobretodo para los mayores, tienen que soportar largas esperas para salir y llegar de su barrio”. De hecho, añadió la edil, “un estudio ya confirma que los granadinos han aumentado una media de más de siete horas al mes en el uso del transporte público”.
Por su parte, Jesús Guerrero, presidente de los Comerciantes de La Paz, presentó las firmas recogidas por su colectivo, “más de 700 en apenas 48 horas”. Además, relató “los problemas diarios a los que se están enfrentado los vecinos de La Paz, que ahora tenemos que usar más tiempo en nuestros desplazamientos por Granada”.
Guerrero se refirió al “problema generado con los trasbordos, sobretodo entre la gente mayor” y relató las dificultades “para llegar a los hospitales o para hacer intercambios de los vecinos invidentes o que van en silla de ruedas”.
El portavoz de los comerciantes “pidió al equipo de gobierno del PP que las línea vuelvan al sistema anterior, o que en caso contrario, se amplie el recorrido de la LAC hasta la zona Norte, una de las más afectadas con los cambios derivados de la implantación de la Línea de Alta Capacidad”.
Guerrero recordó que “el problema es máximo para nosotros porque dependemos absolutamente del autobús, ya que los taxistas se niegan a entrar en el barrio y la única salida que nos queda es un sistema de autobuses que, en nuestra opinión, ha empeorado”.